LIMITES ORIGINALES DE CHILE
Este artículo fue extractado de: www.oocities.org
Datos oficiales de la época colonial ponen de
manifiesto que el despoblado de Atacama no perteneció jamás a Chile. En efecto,
las cédulas reales del 1 de octubre de 1803 y la del 17 de marzo de 1805
establecen definitivamente el límite norte de Chile en el paralelo 25º, 21',
26", es decir, en el río Paposo. De modo que el despoblado de Atacama
quedaba fuera del territorio chileno. Las primeras constituciones chilenas
corroboran este dato. Por ejemplo, la de 1833 establece claramente que:
"El territorio de Chile se extiende desde el
desierto de Atacama hasta el Cabo de Hornos, y desde la Cordillera de los Andes
hasta el mar Pacífico".
Al comentar esta constitución, el prestigioso
jurisconsulto chileno, don José Victorino Lastarria, aclaró el significado de
este Artículo Primero:
"Chile ha extendido siempre su imperio y
jurisdicción en el norte hasta el territorio del Paposo y Bahía de Nuestra
Señora" (Estudios Políticos y Constitucionales. Constitución de Chile
Comentada).
Siendo este el caso, ¿con qué derecho pudo el
Presidente Manuel Bulnes Prieto firmar la Ley del 31 de octubre de 1842,
mediante la cual se declaraba de propiedad chilena las guaneras ubicadas en el
norte hasta el grado 23º, 6' de latitud sur? Es decir, todo el despoblado de
Atacama.
"Al fijar el límite norte de Chile en el grado 23
[...], el Presidente Bulnes tomó posesión de comarcas baldías, que creía
sinceramente comprendidas en el territorio de la República" (Francisco
Antonio Encina, Historia de Chile).
Esto significa que la anexión del despoblado de
Atacama, con sus enormes riquezas en nitrato de sodio, bórax, plata, guano,
cobre al territorio nacional se basó únicamente en un sentimiento subjetivo del
Presidente Bulnes y en la codicia de los grupos económicos de la época. Ningún
título de propiedad, legal o histórico, excepto el que da la fuerza.
Esa es la verdad histórica con respecto a los
pretendidos derechos de Chile sobre el despoblado de Atacama.
En el presente se enseña que Bolivia nunca tuvo
litoral, y que el desierto de Atacama siempre estuvo en territorio chileno,
pero tales enseñanzas no concuerdan con las cédulas reales de octubre de 1803 y
marzo de 1805, ni con las primeras constituciones chilenas, ni con la
autorizada aclaración del señor Lastarria. Este es, pues, uno de los casos en
que la verdad ha sido adulterada, y es así como se presenta a los estudiantes
en Chile.
A pesar de que se ha demostrado hasta la saciedad que
Bolivia nació con una larga franja costera, que corre a lo largo del desierto
de Atacama, desde el río Salado hasta el río Loa, algunos desinformados, o mal
informados, suelen seguir repitiendo, incansablemente, que este país nunca tuvo
costas.
Después de que Chile, sin respaldo jurídico o
histórico, dictó la ley del 31 de octubre de 1842, fijara su frontera por el
norte en el paralelo 23 (a la altura de la bahía de Mejillones), el litoral
boliviano quedó reducido a la extensión que va desde el paralelo 23 hasta el
paralelo 21º 27' en el río Loa. Chile reconoció esta franja de litoral como
propiedad legítima de Bolivia. Como resultado de la Guerra del Pacífico, Chile
"reivindicó" el territorio hasta el paralelo 23. El resto, desde la
Bahía de Mejillones hasta el río Loa, lo mantuvo "en custodia" hasta
1904, fecha en que por medio de un tratado Bolivia cedía su litoral a Chile a
cambio de algunos requisitos que ellos afirman que Chile no ha cumplido. Por
eso quieren que ese tratado se revise.
