CUÁNDO Y CÓMO MURIÓ JACINTO RODRÍGUEZ

CUÁNDO Y CÓMO MURIÓ JACINTO RODRÍGUEZ

Jacinto Rodríguez, el principal cabecilla de la rebelión de 1781, sufrió con otros, los rigores de la brutal represión de los españoles, de Oruro, Rodríguez y otros, fueron trasladados, a pie, hasta la capital Argentina-Buenos Aires, donde en una cárcel fueron encerrados.
- Los españoles, entonces, se dieron a la tarea de hacer desaparecer todo vestigio de esa rebelión, para que no trascendiera la misma, pudo más, empero, la investigación de algunos orureños que dieron, en archivos diversos, datos sobre lo que ocurrió ese 10 de Febrero de 1781.
- La versión, que conocemos como oficial sobre el destino de los apresados en la denominada cárcel de Oruro, en Buenos Aires, al parecer tiene algunas impresiones.
De este hecho queda un manuscrito que no tuvo mayor difusión ni mayor repercusión en el sentido de continuar mayores investigaciones; una carta de Jacinto Rodríguez que escribió a su hermana, en una fecha posterior a la que históricamente se conoce que murió, en la célebre "Cárcel de Oruro" de Buenos Aires.
Consideramos que este es otro documento que debe ser plenamente rescatable para su difusión. Se encuentra el manuscrito en un archivo de su propietario, don Daniel Salamanca Trujillo.
La carta que suscribe don Jacinto Rodríguez de Herrera, cabecilla de la rebelión, quién junto a 42 personas, incluyendo tres mujeres, fueron trasladados a Buenos Aires en 1780 tras un juicio, fechada el 25 de marzo de 1803, mientras que históricamente se conoce que Jacinto Rodríguez, "después de un larguísimo proceso judicial, de vejamenes sin par y cuando los hermanos Rodríguez ya habían fallecido, fue dictada en 1801, la sentencia absolutoria del Rey, tan celoso en aquel entonces en materia de "infidencias".
Pero, la carta está fechada en marzo de 1803, cuando los españoles hacen creer que Rodríguez estaba muerto. ¿Cuáles las causas para esta forma de proceder?
La carta en cuestión dice:
Buenos Aires, marzo 25 de 1803.- Mi más apreciada hermana Sor Josefa Manuela de Jesús. Recibí la tuya con fecha 6 de febrero, con grande consuelo y gusto de saber que quedáis buena en compañía de tus hijas Manuela, Ursula e Ignacia, a quienes les darás mis expresivas memorias, lo mismo a la Justita y Juanita que todas están a tu cargo como tus hijas, por lo que excuso el darles el afán de que me escriban aparte y que tengan ésta por suya y que clamen a Dios a su Señora Madre, pidiéndole lo que me convenga para mi salvación, pues no ha de ser más ni menos que lo que fuese de su Santísima Voluntad y así, sin cesar, clámenle vosotros y pídanle que disponga de mí lo que les tengo pedido. Yo y don Clemente Menacho, hemos vuelto a esta prisión que llaman de Oruro, no sé para qué, los demás nó, y así no hay más que clamar y pedirle a Dios y a su Santísima Madre lo que le convenga para mi salvación.
"Me parece muy bien que por un memorial te presentes al Señor Virrey pidiendo justicia y pidiendo lo que es ajeno para volver a sus dueños, a mi no me quiere dar nada ni soltar ni una paja y así consultarlo allí y hacerlo sin temor ninguno, que a mi no me haz de hacer mal sino bien porque quizá de eso resultaría algo a favor mío, porque me parece a mí que es imposible conseguir ni un cuartillo de sus manos; pues con decirle que nuestro Hermano Don Juan de Dios, dicen que algo dejó, aunque preso yo no he visto ni un cuartillo ni nada, entro dichos abogados Don Ribarola y el finado Bernabé Pineda, sabrán y darán cuenta a Dios, etc.
"No puedo menos que majarte con la molestia y majadería de volverte a reencargarte por la Justita y Juanita para que las mires como a hijas y prendas mías, e hijas de tu hermana Narcisa, con la caridad y amor que les corresponde a las pobres huérfanas y quizá no infelices sino felices, pues fueron a tu poder. Quien comprende los altos arcanos de Dios y de su Santísima Madre, a quién pido le guarde muchos años. Tu hermano que te estima de corazón y te agradece de todo. Firmado: Jacinto Rodríguez de Herrera.
Ese es el texto de la carta que actualmente está en poder del abogado Daniel Salamanca Trujillo.
Hacia 1803, se determina que Jacinto Rodríguez había fallecido en la Cárcel de Oruro de Buenos Aires. Se sabe también que en 1803, Jacinto Rodríguez fue trasladado nuevamente a la Cárcel de Oruro, en Buenos Aires; por lo tanto, estaba vivo. Entonces, dónde fue trasladado Jacinto Rodríguez sacándolo de la Cárcel de Oruro, y con qué fines, para que los españoles hagan correr la versión que Jacinto Rodríguez había muerto?.
Quizá, Jacinto Rodríguez de Herrera, habría recibido favores económicos de su hermano Juan de Dios, como dice en la carta y que la venganza contra este caudillo insurrecto contra la corona española, debía ser total, para impedirle que gozará de ese posible favor económico.
Lo cierto es que la incógnita no ha sido despejada, queda para la historia esta carta que merece su mas amplia difusión.


Por: José L. Zabalaga Mendoza / Periodista 

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