LA COCA;
NARCOTRÁFICO
Y POLÍTICA EN BOLIVIA
Este articulo fue publicado en www.derechos.org
La coca es un arbusto que exige bastantes cuidados. Es
de clima amazónico, pero sólo rinde cosechas de buena calidad entre los 1.000 y
2.000 metros de altura sobre el nivel del mar; por debajo de estas alturas, la
exuberancia de su propia vegetación disminuye la riqueza de sus hojas, pero
también necesita sombra.
Por estas características, la coca ha sido cultivada
tradicionalmente sólo en las cabeceras de valle de los primeros contrafuertes
al Este de la cordillera oriental de los Andes, denominados «yungas»; más
precisamente, en la franja que se extiende entre las ciudades de La Paz
(Bolivia) y el Cuzco (Perú): los Yungas, Larecaja, Carabaya, Paucartambo,
Vilcabamba, etc. La conformación del terreno, sumamente quebrado e inclinado,
ha obligado a cavar una especie de «andenes», encareciendo mucho la
explotación. En cambio, en la región de El Chapare (Bolivia) no existe ese
problema, pues el terreno es mucho más llano.
El arbusto se multiplica por medio de su semilla. Esta
se siembra en almácigo, donde la plantita vive un año. Pasado éste, se
trasplanta a su lugar de crecimiento definitivo. Su ciclo vital puede alcanzar
los 40 o más años, pero su producción principal tiene lugar entre los 4 y los
20 años. La hoja del arbusto se cosecha entre tres y cuatro veces al año. Cada
cosecha recibe el nombre de «mita» (turno de trabajo) y suele tener una
duración de 40 a 50 días.
Pero no basta con cosechar la hoja de la planta.
Inmediatamente después hay que tenerla toda una noche bajo techo, luego
extenderla durante tres días al aire libre, cuidando de removerla cada día para
que reciba los rayos solares por ambos lados. Al cabo de los tres días y antes
de recogerla es preciso humedecerla para evitar que se quiebre en el momento de
encestarla. Sólo después de todas estas minuciosas operaciones se la puede
meter en cestos de junco (como se hacia durante la Colonia y el siglo pasado) o
en «tambores», que son unos mazos trenzados de hoja de plátano, con una
capacidad de 60 libras cada uno ( (1)).
Una vez embalada, la coca puede conservarse en buen
estado durante todo un año en un ambiente seco como es el clima del Altiplano
andino.
Año
|
Cestos
|
Tm (1)
|
Fuente Especial
|
A) Epoca
Colonial
|
|||
1548
|
17.190
|
139
|
|
ca. 1798
|
375.000
(mín)
|
3.037
|
|
450.000
(máx)
|
3.641
|
||
B) Epoca
republicana
|
|||
1832
|
400.000
|
3.240
|
D'Orbigny
|
1845
|
441.927
|
3.579
|
|
1868/69
|
238.593
|
1.935
|
|
1882/1883
|
228.431
|
1.850
|
|
1923
|
5.000
|
SPY
|
|
1935
|
3.000
|
Morales
|
|
1937
|
7.335
|
Censo
Agropecuario
|
|
1944
|
4.651
|
||
1945
|
4.830
|
Meneses
|
|
1950
|
4.830
|
Censo
Agropecuario
|
|
1955
|
240.556
|
1.948
|
|
1958
|
3.287
|
Aduana de
La Paz
|
|
C) Epoca
estadística mundial (2)
|
|||
1960
|
3.638
|
||
1963
|
4.800
|
Muñoz
Reyes
|
|
1965
|
5.515
|
INE
|
|
1966
|
5.276
|
||
1967
|
6.460
|
INE
|
|
1968
|
4.220
|
INE
|
|
1969
|
4.860
|
||
1970
|
6.000
|
INE
|
|
1971
|
6.800
|
INE
|
|
1972
|
8.818
|
South
|
|
1973
|
9.400
|
INE
|
|
1974
|
12.015
|
South
|
|
1975
|
11.800
|
INE
|
|
1976
|
6.440
|
||
1977
|
15.600
|
||
1978
|
15.410
|
PRODES
|
|
19.500
|
|||
25.248
|
DNSCP
|
Notas:
(1) Para la equivalencia de
los cestos en toneladas métricas se calcula el peso de cada cesto en 18 libras
y la libra en 450 gramos.
(2) Esta serie ha sido confeccionada en
base a los datos recopilados anualmente por los organismos especializados de la
ONU; cuando había a disposición cifras superiores- procedentes de estudios
realizados en Bolivia, se han preferido éstas.
El verbo «masticar» que se emplea en castellano no es
el más apropiado para explicar en qué consiste el «coqueo»; en Bolivia se
utiliza la expresión aymara de «acullicar» para referirse a la acción de
consumir la coca masticándola.
El «acullico» se realiza de la siguiente manera. Las
hojas de coca son extraídas de una pequeña bolsa -denominada «chuspa», tejida
en multicolor filigrana, que los indígenas suelen llevar a la altura del pecho,
pendiendo del cuello- y depositadas en el fondo de la boca, entre la mejilla y
las encías. Se le añade una sustancia alcalina denominada «llujta» o «tocra»,
extraída de cenizas vegetales, que sirve para liberar los alcaloides de las
hojas de coca y acelerar su absorción por la sangre. Las hojas no son, pues,
propiamente masticadas, sino sólo mezcladas con la saliva, hasta que hayan
desprendido todo su «jugo».
Los 45 minutos durante los cuales una bolita de coca
es conservada en la boca constituyen una unidad de medida del tiempo que se
designa con el nombre de «cocada». Antiguamente la cocada servía también para
medir la distancia: 3 kilómetros, correspondientes al trecho que era capaz de
caminar un indígena por terreno llano y con carga; dos kilómetros, si era por
montaña.