El escritor chileno Oscar Pinochet de la Barra, nos da
más luz sobre esto:
"Afirma [el historiador] Bulnes que [el Presidente]
Santa María estaba preocupado por hacer chileno el litoral boliviano ,
que nos separaba de la recién conquistada provincia peruana de Tarapacá".
"Conviene recordar algo que los chilenos olvidan,
y que es importante: los 300 kilómetros de costa y territorio interior
bolivianos tenían un doble origen. Desde la desembocadura del Loa (21º 27º)
hasta Mejillones (23º), un título aceptado tácitamente por Chile; entre los
paralelos 23º y 24º, un título que nacía delos tratados chileno-bolivianos de
1866 y 1874, Chile recuperó, durante la Guerra del Pacífico, este segundo
territorio. El primero lo administró por veinte años, de 1884 a 1904, con el
deseo de cambiárselo a Bolivia por Tacna y Arica. Comenta Gonzalo Bulnes: 'Lo
que tenía en vista era obtener con Tacna y Arica la cesión definitiva del
litoral...". (96)
Esa es la razón del siguiente artículo del Pacto de
Tregua del 4 de abril de 1884, que especifica:
"II. La República de Chile, durante la vigencia
de esta tregua, continuará gobernando con sujeción al régimen político y
administrativo que establece la ley chilena, los territorios comprendidos desde
el paralelo 23 hasta la desembocadura del río Loa en el Pacífico".
Don Bernardo O'Higgins afirmó también reconoció que,
en el mejor de los casos, Chile empezaba por el norte desde la Bahía de
Mejillones hacia el sur. En una carta escrita durante su exilio desde Lima el
20 de agosto de 1831, dirigida al capitán Coghlan de la Marina Real Inglesa, él
dijo:
" Chile viejo y nuevo se extiende en el
Pacífico desde la bahía de Mejilloneshasta Nueva Shetland del Sur en latitud
65ª sur".
Con esta declaración, el Padre de la Patria admitía
tácitamente que desde ese punto hacia el norte el litoral pertenecía a otro
país. ¿A cuál? Dejemos que otro prominente personaje chileno nos dé la
respuesta:
"La República no tiene otros límites marítimos al
oriente que sus costas patagónicas, desde la embocadura del río Negro hasta el
Estrecho de Magallanes, y al occidente, el mar Pacífico, desde el Cabo de
Hornos hasta el paralelo de Mejillones".
"Chile occidental [...] se encuentra comprendido
entre el paralelo de Mejillones, en la frontera de Bolivia..."
"En el cabo Froward es donde comienza el continente
occidental de Chile para terminar en Mejillones, sobre la frontera de
Bolivia". (97)
En un estudio sobre la geografía náutica de Bolivia,
el capitán de fragata, Sr. Ramón Vidal Gormáz, entrega los siguientes datos:
"La república boliviana, llamada anteriormente
Alto Perú, se halla limitada [...] al S. por Chile y al O. por el Océano
Pacífico".
" El desierto de Atacama .-- La
extensión litoral que se prolonga desde Copiapó, en Chile, hasta el
paralelo 20º en el litoral del Perú, por cuatrocientos veinte millas o más
[...]. Esta desolada comarca, que mide más de cincuenta mil millas cuadradas,
constituye lo que se llama propiamente el desierto de Atacama".
" Límite litoral chileno-boliviano .-- Este
límite es el paralelo de 24º S . corriendo desde el mar hasta la parte más
culminante de los Andes. Cerca de la playa se ha erigido una pirámide blanca
visible desde el mar y se halla, según las operaciones del señor A. Pissis, por
23º 58' 11" de latitud. Por frente a ella se encuentra un farallón llamado
la isla del nido y sirve como aquella para señalar en la marina el paralelo de
24º, con muy corta distancia". (98
Un célebre plenipotenciario chileno ante el Gobierno
boliviano, envió una nota a la Cancillería de Bolivia el 13 de agosto de 1900
declarando, en parte :
"Es un error muy esparcido y que se repite
diariamente en la prensa y en la calle, el opinar que Bolivia tiene derecho a
exigir un puerto en compensación de su litoral.No hay tal cosa. Chile
ha ocupado el litoral y se ha apoderado de él[...].Terminada la guerra, la
nación vencedora impone sus condiciones que exigen el pago de los gastos
ocasionados. Bolivia fue vencida, no tenía con qué pagar y entregó el
litoral ". (99)
En este párrafo, el Sr. König, en nombre del Gobierno
de Chile, reconoce que Bolivia tenía un litoral propio, y que Chile se hizo
pago de ese litoral como "pago de los gastos ocasionados".
