AL INICIARSE EL SIGLO XX ORURO CONTABA CON APENAS
20 MIL ALMAS
Actual plaza 10 de Febrero de Oruro entre 1913 - 1920Por: Elías Delgado Morales – Periodista / Este articulo apareció publicado en el periódico La Patria el 15 de noviembre de 2009
Un magnífico e interesante plano-guía de
la ciudad de Oruro, encontrado en el acervo documental de la benemérita
Sociedad "10 de Febrero", gracias a la gentileza de sus directivos,
Lic. Lino Rocha y Dr. Miguel Guerra, me sugirió escribir esta nota del Oruro de
inicios de 1900.
Dicho plano muy bien conservado, corresponde a la escala 1:45.000, data de Julio de 1916, extractado por Froilán Villalobos y cuando en la ciudad apenas vivían 21.906 habitantes, de acuerdo al censo de 5 de Julio de 1913. Los hombres eran el 50,61 % y las mujeres 49,39 %.
De un examen pormenorizado de este documento planimétrico, deduzco las siguientes inferencias que emergen de la realidad de ese tiempo.
1.- Que la actividad comercial-industrial de Oruro de hace un siglo, era dinámica y productiva, destacando la presencia de agentes activos extranjeros y que pertenecían a la decenas de colonias de españoles, alemanes, israelitas, árabes, eslavos, argentinos, peruanos, chilenos y otros.
2.- Que la empresa de ferrocarriles inglesa, sin gozar de privilegios, en su marco de actividades, extendió sus líneas por todos los sectores de la ciudad: una entre las estaciones Norte y Sud, otra que bajaba de San José y una más, de la Compañía Minera que salía de los predios actuales de Comibol hasta la Estación Sud, transportando minerales para Machacamarca y ultramar.
3.- La municipalidad ejercía plena autoridad, porque distribuyó adecuadamente cuartel, cementerio, centros educativos, plazas y parques, obedeciendo a conceptos de sano y ordenado urbanismo.
El plano certificado debidamente por el Sr. C. Moscoso, Oficial Mayor del H. Consejo Municipal, fue impreso a 2 colores por Litografía e Imprenta Moderna de Juan Boettger. En ese entonces sólo existían en el llamado casco viejo 176 manzanos, cuyos límites eran: por el Norte la ferrovía que bajaba de San José, por el Sur la calle San Felipe, por el Este el "Boulevard del F.C." que salía de la estación Norte, al Sud en la ruta a Cochabamba y La Paz y al Oeste la calle Linares, mucho más arriba, solitaria la Capilla de la Virgen del Socavón.
Algunas calles llevaban otros denominativos a los de ahora. Por ejemplo de norte a sur, la Presidente Montes se llamaba Gobierno; la Soria Galvarro, Artes; la 6 de Octubre, Colombia; la avenida Velasco Galvarro actual, se llamaba Libertad y la calle La Paz era Hospicio.
De Este a Oeste la Adolfo Mier se llamaba Alianza y la Belzu sólo era de 3 cuadras de la Potosí a la Soria Galvarro. Parte de esa arteria, ahora es la Villarroel.
Lo que llama la atención es el nominativo de la actual calle León, por Calle "1595", seguramente en homenaje al descubrimiento y primera explotación de la mina de plata del Pie de Gallo por el Padre Francisco de Medrano. Sugiero se reponga ese denominativo de Calle 1595, por su significativo valor histórico.
La municipalidad funcionaba sobre un terreno del sector sur de la Plaza "Castro y Padilla", más concretamente en la Bolívar entre La Plata y Artes (hoy Soria Galvarro), donde actualmente están los edificios de Entel y Coteor.
Mantienen actualmente su ubicación los edificios de la Prefectura, Policía, Asistencia, Correos y telégrafos, iglesia Matriz (Catedral), Clubes Oruro y Alemán, Beaterio, Escuela de Minería (FNI), hospital, galpones de la Aduana, cementerios Católico y Laico, Plaza Abaroa y Compañía Minera de Oruro.
No había todavía en 1916 el Parque de la Unión Nacional, National Tennis, CAN, ni Instituto de Ciegos. Tampoco el Parque Abaroa, Teatro al Aire Libre, ni la Cruz Roja. Solitario estaba el Pilar de Conchupata. No existía la Cancha del Oruro Royal, ni el monumento al Corazón de Jesús. El Oruro Moderno estaba recién trazado, una vez que la ciudad terminaba en inmediaciones del "Cuartel Modelo".
Lo que llama la atención es el Hipódromo, donde se desarrollaban carreras de caballos, más abajo del cementerio y la línea del F.C. que salía a Uyuni, Tupiza y Potosí. La cárcel en la calle Murguía entre Gobierno (Presidente Montes) y La Plata, donde en nuestros días está el Colegio Nacional Bolívar.
De la Compañía Minera de Oruro, partía una línea de F.C. por la calle Petot y bajaba la Murguía hasta la Estación transportando minerales. La Aduana Nacional funcionaba en la esquina Sucre y Libertad (V. Galvarro).