Según un análisis nutricional de las hojas de coca llevado
a cabo por el Museo Botánico de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), la
ingestión de 100 gr. de coca puede satisfacer la cantidad diaria que un
organismo adulto necesita en calcio, hierro, fósforo, y en las vitaminas A, B2
y E. En 1977, Timothy Plowmann, de la misma universidad, demostró que 100 gr.
de coca proporcionan 305 calorías, 19 gr. de proteínas, entre 3,3 y 5 gr. de
grasas, 46 gr. de hidratos de carbono, 1,5 gr. de calcio, 1,4 gr. de vitamina C
y 11.000 UI de vitamina A. Entre 50 productos vegetales latinoamericanos, la
coca aparece a la cabeza en contenido de esas sustancias nutritivas.
El médico boliviano Cecilio Oliva subraya que entre
los que coquean no se da la diabetes, ni la poligiobulia (el aumento de
glóbulos rojos que produce la altura), ni las caries dentales, ni la calvicie
ni el cáncer. Por otra parte, el coqueo aumenta la glucosa en la sangre,
disminuyendo así la sensación de hambre.
APETITO
Aumenta 115 Disminuye 27 |
CIRCULACION
Estimulada 107 Deprimida 0 |
CORAZON
Fortalecido 117 Irregular 3 |
RESPIRACION
Más honda 14 Atenuada 40 Disminuida 5 |
TEMPERATURA
Aumentada 14 Disminuida 3 No influye 3 |
PRESION
SANGUINEA
Elevada 88 Disminuida 2 |
FUNCION
SEXUAL
Aumentada 60 Disminuida 4 |
MUSCULATURA
Fortalecida 36 Debilitada 1 |
SUEÑO
Mejorado 58 Disminuido 30 |
NERVIOS
Estimulados 109 Sedativo 21 |
ACTIVIDAD
MENTAL
Estimulada 109 Deprimida 3 |
FUNCION
DIGESTIVA
Mejorada 104 Igual 8 |
INTESTINOS
Constipación 6 Igual 17 |
NUTRICION
Mejorada 85 Igual 4 |
VISION
Aumentada 21 Disminuida 5 |
Resultados de una encuesta realizada en 1987 por el
médico norteamericano William Golden Mortimer entre 369 médicos que dijeron
haber recurrido a la coca para sus pacientes. Se reproduce el número de
respuestas obtenido a cada una de las preguntas, tal como aparecieron
publicadas en "Perú: A history of Coca", Nueva York, 1901 8reeditado
en 1974)
La cocaína es un alcaloide que se extrae de la hija de
coca, cuya fórmula química es C17H21NO4. En el argot de sus adictos se la
conoce también bajo diversas denominaciones, tales como «nieve» o «pichicata»
en Bolivia, «tía blanca» en Perú, «perica» en Colombia, «girl» o «lady» en
Estados Unidos, «soplo», «pitazo», «coke» o simplemente «la C».
Su aislamiento en laboratorio y su identificación como
el principal de los numerosos alcaloides que contiene la coca tuvo lugar en
Alemania entre 1855 y 1862, aunque el principio básico de la producción de lo
que hoy se denomina «pasta» de coca (que no es otra cosa que una mezcla de
alcaloides compuesta de dos tercios de cocaina) ya era conocido por
los guajiros colombianos desde mucho antes.
El descubrimiento de la cocaína fue resultado de una
época en que en Europa se comenzaba a tomar en serio las virtudes de la hoja de
coca, gracias sobre todo a la obra del neurólogo Paolo Mantegazza «Sulie virtio
igieniche e medicinale della Coca» (1859). Sin embargo, durante mucho tiempo
aún se siguió hablando de la coca cuando se pensaba en la cocaína, confundiendo
ambos términos o atribuyendo a la cocaína todas las propiedades conocidas de la
coca (como si fuese su «esencia» o su único principio activo), por lo que al
descubrimiento no siguió la profundización del conocimiento de sus propiedades
específicas y de su utilidad.
Fue la aplicación de las propiedades anestésicas de la
cocaína a la cirugía (lo que permitió la invención de la anestesia local) por
parte de Karl Koller, en 1884, y la publicación, el mismo año, del ensayo
«Ueber Coca» del más tarde famoso creador del psicoanálisis Sigmund Freud lo
que despertó el primer interés general por la droga.
Freud tampoco distinguía la coca de la cocaína y las
recomendaba indistintamente contra todo tipo de enfermedades, especialmente
para aliviar la tensión nerviosa, la fatiga y los malestares físicos que
entonces se designaban con el nombre de «neurastenia». Aunque abandonó sus
investigaciones sobre la cocaína en 1887, Freud dejó claramente sentado que
debía ser considerada como un estimulante del tipo de la cafeína y no como un
narcótico del tipo del opio y el cannabis (Lester Grinspoon y James B. Bakalar,
en «Cocaine: A Drug and its Social Evolution», Harvard, 1977).
Durante la última década del siglo XIX, el
multifacético uso terapéutico del extracto de coca empezó a ser desplazado (en
buena medida, bajo los auspicios de la empresa farmacéutica norteamericana
Parke Davis) por el consumo de cocaína pura con fines recreativos en forma de
polvo para inhalar. Este tipo de uso de la droga se extendió rápidamente entre
todas las clases de la sociedad, tanto en Estados Unidos como en Europa, sobre
todo en el submundo de la llamada «alta sociedad» y del mundo artístico.
Con el fin de contribuir a la necesaria diferenciación
entre la coca y la cocaína y defender las virtudes del coqueo frente a las
nacientes acusaciones de «cocainismo», entendido como una nueva forma de
toxicomanía, el médico norteamericano William Golden Mortimer se dedicó a
sistematizar todos los conocimientos existentes hasta entonces acerca de la
coca y, en 1901, publicó el estudio más completo que se haya escrito sobre
ella, «Perú: A History of Coca» (reeditado en 1974 con el titulo de «History of
Coca: 'The Divine Plant' of the Incas»).
No obstante, a pesar de los descubrimientos de Freud y
de las aportaciones de Mortimer, la ignorancia y los prejuicios dominantes
(derivados del desprecio colonialista hacia la hoja de coca y su uso por parte
de los habitantes nativos de los Andes americanos) terminaron imponiéndose:
pronto acabó la cocaína siendo reducida a la misma categoría que la morfina y
la heroína y, por tanto, clasificada como una droga tanto o más peligrosa que
las opiáceas.
