PLAZA DE ARMAS ORURO, LUGAR CONSTRUIDO CON SABOR FRANCÉS
Este artículo apareció publicado en el periódico
El Diario de La Paz el 6 de Marzo de 2016
La Plaza de Armas de Oruro, hoy denominado
10 de Febrero en honor a la Revolución de 1781, es un lugar especial,
construido con sabor francés, incluyendo los decorados y edificios que se
encuentran a su alrededor, como para conocerlo, admirarlo y sentirse más
orureño.
Rodney
Rojas Romero publicó una reliquia de 1912, en aquella ya conocida página
apasionante de Fotos Antiguas Oruro, que se puede encontrar en el Facebook,
para recordar la forma en que vivían los orureños hace más de cien años y para
comprar cómo es hoy la ciudad que trata de llegar a la modernidad, en medio de
la pobreza.
Aquella
imagen muestra la fuente principal colocada precisamente en 1912. El documento
refiere que es “uno de los sitios más impresionantes de la plaza 10 de Febrero,
principalmente para los turistas que llegan a la Alta Tierra de los Urus, es la
fuente de agua, cuyo diseño es francés y la data de su emplazamiento fue 1912”,
textual.
La
fuente de agua tiene querubines, animales silvestres, como leones, canes, aves,
peces, flores y diseños eclécticos en su estructura se complementan con el
cuerpo de una esbelta mujer que está en la cima de toda esa belleza
arquitectónica traída desde Francia.
En
efecto, aquella fuente fue transportada en barco, desde Francia hasta
Antofagasta y desde ese puerto, hoy chileno, ingresó por ferrocarril hasta
Oruro, durante la época más brillante de la economía de esta ciudad, que
entonces se denominada Capital Industrial de Bolivia, por la existencia de las
industrias más grandes de Bolivia, empezando por el ferrocarril, servicio de
teléfonos, los mejores bancos y en gran cantidad, empresas de cerveza con agua
de los manantiales de Cala Cala, en la zona Este, en combinación con el intenso
comercio.
ORURO
CENTRO MINERO
Sin
embargo, los decorados eran franceses. Ahí empezó la combinación de arte. La
fuente de agua tiene un sello de la empresa fundidora de Francia: “Fonderies
d´art Val D´osne 58 B Voltaire Paris A.J.”. No era la única fuente traída a
Oruro, sino también la que se encuentra en La Ranchería.
Durante
décadas, aquellas fuentes no funcionaban, pero con una limpieza, el trabajo
técnico, hoy han vuelto a tener vida y expulsan agua por los pequeños orificios
que llaman la atención a propios y extraños. Son objetos de bronce que atraen
particularmente a los niños y jóvenes, porque quieren jugar ahí, subir a los
decorados, a los animales que, también de bronce, completan el atractivo.
El
pasado año se hizo una limpieza y readecuación de esos objetos. Hoy se pueden
apreciar mejor con el esplendor de los decorados con sabor francés, gracias al
trabajo de Finelez Llanque y Tito Yugar, dos artistas orureños que ofrecen sus
servicios para preservar lo que es nuestro.
Según
esa publicación, atribuida a Miguel Irigoyen Castro, imágenes históricas de
Oruro, “la fuente de la Plaza 10 de Febrero, ahora luce coqueta y el agua le da
vida, como centro de energía de la Alta Tierra de los Urus”.
Pero,
no solamente es el decorado, lo que llama la atención, sino también la
construcción de edificios, como el Palais Concert, el edificio de la misma
Municipalidad de Oruro y el edificio de la Gobernación Departamental, que antes
se denominaba Prefectura, ornamentado con arcos, para que por debajo, la gente
se proteja del sol o de la lluvia, de acuerdo a la época.
El
Palais Concert (Palacio de Conciertos) de Oruro, no es lo mismo que el Palais
Concert de Lima, Perú, famoso por ser un café, cine y bar, que ha sido
estrenado en 1913, sino que el edificio de esta ciudad minera ha sido concluida
en 1918, siguiendo la efervescencia arquitectónica francesa. Es aún hoy, un
edificio de tres plantas para cine, con luneta, platea y galería, pero hay poca
actividad al respecto y se encuentra a cargo de la Gobernación, pero el sabor
francés se mantiene.
El
edificio fue construido en base al diseño de José Cosani, un arquitecto
italiano, que estaba impregnado de la magnificencia corriente francés,
solventado por Juan Luzio, un peruano que quería tener una reliquia en Oruro.
Dentro
de dos años, se cumplirán 100 años del Palais Concert de Oruro. Hoy, las gradas
tienen ruidos de vejestorio. Algunos decorados están deteriorados, a pesar de
la preservación que se hizo hace más de 20 años. El edificio funciona con
oficinas de la Gobernación, Secretaría de Culturas, pero aún no se ha tomado en
serio su preservación y mantenimiento, a pesar de las constantes promesas.
La
historia de Oruro, no solo está impregnado por quienes han nacido en esta
tierra, sino por quienes fueron y son indígenas urus, por los españoles,
franceses, alemanes, ingleses, árabes, israelitas y otros, en menor cuantía,
para convertirse en la ciudad de cultura y folklore, con una mezcla de minería
y agricultura, pero esencialmente con un sabor francés que casi todos
ignoramos.
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