La cárcel "en construcción" estaba a una cuadra de la Plaza Principal, o sea en Sucre entre La Plata y Artes, donde actualmente es el edificio "Ama Sua, ama Kjella, ama Llulla" de la venerable Sociedad de Socorros Mutuos de Artesanos. El Asilo de ancianos funcionaba en la Junín entre Montes y Washington, donde posteriormente se instaló la iglesia de San Juan de Dios.
En la Ayacucho y La Plata destacaba el Juzgado, al frente de lo que es ahora la Corte Superior de Justicia. Más arriba el Club Eslavo y una cuadra más, la Compañía Eslava de Bomberos, en los predios del mercado López.
El Teatro Municipal lucía su depurada arquitectura, al lado de lo que es hoy la Corte de Justicia y que irresponsablemente fue demolido sin justificación alguna. Desde esa fecha "se perdió" una hermosa araña de cristal de roca, que habría sido enajenada a Arequipa, Perú, en el régimen del MNR.
El camal se encontraba solitario en la actual esquina Montesinos y Brasil, deshabitado entonces.
En aquellos años iniciales de la centuria del 900, en Oruro funcionaban nada menos que 3 periódicos: Prensa, La Nación y El Industrial, cada uno con diferente orientación político-partidaria.
Una decena de bancos y financieras, atendían los requerimientos de un activo armazón económico. Los hoteles igualmente eran variados como el Alemán y Gran Hotel Unión. En el bar Oruro funcionaba un salón de palitroques y billares, en lo que ahora es el edificio Luzio en la Plaza Principal.
En ese tiempo se aprecian lotes en venta y construcciones, para la "Gran Población Oruro Moderno", con facilidades de pago. Los abogados que no pasaban de 15 en sus avisos profesionales, ninguno usaba el apelativo de "doctor", como sucede ahora. Los médicos que también eran pocos, sí usaban el apelativo de doctor, porque legalmente les correspondía. La mayor parte de los comerciantes e industriales eran extranjeros. Los nacionales eran menos, pero los artesanos eran numerosos, gozando de prestigio y seriedad por el cumplimiento y alta calidad de sus obras.
En fin, ignoramos si Oruro "fue feliz en aquellos tiempos", pero al parecer la vida era más llevadera, "porque siempre había trabajo y la desocupación no era tan crítica", a pesar de la reducida población. A casi un siglo las cosas cambiaron, deteriorándose empero, la calidad de servicios ofertados a la ciudadanía, por la conocida "viveza criolla" y la ausencia de control de las autoridades, que en estos tiempos de revolución, proceso, cambio y no sé qué otros denominativos, acuñados desde la llamada revolución nacional, son foráneos y ajenos al sentimiento orureñista, imponiéndose en nuestros días un remezón en la conciencia orureña, para buscar autoridades oriundas de esta tierra, tan manoseada y estropeada por los ajenos.
Dicho plano muy bien conservado, corresponde a la escala 1:45.000, data de Julio de 1916, extractado por Froilán Villalobos y cuando en la ciudad apenas vivían 21.906 habitantes, de acuerdo al censo de 5 de Julio de 1913. Los hombres eran el 50,61 % y las mujeres 49,39 %.
De un examen pormenorizado de este documento planimétrico, deduzco las siguientes inferencias que emergen de la realidad de ese tiempo.
1.- Que la actividad comercial-industrial de Oruro de hace un siglo, era dinámica y productiva, destacando la presencia de agentes activos extranjeros y que pertenecían a la decenas de colonias de españoles, alemanes, israelitas, árabes, eslavos, argentinos, peruanos, chilenos y otros.
2.- Que la empresa de ferrocarriles inglesa, sin gozar de privilegios, en su marco de actividades, extendió sus líneas por todos los sectores de la ciudad: una entre las estaciones Norte y Sud, otra que bajaba de San José y una más, de la Compañía Minera que salía de los predios actuales de Comibol hasta la Estación Sud, transportando minerales para Machacamarca y ultramar.
3.- La municipalidad ejercía plena autoridad, porque distribuyó adecuadamente cuartel, cementerio, centros educativos, plazas y parques, obedeciendo a conceptos de sano y ordenado urbanismo.
El plano certificado debidamente por el Sr. C. Moscoso, Oficial Mayor del H. Consejo Municipal, fue impreso a 2 colores por Litografía e Imprenta Moderna de Juan Boettger. En ese entonces sólo existían en el llamado casco viejo 176 manzanos, cuyos límites eran: por el Norte la ferrovía que bajaba de San José, por el Sur la calle San Felipe, por el Este el "Boulevard del F.C." que salía de la estación Norte, al Sud en la ruta a Cochabamba y La Paz y al Oeste la calle Linares, mucho más arriba, solitaria la Capilla de la Virgen del Socavón.
Algunas calles llevaban otros denominativos a los de ahora. Por ejemplo de norte a sur, la Presidente Montes se llamaba Gobierno; la Soria Galvarro, Artes; la 6 de Octubre, Colombia; la avenida Velasco Galvarro actual, se llamaba Libertad y la calle La Paz era Hospicio.