A partir de 1906, el gobierno de Estados Unidos
emprendió una escalada legislativa en contra del uso de la cocaína. Los países
europeos adoptaron legislaciones análogas, en parte debido a las presiones
ejercidas por los Estados Unidos. En 1922, el Congreso norteamericano definió
oficialmente a la cocaína como un narcótico y prohibió su importación, así como
la de las hojas de coca. En virtud de su ilegalización, tanto el consumo de la
cocaína como el interés científico-médico por ella declinaron casi
completamente desde entonces hasta el final de los años sesenta.
Está claro que las grandes potencias no se han
preocupado por la marea de las drogas más que desde el momento en que se han
visto inundadas por ella.
De hecho, el tráfico internacional de las drogas es un
fenómeno tan viejo como el colonialismo europeo y se desarrolló bajo la
protección de banderas como la inglesa, holandesa y portuguesa.
Así, la «Compañía de las Indias Orientales», creada en
1599, se dedicó a fomentar, sin escrúpulo alguno, la producción, el comercio y
el consumo de opio en la India, droga sobre la cual se arrogó el monopolio
mundial y de la cual extrajo enormes ganancias. Al comienzo, la droga estaba
destinada al propio país productor, pero llegó un momento en que la producción
sobrepasó al consumo interno e incitó a los traficantes a buscar nuevos
mercados.
China fue la siguiente víctima de la expansión del
narcocolonialismo. Sin embargo, la inundación corruptora del mercado chino
terminó provocando una legítima reacción de defensa: las dos «Guerras del Opio»
(1839 y 1857/58) contra los ocupantes ingleses. Si bien la primera constituyó
un triunfo de la dignidad nacional china (en Cantón se incineraron 1.500 Tm de
la droga), en la segunda ésta sucumbió debido a una serie de claudicaciones de
funestas consecuencias, en 1870, por ejemplo, los victoriosos intereses
mercantiles ingleses, franceses y norteamericanos envenenaban a la población
china a razón de 7.000 Tm anuales de opio.
Pero lo intereses económicos creados por el tráfico
del opio ya no se podían parar. El afán del lucro los llevó a la búsqueda de
nuevos mercados. Fue así como se fue extendiendo el hábito de la drogadicción
por toda el Asia, el mundo árabe, hasta llegar a Europa. Y así como cada vez
más iban aumentando los volúmenes de producción y distribución de la droga,
también se iban tecnificando los procedimientos de transformación de la materia
prima original.
Así fueron surgiendo derivados del opio como la
morfina y la heroína (que es éter diacético de morfina) o la codeína, la
tabaína y la papaverina; o nuevas drogas, como la marihuana, el hachís y la
grifas extraídas de la planta denominada «cannabis sativa», la mesalina de la
planta de mescal, el LSD o ácido lisérgico y la cocaína de la planta de la
coca.
Fue entonces, cuando la marea de las drogas ya no se
podía parar, que los gobiernos de las potencias coloniales se empezaron a
preocupar por controlar el fenómeno y, en 1909, crearon una Comisión del Opio
en Shangai hasta llegar, en 1931, a la suscripción, en el marco de la Sociedad
de las Naciones, de la primera Convención de Limitación en la Fabricación y
Distribución de Estupefacientes.
Tanto el informe de La Guardia de los EE. UU. como el
informe Callaghan de Gran Bretaña sostienen que la nocividad de las drogas
elaboradas a partir de la planta denominada «cannabis», es decir, el hachís y
la marihuana, no es peor que la del alcohol o la del tabaco. Es precisamente
por eso que han alcanzado la gran difusión que tienen en todo el mundo. Ambos
informes sostienen también que no es cierto que el consumo de estas drogas
(denominadas «blandas», dentro de las cuales se sitúa también la cocaína)
conduzca necesariamente al consumo de las drogas «duras», como son la heroína o
la morfina.
La nocividad de las drogas suele ser enfocada desde
tres puntos de vista: el de su capacidad de crear dependencia, el de su
potencialidad de generar abuso y el de sus posibilidades terapéuticas. El caso
más sorprendente es el del alcohol y el tabaco: tienen capacidad adictiva,
generan frecuentemente abuso y no tienen ninguna utilidad
terapéutica. Y, sin embargo... ¡son tolerados por la sociedad!
Es verdad que cada individuo se comporta respecto a
cada droga de forma generalmente diferente, de tal modo que no es fácil
predecir cuál será el resultado del consumo en cada caso. Pero la peligrosidad
del consumo de una droga determinada también tiene que ver con su tolerancia o
no por parte de las normas sociales.
Así, por ejemplo, la represión penal indiscriminada
es, sin duda, una de las causas de la delincuencia y de la consiguiente
violencia a las que suele estar asociado el consumo de drogas. El toxicómano,
para procurarse la cantidad de dinero que necesita para adquirir la sustancia
prohibida, fácilmente puede caer en las redes del narcotráfico, convirtiéndose
en revendedor o incluso en traficante y hasta puede verse impulsado a recurrir,
alguna vez, al robo o a la prostitución.
También es verdad que, cuando una droga tolerada por
la tradición sale de su contexto y, por ejemplo, se exporta, los nuevos
consumidores. Por lo general, son más proclives al abuso y los daños son más
notorios. Así ha sucedido cuando negociantes sin escrúpulos han introducido
grandes cantidades de alcohol en grupos indígenas que no lo conocían. Lo cual
no quita que, en los países llamados «desarrollados», el alcoholismo se haya
convertido en la cuarta causa de la mortalidad (después de las enfermedades
cardiovasculares, el cáncer y los accidentes). Y, sin embargo, su consumo aún
no está legislado en la mayor parte del mundo.