Además, en una nota que el Ministro de RR. EE. de
Chile, Sr. Rafael Errázuriz Urmeneta, envió a sus legaciones en el exterior el
30 de septiembre de 1900 con el propósito de explicar los alcances de las
expresiones emitidas por su plenipotenciario en La Paz, se confirma,
nuevamente, que a Bolivia aún le quedaba una corta franja de litoral propio:
"Al término de aquella guerra a que fuimos
provocados y que tan incalculables sacrificios impuso a nuestro país, el
Perú transfirió a Chile, a título de indemnización bélica, su departamento de
Tarapacá. Quedó entonces, entre el antiguo límite del norte de Chile y el
límite sur del departamento incorporado, es decir, entre el paralelo 23 y la
desembocadura del río Loa, una angosta y poco valiosa zona del litoral boliviano ,
que se interponía como solución de continuidad en el territorio de la
república. Faltaba, además, arreglar la indemnización que Bolivia debía por los
perjuicios causados en la guerra, en que ella envolvió a tres naciones.
Cualquiera de estos dos títulos bastaba para justificar la adquisición por
Chile de aquella estrecha faja de suelo que, como queda dicho, no tenía más
valor material que el que le diera el trabajo y el capital chileno. Ambos
puntos y sobre todo la necesidad fundamental, ineludible, de no dejar
interrumpida la continuidad del territorio nacional, imponía a Chile, por la
razón de existencia, la posesión del escaso litoral boliviano. La
adquisición de Tarapacá, sin la faja de suelo que se interpone entre él y
nuestro límite norte, habría sido no sólo irrisoria y peligrosa, sino
naturalmente absurda".
Pasando caritativamente por alto la observación del
canciller Errázuriz Urmeneta, de que la zona del litoral boliviano era
"angosta y poco valiosa", lo cual, evidentemente, se contradice con
la declaración de su Ministro König, quien dijo que "el litoral es rico y
vale muchos millones; eso ya lo sabíamos. Lo guardamos porque vale", lo
que importa es que el Gobierno de Chile, por medio de su canciller, reconocía
que Bolivia tenía litoral propio en el Pacífico, " entre el paralelo
23 y la desembocadura del río Loa ".
Es fácil demostrar que Bolivia nació con litoral
propio en las costas del Pacífico. Ni siquiera hay que remitirse a los viejos
archivos de Indias, ni sumergirse en las leyes virreinales españolas que se
hicieron para establecer los límites de las respectivas audiencias creadas por
la Corona. Basta acudir a las fuentes chilenas para dejar el asunto
definitivamente zanjado. Yo sólo he mencionado algunos ejemplos, pero la lista
puede expandirse considerablemente.
(96) Oscar
Pinochet de la Barra, ¿Puerto Para Bolivia? Centenaria Negociación(Editorial
Salesiana: Santiago de Chile, 1987)
(98) Ramón
Vidal Gormáz, Geografía Náutica de Bolivia, ( publicado originalmente
en el Diario Oficial de Chile , el 24 de febrero de 1879, Santiago,
Chile)
(99) Abraham
König Velásquez, Memorias Íntimas, Políticas y Diplomáticas de don Abraham
König, Ministro de Chile en Bolivia, Imprenta Cervantes: Santiago de
Chile, 1927)
Y dale con llorar como mujeres lo que no supieron defender como hombres, bolivianos pencas.
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