De Este a Oeste la Adolfo Mier se llamaba Alianza y la Belzu sólo era de 3 cuadras de la Potosí a la Soria Galvarro. Parte de esa arteria, ahora es la Villarroel.
Lo que llama la atención es el nominativo de la actual calle León, por Calle "1595", seguramente en homenaje al descubrimiento y primera explotación de la mina de plata del Pie de Gallo por el Padre Francisco de Medrano. Sugiero se reponga ese denominativo de Calle 1595, por su significativo valor histórico.
La municipalidad funcionaba sobre un terreno del sector sur de la Plaza "Castro y Padilla", más concretamente en la Bolívar entre La Plata y Artes (hoy Soria Galvarro), donde actualmente están los edificios de Entel y Coteor.
Mantienen actualmente su ubicación los edificios de la Prefectura, Policía, Asistencia, Correos y telégrafos, iglesia Matriz (Catedral), Clubes Oruro y Alemán, Beaterio, Escuela de Minería (FNI), hospital, galpones de la Aduana, cementerios Católico y Laico, Plaza Abaroa y Compañía Minera de Oruro.
No había todavía en 1916 el Parque de la Unión Nacional, National Tennis, CAN, ni Instituto de Ciegos. Tampoco el Parque Abaroa, Teatro al Aire Libre, ni la Cruz Roja. Solitario estaba el Pilar de Conchupata. No existía la Cancha del Oruro Royal, ni el monumento al Corazón de Jesús. El Oruro Moderno estaba recién trazado, una vez que la ciudad terminaba en inmediaciones del "Cuartel Modelo".
Lo que llama la atención es el Hipódromo, donde se desarrollaban carreras de caballos, más abajo del cementerio y la línea del F.C. que salía a Uyuni, Tupiza y Potosí. La cárcel en la calle Murguía entre Gobierno (Presidente Montes) y La Plata, donde en nuestros días está el Colegio Nacional Bolívar.
De la Compañía Minera de Oruro, partía una línea de F.C. por la calle Petot y bajaba la Murguía hasta la Estación transportando minerales. La Aduana Nacional funcionaba en la esquina Sucre y Libertad (V. Galvarro).
La cárcel "en construcción" estaba a una cuadra de la Plaza Principal, o sea en Sucre entre La Plata y Artes, donde actualmente es el edificio "Ama Sua, ama Kjella, ama Llulla" de la venerable Sociedad de Socorros Mutuos de Artesanos. El Asilo de ancianos funcionaba en la Junín entre Montes y Washington, donde posteriormente se instaló la iglesia de San Juan de Dios.
En la Ayacucho y La Plata destacaba el Juzgado, al frente de lo que es ahora la Corte Superior de Justicia. Más arriba el Club Eslavo y una cuadra más, la Compañía Eslava de Bomberos, en los predios del mercado López.
El Teatro Municipal lucía su depurada arquitectura, al lado de lo que es hoy la Corte de Justicia y que irresponsablemente fue demolido sin justificación alguna. Desde esa fecha "se perdió" una hermosa araña de cristal de roca, que habría sido enajenada a Arequipa, Perú, en el régimen del MNR.
El camal se encontraba solitario en la actual esquina Montesinos y Brasil, deshabitado entonces.
En aquellos años iniciales de la centuria del 900, en Oruro funcionaban nada menos que 3 periódicos: Prensa, La Nación y El Industrial, cada uno con diferente orientación político-partidaria.
Una decena de bancos y financieras, atendían los requerimientos de un activo armazón económico. Los hoteles igualmente eran variados como el Alemán y Gran Hotel Unión. En el bar Oruro funcionaba un salón de palitroques y billares, en lo que ahora es el edificio Luzio en la Plaza Principal.
En ese tiempo se aprecian lotes en venta y construcciones, para la "Gran Población Oruro Moderno", con facilidades de pago. Los abogados que no pasaban de 15 en sus avisos profesionales, ninguno usaba el apelativo de "doctor", como sucede ahora. Los médicos que también eran pocos, sí usaban el apelativo de doctor, porque legalmente les correspondía. La mayor parte de los comerciantes e industriales eran extranjeros. Los nacionales eran menos, pero los artesanos eran numerosos, gozando de prestigio y seriedad por el cumplimiento y alta calidad de sus obras.
En fin, ignoramos si Oruro "fue feliz en aquellos tiempos", pero al parecer la vida era más llevadera, "porque siempre había trabajo y la desocupación no era tan crítica", a pesar de la reducida población. A casi un siglo las cosas cambiaron, deteriorándose empero, la calidad de servicios ofertados a la ciudadanía, por la conocida "viveza criolla" y la ausencia de control de las autoridades, que en estos tiempos de revolución, proceso, cambio y no sé qué otros denominativos, acuñados desde la llamada revolución nacional, son foráneos y ajenos al sentimiento orureñista, imponiéndose en nuestros días un remezón en la conciencia orureña, para buscar autoridades oriundas de esta tierra, tan manoseada y estropeada por los ajenos.
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