Del " Vin Mariani "
a la Coca-Cola
Angelo Mariani, químico corso y comerciante avispado,
fue el primero en hacer de la cocaína un gran negocio. En su
laboratorio-invernadero de París llegó a cultivar plantas de coca. En 1863 lanzó al
mercado un vino hecho a base de extracto de coca, que bautizó «Vin Mariani». En
poco tiempo, esta bebida se convirtió en uno de los productos farmacéuticos de
prescripción médica más populares de la época.
Mariani escribió varios artículos propagandísticos de
sus productos (elixir, pastas, pastillas, té, todo a base de coca), el más
difundido de los cuales fue «La coca y sus aplicaciones terapéuticas», en 1980.
Su vino ganó premios y medallas, en Inglaterra fue declarado «el vino de los
atletas», en Francia era considerado como «el tensor por excelencia de las
cuerdas vocales». Entre sus clientes figuraban conspicuos personajes, tales
como los Papas León XIII y Pío X, los escritores Emilio Zola, Julio Verne y
Alejandro Dumas, el científico Tomás A. Edison, el compositor Ulysses Grant, el
zar de Rusia, los reyes de España, Grecia, Noruega y Suecia, el Príncipe de
Gales y numerosos artistas y gentes del mundo del cine y del teatro.
En la misma época, la empresa farmacéutica
norteamericana Parke Davis vendía cocaína bajo forma de cigarrillos, en bebida
alcohólica llamada «Coca Cordial», así como en aerosoles, ungüentos, en
barritas y en soluciones de sal a punto para ser inyectadas.
Es muy probable que la popular Coca-Cola sea, en su
origen, una mala imitación del vino Mariani. Su inventor es un farmacéutico de
Georgia (Estados Unidos), John Sinyth Pemberton, que lanzó su bebida en 1895
como medicamento contra el dolor de cabeza y como estimulante. Su «secreto»
radicaba en que la nueva bebida contenía, aunque en ínfima dosis, cocaína. En
1186, Pemberton retiró de ella el alcohol y le añadió nuez de cola (que
contiene cafeína) y ciertas esencias agrias. En 1888 sustituyó el agua
ordinaria por agua gaseosa.
Fue en 1891 cuando Griggs Candler, otro farmacéutico,
compró todos los derechos relacionados con la Coca-Cola y, al año siguiente,
fundó la actual empresa multinacional. En 1906, la cocaína empezó a ser
ilegalizada en los Estados Unidos y los administradores de la «Coca-Cola
Company», como buenos hombres de negocios, se apresuraron a retirarla de la
fórmula secreta de la Coca-Cola y la reemplazaron con cafeína. Sin embargo, en
1909 aún existían en el mercado 69 imitaciones de la Coca-Cola, conteniendo
todas cocaína.
Datos básicos sobre
el mercado de la cocaína
El día 13 de julio de 1981 se realizó en Lima una
Conferencia de Ministros de Justicia y Delegados de 22 países para elaborar un
Convenio destinado a combatir el tráfico internacional de las drogas. En este
importante encuentro se dieron los siguientes datos.
- Los
tres países latinoamericanos más implicados en la comercialización y el
tráfico de la droga son Perú, Bolivia y Colombia.
- Entre
Bolivia y Perú producen el 90 % de la hoja de coca del mundo.
- A
Bolivia le corresponde el 60 % de esa producción.
- Colombia,
a través de sus laboratorios clandestinos, es el mayor productor de
clorhidrato de cocaína.
- La
demanda interna boliviana de hoja de coca es de 15.000 toneladas anuales.
- La
producción boliviana de hoja de coca en los últimos años alcanza a unas 80.000
toneladas métricas.
- El año
1980 se introdujeron en los Estados Unidos unas 40 toneladas de
clorhidrato de cocaína.
- En el
mercado primario, los 500 kilos de hoja de coca se cotizan a unos 1.200
dólares.
- Un kilo
de clorhidrato de cocaína, cuando llega a los Estados Unidos, vale 60.000
dólares.
- En la
reventa, ese kilo se convierte en 8 kilos a través de múltiples
adulteraciones, llegando a valer hasta 500.000 dólares.
- El
valor de las ventas totales de cocaína en las calles de las ciudades de
los Estados Unidos supuso un gasto de unos 30.000 millones de dólares.
De estos datos se desprenden dos conclusiones
importantes:
1. Que en realidad el dinero que sale de los Estados
Unidos para pagar la cocaína es de unos 2.400 millones de dólares, quedando en
manos de los grupos mafiosos de ese país la fabulosa cifra de 27.600 millones
de dólares. Es, por lo tanto, un problema prioritario interno de los Estados
Unidos.
2. En todo este proceso, mientras la cocaína va
perdiendo pureza aumenta, sin embargo, su valor. El problema de la adulteración
y el de la subida exorbitante de los precios también son aspectos netamente
internos de los Estados Unidos.
Drogas
decomisadas en todo el
mundo (datos comparativos entre los años 1947 y 1980)
Año 1947
|
Año 1980
|
|
Opio
|
41.845 Kg
|
51.785 Kg.
|
Morfina
|
264 Kg.
|
1.487 Kg
|
Heroína
|
187 Kg.
|
2.511 Kg
|
Otros
opiáceos (dosis)
|
148.033
Ds.
|
452.577
Ds.
|
Cocaína
|
41 Kg
|
11.967 Kg.
|
Cannabis
(hierba)
|
2.355.354
|
Kg.
5.521.296 Kg.
|
Cannabis
(resina)
|
45.877 Kg.
|
140.445
Kg.
|
Cannabis
(líquida)
|
336 Kg
|
1.025 Kg
|
Estupefacientes
sintéticos
|
148.000 Ds
|
241.798
Ds.
|
Estimulantes
|
5.775.978
Ds.
|
30.628.662
Ds.
|
Depresivos
|
849.960 Ds
|
25.291.507
Ds.
|
LSD
|
13 7.3 10
Ds.
|
284.504 Ds
|
Otros
alucinógenos
|
3.845.020
Ds.
|
7.785.830
Ds.
|
Fuente: Comisión de Estupefacientes de las
Naciones Unidas 1981.
Analizando las listas de las personas que están presas
en las cárceles de Bolivia por tráfico, por elaboración o por consumo de
cocaína se llega a las siguientes conclusiones:
- La
mayoría de los detenidos son hombres y mujeres de condición muy humilde,
meros colaboradores o peones en la elaboración o el transporte
(generalmente a pie) de la pasta básica.
- La
mayor parte de las señoritas presas lo están por haber colaborado
personalmente en el tráfico internacional de cocaína. La mayoría lo ha
hecho por necesidad económica, ya que se les pagaba 5.000 dólares por cada
viaje.
- Es muy
alto el número de extranjeros presos en Bolivia, correspondiendo el número
más elevado a los ciudadanos de los Estados Unidos y en segundo lugar a
los de Colombia.
- Entre
los detenidos se puede decir que no se encuentra ninguno de los grandes.
«Los peces gordos», tanto militares como civiles, siguen «gozando de buena
salud». De los tres importantes que permanecen detenidos, dos están en
Estados Unidos (Alfredo Gutiérrez y Marcelo Ibáñez) y uno en Suiza
(Roberto Suárez Levi, hijo).
- La
palabra «prófugo» que emplean los Servicios de Seguridad bolivianos cuando
se refieren a los narcotraficantes que no están presos, en realidad
significa que siguen gozando de total libertad, ya que no se ha abierto
proceso contra ellos.
La Paz, 15 de enero de 1982.- Jefes militares de
Bolivia y Argentina afirmaron en La Paz que proseguirán luchando unidos contra
el extremismo internacional, al tiempo que enunciaban críticas al proceso
democrático que vivió Bolivia en 1979 y a los «guerrilleros de salón», entre
los que se mencionó a los editorialistas.
Los planteamientos fueron formulados durante la
condecoración a tres oficiales de la Misión Militar argentina que prestaron
asesoramiento al Ejército boliviano. Se trata de los tenientes coroneles Julio
César Durand, Benjamín Cristoroforetti y Osvaldo Guarnaccia.
Durand manifestó que «hoy como ayer, un puñado de
soldados argentinos, integrando el Ejército boliviano, lucha por preservar la
libertad que ambos países obtuvieron en los albores de la liberación americana».
Luego hizo un balance histórico de esa tarea y reveló que «no hace muchos
meses, en el proceso político boliviano, en el que siglas, frentes, etc.,
pugnaron por alcanzar el poder político, se debatieron intereses
internacionales, directamente en convivencia con la delincuencia ideológica».
(Tomado de «El Diario», de La Paz, reproducido en «Resumen de la actualidad
argentina».)
Narcotráfico: Dos casos elocuentes
México, 9 de septiembre de 1982 (IPS). Elementos del
ejército y de la policía capturaron en el sur del país, luego de un
enfrentamiento a tiros, una banda de cinco traficantes de droga que
transportaban a Estados Unidos 343 kilogramos de cocaína pura procedente de
Colombia, se informó hoy aquí.
El contrabando, el más grande que se ha registrado en
México, venía en una avioneta bimotora «Cesna» con matricula norteamericana,
que fue sorprendida por el ejército cuando sus tripulantes la reabastecían de
combustible en una pista clandestina ubicada en las cercanías de la ciudad de
Palenque, en el Estado sureño de Chiapas.
Según un portavoz policial, el grupo de contrabandistas
está compuesto por Richard Lyman Pitt, ex piloto de la Fuerza Aérea
estadounidense, Michael Joseph Culler, James Scott y Gayla Stieffel, todos
norteamericanos y aviadores y, los tres primeros, ex combatientes en Vietnam.
El quinto es Alfonso Santander, de nacionalidad mexicana y residente en Miami.
La droga incautada tiene un valor aproximado de 490
millones de dólares en el mercado negro de Estados Unidos, según las
estimaciones policiales.
Durante su confesión ante la policía mexicana, el
piloto Pitt indicó que éste era el tercer viaje que realizaba con droga
procedente de Colombia, utilizando a México como trampolín. El primero lo
efectuó en enero pasado, cuando transportó 174 kilogramos de cocaína, por la
cual le pagaron 174 mil dólares.
Durante el segundo viaje transportó 120 kilogramos e
igual que en anterior hizo una escala técnica en una pista clandestina en el
Estado oriental de Quintana Roo.
Según la versión policial, Pitt revelé que había
efectuado estos viajes por cuenta de un grupo de contrabandistas de droga, cuya
sede central está en Miami y entre los cuales mencionó a Angel García, un
cubano nacionalizado norteamericano, quien le contrató personalmente.
La policía mexicana añadió, a su vez, los nombres de
los colombianos César Romero y Kick Rodríguez y al jamaiquino Jaime Ramírez,
quienes presumiblemente radican en Miami, como miembros de esta banda
internacional de narcotraficantes.
Los cinco detenidos fueron puestos hoy a disposición
de un juzgado criminal de esta capital, que los enjuiciará por delitos contra
la salud y contrabando, señalaron los portavoces policiales.
Río de Janeiro, 30 de septiembre de 1982 (IPS). La
policía federal anunció hoy la captura de la mayor partida de narcóticos de que
se tenga noticia en el país: 100 kilos de cocaína pura, valuados en casi 100
millones de dólares, interceptados en la localidad de Cerqueira César, Estado
de San Pablo.
La droga era transportada en un avión bimotor
«Seneca», procedente de Corumbá, en la frontera boliviana. Se señaló que el
responsable del contrabando es el Cónsul de Bolivia en Corumbá, Rubén Julio
Saucedo, de 33 años.
Saucedo fue sorprendido por la policía en la casa de
una hacienda de Cerqueira César cuando cargaba un saco de cuatro kilos de
cocaína. En el interior de la casa fueron encontrados otros 24 sacos, que
acababan de ser descargados del avión.
La policía conjetura que la banda de Saucedo ya había
conseguido con anterioridad pasar varias partidas de cocaína y todo indica que
la última vez que lo hicieron lograron introducir casi 150 kilos de cocaína
pura.
Los traficantes, que comenzaron a prestar testimonio
hoy, confesaron que el destino final del cargamento de cocaína era Estados
Unidos, donde Saucedo tiene varios contactos. El Cónsul, dijo la policía
brasileña, es hijo de Rubén Julio Castro, quien desempeñó un alto cargo en el
Ministerio de Gobierno de Bolivia durante la presidencia del general Hugo
Bánzer.
Una de las causas, si no la principal, de la
inestabilidad política de Bolivia es, a todas luces, el tristemente célebre
fenómeno del golpismo militar. La imagen pública de Bolivia aparece en todo el
mundo indisolublemente asociada a la del golpe militar; como si fuese una
enfermedad endémica, como si fuese un producto típico, como si perteneciese al
folklore nacional. Así como «Bolivia» y «cocaína» aparecen inseparables en la
memoria de la opinión pública internacional, también «Bolivia» y «golpismo»
suelen jugar el rol de sinónimos. En las enciclopedias y atlas mundiales,
Bolivia figura batiendo todos los récords mundiales en frecuencia de golpes
militares. En la ciencia política ya se ha acuñado el término de
«bolivianización» de un proceso político.
Desde que las Fuerzas Armadas se apoderaron del
Palacio de Gobierno el 4 de noviembre de 1964 (poniendo así fin a 12 años de
gobiernos civiles populistas), o sea, desde hace 18 años, se han producido en
Bolivia diecisiete cambios de gobierno, de los cuales nueve mediante golpes de
Estados militares y cinco mediante «golpe dentro del golpe». En estos mismos 18
años, han pasado por el sillón presidencial nada menos que 16 generales, almirantes
y coroneles, siendo el último de la lista (al cerrar esta edición) el General
Guido Vildoso Calderón. Decididamente, las Fuerzas Armadas son un auténtico
factor de inestabilidad política para Bolivia.
La conclusión anterior cobra aún más fuerza si se tiene
en cuenta que, generalmente, el golpismo engendra el contragolpismo y que en el
recuento anterior sólo figuran los golpes triunfantes. Un rápido vistazo a los
últimos diez años pone en evidencia la gravedad del problema. En 1972, al año
siguiente de haberse apoderado sangrientamente del gobierno, el General Bánzer
tuvo que enfrentar la defección de su primer ministro del Interior, el Coronel
Selich, el cual fue asesinado un año después tras dos intentos de desplazar a
Bánzer. En 1974, éste logró resistir al levantamiento de los oficiales jóvenes,
en junio, y a otro «putsch», en noviembre, después de lo cual consolidó su
dictadura por el excepcional lapso de tres años.
En julio de 1978, una vez fracasado el proyecto
banzerista de legitimar la dictadura mediante elecciones, el General Pereda
arrebata el gobierno a Bánzer para intentar implantar un «banzerismo sin
Bánzer» y es derrocado a su vez, en noviembre, por el General Padilla y los
oficiales jóvenes, quienes convocan a nuevas elecciones generales. En octubre
de 1979, sólo dos meses después de la instalación del primer gobierno civil
democráticamente elegido tras 15 años de gobiernos militares, una asonada
militar exige el retorno de los militares al Palacio de Gobierno. Al mes
siguiente, las FF.AA. derrocan al presidente constitucional Walter Guevara Arze
y apoyan el sangriento e infructuoso intento del Coronel Natusch de aplastar la
democracia.
El 17 de julio de 1980, otro golpe sangriento pone fin
definitivamente a la efímera «apertura democrática», destituye a la presidenta
interina Lidia Gueiler Tejada y coloca en la Presidencia de la República al
General García Meza. Un motín en el Colegio Militar, en marzo, dos intentonas
del Coronel Lanza en Cochabamba, en mayo, y el levantamiento de los Generales
Cayoja y Añez, en junio, preceden, a lo largo de un primer semestre de 1981
marcado por la desintegración de la unidad de las FF.AA., la sublevación de los
Generales Natusch y Añez, en agosto, que finalmente desplaza a García Meza. El
triunvirato que lo reemplaza sólo dura un mes: en septiembre, un «reajuste»
interno se salda con la promoción del General Torrelio a la Presidencia. En
julio de 1982, otra «operación» semejante sustituye a Torrelio con Vildoso...
hasta el próximo golpe.
Periodistas apresados al
tratar de entrevistar a Altmann
L.P.25.AP.- Un periodista y una fotógrafa del «New
York Times» fueron apresados el día 24 de agosto de 1981 durante cuatro horas
por agentes de Seguridad del Gobierno de Bolivia cuando intentaban entrevistar
a Klaus Altmann, un ex oficial nazi de las SS, en Cochabamba.
El apresamiento tuvo lugar después que la señora
Altmann (según oficiales del Servicio de Seguridad) los llamara por teléfono.
«Nosotros vimos al señor Altmann asomando a una
ventana de su residencia», dijo la fotógrafa Marisabel Villasante de
Schumacher, de Florida, y el periodista Peter McFarren, corresponsal de La Paz.
«Viajamos a Cochabamba con Edward Schumacher, director
de la oficina del 'New York Times', en Buenos Aires. El volvió a La Paz ayer
por la mañana, dejándonos instrucciones para entrevistar al señor Klaus
Altmann-Barbi», explicaron a The Associated Press.
«Estuvimos esperando fuera de la casa unos 45 minutos,
llamando a la puerta cada cierto tiempo, cuando fuimos detenidos. No se nos
acusó de violar ninguna ley. Nuestros interrogadores dijeron solamente que
habíamos sido 'imprudentes'. La policía local no intervino para nada», dijeron.
Según la señora de Schumacher y McFarren, fueron
llevados a la Sección Segunda de la Séptima División de Ejército, en un
vehículo del Servicio Especial de Seguridad (SES), escoltado por otro vehículo
de la Policía Militar.
«Fuimos interrogados separadamente y amenazados
físicamente. Se nos dijo incluso, que tendríamos que permanecer ahí por varios
días. Pero en ningún momento sufrimos abusos físicos», añadieron.
Ambos fueron liberados cuatro horas después de su
apresamiento.
Edward Schumacher presentó una denuncia ante la
Cancillería boliviana y en la Secretaría de Información de la Presidencia,
donde se le aseguró que el incidente sería investigado.
Klaus Altmann o Klaus Barbi es un ex oficial nazi de
la SS de Hitler, buscado actualmente por los gobiernos de Francia y de Alemania
Federal, acusado de numerosos crímenes de guerra, (Agencia AP. «Presencia»,
26-VIII-81.)
La secta de Sun Myung Moon
El 4 de septiembre de 1981, el matutino «Los Tiempos»,
de Cochabamba, reveló que «la secta religioso-política del predicador Sun Myung
Moon habría apoyado con la considerable suma de 5 millones de dólares el golpe
de Estado del General García Meza». Más aún: días antes del golpe, el
«visionario» Moon habría anunciado el inminente derrocamiento del gobierno
constitucional de la presidenta Gueiler.
El segundo hombre en importancia dentro de la secta,
el Coronel surcoreano Bo Hi Park, confirmó indirectamente lo anterior, pues fue
el primer visitante extranjero que se apresuró en felicitar a García Meza tras
el golpe. De regreso en los Estados Unidos, comentó: «Por fin el padre Moon va
a tener un país y pondrá su trono en la ciudad más alta del mundo (...). Moon
no quiere morir sin haber alcanzado la cumbre del poder en algún país y ha dado
instrucciones a sus seguidores para que trabajen en ese sentido.»
¿Quién es Moon? La revista norteamericana «Psychology
Today» caracteriza su ideología como «una mezcla de cristianismo pentecostal,
misticismo asiático, anticomunismo y psicología pop». La secta ha encontrado
abierta resistencia en muchas partes del mundo por utilizar técnicas para
«controlar la mente». También es ostensible su afán por servirse de los medios
de comunicación de masas.
La secta inició sus actividades en los Estados Unidos
en 1973 bajo el nombre de «Asociación del Espíritu Santo para la Unificación de
la Cristiandad Mundial», aunque se la conoce simplemente como «Iglesia de la
Unificación». Lo que más llama su atención es su vertiginoso crecimiento
económico. El seminario y la fastuosa mansión palaciega donde reside habitualmente
Moon, en Tarry Town (Nueva York), están evaluados en 12 millones de dólares.
También cuentan con grandes propiedades en la zona céntrica de Manhattan y en
los Estados de Massachusetts y Alaska.
Publican dos diarios en los Estados Unidos, uno de
ellos en castellano, el «Noticias del Mundo». En Uruguay iniciaron trámites
para instalar un hotel de cinco estrellas, una estación de TV y dos
radioemisoras. En Brasil también pretendían establecer una Universidad, pero
fueron denunciados por someter a sus adeptos a entrenamiento militar en las
cercanías de São Gabriel (Rio Grande do Sul).
He ahí otra de las fuentes de financiación del
fascismo en Bolivia. ¿O será que la secta también se enriquece con el tráfico
de drogas'?
La Cocaina en Europa :
El «Cocaine Express»
Las nuevas rutas del tráfico internacional de la
cocaína tienen como principal escala de tránsito hacia Europa la capital
española.
Según la información que actualmente maneja la
Interpol, el 80% de la cocaína que llega desde Bolivia, Perú y Colombia, se
distribuye a través del aeropuerto de Barajas, aduana que ofrece al traficante
amplias posibilidades de introducir la droga, ya que no dispone del sistema de
detección por radiografía. Debido a esto, el método más común para pasar la
droga sin que sea descubierta es el propio cuerpo, introduciendo en el recto o
en la vagina varios preservativos que van llenos de cocaína de alto grado de
pureza.
El aeropuerto de Barajas tiene un promedio de unos 400
vuelos diarios, lo que supone un enorme trabajo de control. En el momento
actual se está tramitando la adquisición del sistema de rayos X con el fin de
detectar la droga introducida en el cuerpo.
Los organismos de Seguridad calculan que apenas cae en
manos de la policía el 10% de la droga manejada por los narcotrafícantes. La Custome
and Excise Investigation Division, organismo internacional que controla toda la
información sobre las aduanas europeas, calcula que por el aeropuerto de
Barajas entran alrededor de 1.000 kilos de cocaína anualmente. La ruta clásica
parte de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) o de Bogotá, para
llegar hasta Barajas y desde ahí internarse en todo el mercado europeo. Entre
los expertos, a esta ruta se la denomina «COCAINE-EXPRESS».
La Droga de la
Moda y de la Muerte
Sólo en el año 1982 la cocaína causó, directa o
indirectamente, la muerte de varios artistas famosos como los actores John
Belushi y Patrick Dewaere y el cineasta Rainer Fassbinder.
De 1976 a estas fechas el número de muertos por abuso
de la cocaína se ha cuadriplicado y se ha sextuplicado el número de internados
por el uso indebido de esta droga. Según la revista «Fortune», entre los 500
productos más comercializados actualmente en el mundo la cocaína ocupa el
7.ºlugar.
La cocaína, según los médicos especializados, crea una
verdadera tempestad en el cerebro. Bajo su influencia el sistema nervioso se
transforma en una especie de «central telefónica sobrecargada». El sistema
nervioso no consigue controlar normalmente los impulsos e informaciones que le
llegan y la persona queda sobreexcitada.
Después de tomar grandes dosis o de un consumo
crónico, la cocaína puede acarrear problemas psicológicos o reacciones
paranoicas. La euforia puede transformarse en profunda depresión.
Poco se sabe con respecto a las dosis. Ningún
consumidor puede fijar su límite normal e ideal. Diez miligramos de cocaína
(que es la dosis normal) pueden proporcionar todas las sensaciones deseadas,
pero para los más sensibles, 30 miligramos pueden ser excesivos.
Los científicos han establecido que son mortales la
dosis de 800 a 1.430 miligramos para el uso oral. En cuanto al uso por
inyección puede llegar a ser fatal desde 100 miligramos hasta 2.500. En cuando
al uso por inhalación nasal es mortal la dosis de 22 hasta 260 miligramos.
(«Der Spiegel», «Facetas», 15-VIII-82.)
Paul Reutershan, ex sargento de la guerra del Vietnam,
murió a la edad de 27 años de cáncer, meses después de haber vuelto desde el
frente de batalla a los Estados Unidos. Antes de morir desató una polémica que
creó en cierto momento un verdadero drama nacional al acusar públicamente de
asesinato a la empresa multinacional DOW CHEMICAL y al gobierno de los Estados
Unidos.
Argumento principal de la acusación: El cáncer que
Paul padecía, así como el de muchos otros ex combatientes de la guerra del
Vietnam habría sido provocado por la exposición prolongada de sus cuerpos a una
sustancia química defoliante, fabricada por la Dow Chemical y que las tropas
norteamericanas lanzaban sobre las selvas del Vietnam para arrasar con toda la
vegetación. A este producto el Pentágono le asignó el nombre de código «AGENT
ORANGE» («Agente Naranja»). Al morir Paul debía más de 40.000 dólares en
cuentas a hospitales y médicos.
Entre 1962 y 1970 se destruyeron en Vietnam tres
millones de hectáreas de selva. A este crimen ecológico se le denominó
militarmente «OPERACION PLUTON». El «Agente Naranja», especie de hormonas
sintéticas, destruyó totalmente millones de árboles y plantas, matando además
toda la fauna de la región, con una rapidez impresionante. Pero la diseminación
cancerígena no era menos nefasta para los agresores.
El «Agente Naranja» es una mezcla de dos sustancias
químicas: el ácido triclorofinoxiacético con un subproducto llamado dioxina. La
dioxina ha sido definida como «la más tóxica de todas las sustancias fabricadas
por el hombre». (Doctor Barry Commoner.) La dioxina es un veneno tan poderoso
que solamente 84 gramos colocados en el agua potable matarían instantáneamente
a los 10 millones de habitantes de una gran ciudad. Es además un agente
deformador un millón de veces más poderoso que la talidomida y un elemento
cancerígeno potencial. Pero hasta que en 1970 las presiones de la opinión
pública, estimulada por ecologistas y científicos, obligó al gobierno de los
Estados Unidos a suspender la «Operación Plutón» ya habían sido desparramados
sobre el Vietnam cerca de 70 kilos del «agente naranja».
En la Convención de Ginebra, donde se buscaba firmar
un tratado para la erradicación de las armas biológicas, químicas y
bacteriológicas, los Estados Unidos consiguieron que los «herbicidas» fueran
catalogados como «defoliantes» y no como armamento químico.
En la desesperada y desigual lucha del pobre ex
sargento Paul Reutershan con el gobierno de los Estados Unidos y contra la Dow
Chemical fundó una organización denominada Agent Orange Victims International.
Uno de los científicos que asesora a esta organización declara: «Es imposible
afirmar con precisión la cantidad de dioxina que penetró en los tejidos del
cuerpo de más de dos millones de soldados norteamericanos que pasaron por el
Vietnam, pero la opinión nuestra es que esa cantidad fue lo bastante grande
como para generar repercusiones devastadoras.»
Toda la ironía y el drama humano causado por esta
especie de «bomba reloj» están contenidas en la frase que Paul Reutershan
pronunció pocas horas antes de morir: «Yo ya morí en el Vietnam y ni siquiera
lo sabía ... » («Penthouse International», V-1976. Martha Tarbell.)
El detonante para que en Estados Unidos se produjera
una escalada incontrolable en el consumo de las drogas y, sobre todo, de la
cocaína, fue la guerra del Vietnam.
La revista «Visión» nada sospechosa de
antinorteamericanismo, afirma: «La contradictoria posición de los Estados
Unidos. el mayor cliente mundial de las drogas, se expresa en que, por una
parte, trata de frenar la producción y el tráfico, sobre todo en otros países,
y, por otro, cierra los ojos y aun favorece a los productores y a los
consumidores dentro de su propio país. Este hecho constituye el aliciente
principal para el acelerado aumento del comercio ilícito.
Las propuestas para la legalización del uso de las
drogas parece, finalmente, unta como mal menor o, cuando menos, de haber ganado
la batalla y ya se apunta como mal menor o, cuando menos, de más bajo costo
para la economía nacional. Todo hace suponer que en breve en los Estados Unidos
el uso de las drogas será similar al uso del alcohol o del tabaco.
Hay otros estimulantes producidos legalmente en los
Estados Unidos: el valium fue prescrito medicalmente; sólo en el año 1970, en
51 millones de recetas, habiéndose vendido en ese sólo año 32 millones de
píldoras. En la actualidad esas cantidades posiblemente se han duplicado.
Alcanzan a millones y millones las ventas anuales de tranquilizantes,
hipnóticos, antidepresivos y calmantes.
El alcoholismo le cuesta anualmente a Estados Unidos
45.000 millones de dólares, de los cuales 20.000 millones corresponden a
pérdidas de producción, 16.000 millones a gastos de salud y servicios sociales
y 5.500 millones a accidentes automovilísticos. Los automovilistas que conducen
en estado de ebriedad dan muerte en atropellos a 30.000 personas anualmente y
dejan malheridas a 120.000.
Tanto la heroína como la marihuana se pueden conseguir
en cualquier barrio de las ciudades de los Estados Unidos. El único
inconveniente para adquirir la cocaína es su alto precio, que llega a costar
2.200 dólares la onza.
En Estados Unidos se venden libremente manuales en los
que se enseña alpúblico consumidor dónde conseguir las drogas, cómo
reconocerlas, cómo comprobar su calidad y cómo purificarlas. Con respecto a la
cocaína el manual más conocido se titula «The Cocaine Hand Book».
Diez años de lucha en contra de las drogas han
resultado un total fracaso debido, sobre todo, a que la política de Estados
Unidos con respecto a los estupefacientes ha sido ambigua y, no pocas veces,
contradictoria. («Res. Visión», 8-11-1982.)
Nota:
1. Dos «tambores» constituyen una «carga»
(125 libras), que es la unidad de comercialización de la coca en Bolivia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario