HEROÍSMO BOLIVIANO EN LA GUERRA DEL PACÍFICO
Por: Patricia Barriga y Verónica Pérez -
Periodistas / Este articulo aparecio publicado en el periodico La Patria de Oruro el 23 de Marzo de 2016.
EDUARDO ABAROA
Eduardo Abaroa Hidalgo es conocido por su frase célebre "¿Rendirme
yo?...que se rinda su abuela c…..", durante la invasión chilena, cuando
los usurpadores le ordenaron que se rinda.
Nació en San Pedro de Atacama el 13 de octubre de 1838 y falleció en Calama el
23 de marzo de 1879, fue militar y empresario boliviano.
Se incorporó a las tropas bolivianas cuando los chilenos invadieron el
territorio de Bolivia en 1879 y lideró la resistencia civil en la batalla de
Topáter, puente en el cual murió.
Era hijo de Juan Abaroa y Benita Hidalgo y se casó con Irene Rivero, y sus
hijos fueron Andrónico, Eugenia, Antonia y Juan Eduardo.
Trabajaba en una mina de plata en el departamento del Litoral, que pertenecía a
Bolivia.
Abaroa fue el primer civil en ofrecerse como voluntario al coronel de milicias,
don Ladislao Cabrera, siendo su brazo derecho en los preparativos de la
defensa.
Pese al consejo que le hizo Cabrera de volver con su familia, se reusó haciendo
prevalecer su condición de boliviano, y quedándose a defender su territorio
patrio.
Fue incorporado en la milicia como coronel, estuvo al mando de la misión para
defender el actual puente Topáter, que estaba sobre el río Loa y el acceso por el
lado Sur a la ciudad de Calama.
Su decisión de luchar fue inquebrantable, por lo que no se quedó en las
trincheras del Topáter, sino que cruzó el río junto con el mayor Patiño, el
oficial Burgos y los ocho fusileros, quienes cayeron prisioneros.
Chilenos relataron que se sorprendieron al constatar que un boliviano comenzara
a disparar a más de 100 hombres, que pasarían por allí, dio batalla y se hizo
imposible pillarlo.
Un día anterior Abaroa se había entrevistado con el coronel Villagrán, que
estaba a cargo del destacamento chileno, quien consideró la acción como
temeraria, pero patriótica, entonces dio la orden de no matarlo, pero pasadas
las horas y con varios soldados chilenos heridos, lo conminó a rendirse.
"¡Ríndase!"
El grito resonó en el Topáter, siendo la respuesta llena de orgullo y de la
sinrazón de quienes combaten:
"¿Rendirme yo ?... ¡Qué se rinda su abuela, c...!".
Al celebrarse el 73 aniversario de su muerte, en 1952 se repatrió el cuerpo de
Abaroa, con honores, y fue enterrado en la Plaza que lleva su nombre. Es en
honor a este mártir boliviano que se celebra cada 23 de marzo el Día del Mar.
GENOVEVA RÍOS
El 14 de febrero de 1879, el comandante de la milicia chilena, coronel Emilio
Sotomayor envió una nota exigiendo la rendición al prefecto del departamento
Litoral, en ese entonces el también coronel Severino Zapata.
La nota además pedía la desocupación del puerto, pero el prefecto molesto por
la invasión se negó a entregar Antofagasta.
Junto al emisario que llevó la nota, desembarcaron dos compañías de soldados,
quienes detuvieron sus cañones en las esquinas, mientras los buques disparaban
con el fin de amedrentar a la población que estaba indefensa en Bolivia.
Aproximadamente a las 11:00 horas los invasores habían tomado todo el puerto de
Antofagasta, rodearon la Prefectura y arrancaron el Escudo que estaba en el
frontis y lo destrozaron.
Sin embargo, no se dieron cuenta que todavía flameaba altiva la tricolor
boliviana en el edificio de la Intendencia de la Policía.
Hubo alguien que la vio, era una niña que de forma heroica decidió sustraerla y
salvarla de los ultrajes y ofensa del enemigo. Genoveva Ríos, así se llamaba la
pequeña heroína, que volvió al lugar, se escabulló por una ventana y
desatándola se apoderó del pendón patrio, escondiéndola bajo su vestido, como
si estuviera protegiendo la misma imagen de la Patria.
Actualmente la bandera que flameó en Antofagasta, se encuentra en el museo de
la Sociedad Geográfica y de Historia en la ciudad de Sucre.
En una carta a la Sociedad Geográfica Sucre, Genoveva Ríos expresó que en su
última visita al puerto de Iquique recibió el encargo del cónsul de Bolivia,
Arístides Moreno, para repatriar la bandera que flameó en la intendencia Policial
de Antofagasta, cuando las fuerzas chilenas invadieron el puerto.
Lo que cumplió al enviarla para que los bolivianos tengan esa reliquia, y
recuerden la acción valiente de una niña que demostró su amor por su patria,
incluso exponiendo su vida, al salvar la tricolor nacional de manos invasoras.
LADISLAO CABRERA
Ladislao Cabrera es considerado un héroe de la Guerra del Pacífico debido a su
defensa en Calama, pues enterado del asalto de Antofagasta por parte del
ejército chileno, organizó la defensa de esta ciudad en 1879 junto al
subprefecto Fidel Lara y a Eduardo Abaroa.
Cabrera logró reunir a 135 bolivianos con los que se enfrentó al ejército
enemigo, mientras que el chileno contaba con más de 500 hombres bien armados y
entrenados.
La diferencia entre estos bandos, no solo era en cantidad de hombres, sino
también en armamento, pues el ejército chileno tenía un par de cañones de
artillería, lo cual hacía predecible el resultado de la batalla.
Frente a esta desigualdad de la lucha los oficiales chilenos pidieron la
rendición de la centena de civiles bolivianos mal armados, pero Cabrera se
resistió y respondió con altivez lo siguiente: "Que sepan los chilenos que
los bolivianos no preguntamos cuántos son para presentarles batalla".
Ladislao Cabrera nació en Totora-Cochabamba el 23 de mayo de 1830, sus padres
de origen español fueron Don Mariano Cabrera Fernández y Doña Manuela Vargas La
Faye. Ladislao fue el hermano mayor de los nueve hijos que tuvieron sus padres.
Se destacó como abogado, periodista y profesor de literatura, le tocó irse a
vivir a Calama, y fue quien aviso al gobierno de Hilarión Daza sobre la
invasión chilena a Antofagasta, y al ser autoridad de Calama fue quien organizó
la defensa boliviana frente al ejército de Chile.
Después de la derrota en Calama se retiró a La Paz donde ocupó altos cargos en
la administración pública. Fue embajador y en 1881 ejerció como presidente
interino de Bolivia.
Falleció en Sucre el 24 de diciembre de 1921, cuando ejercía el cargo de
Ministro de Corte Suprema de Justicia.
JUANCITO PINTO
Juan Pinto, reconocido como héroe del Pacífico, fue parte de la tropa de los
Colorados de Bolivia a una corta edad, exactamente a sus 12 años se unió a las
milicias para ir a defender el territorio boliviano que era invadido por
chilenos.
De acuerdo a la publicación que realizó la Dirección de Reivindicación Marítima
(Diremar), este niño desempeñaba funciones en esta tropa como tamborero, estuvo
presente en las duras marchas hasta la costa, atravesando distancias muy
largas, hasta llegar a Tacna Perú, donde se reunían bolivianos y peruanos para
enfrentar al ejército de Chile.
Según relatan algunos historiadores, Juancito Pinto estuvo en la Batalla del
Alto de la Alianza que se efectuó el 26 de mayo de 1879, cuando la artillería
chilena rompió el fuego bajo el mando del general Manuel Baquedano, en esta
oportunidad Juancito Pinto cumplió órdenes con toques de tambor orientando los
despliegues de los soldados bolivianos.
La batalla provocó la baja de varios bolivianos que se encontraban tendidos en
el suelo, este escenario consternó a Juancito Pinto y al ver a algunos de sus
jefes y soldados en el suelo, le arrebató un arma a uno de ellos, buscó entre
los heridos un morral con municiones, y manejando con dificultad el arma se
alejó corriendo en dirección al lugar donde resistían los últimos defensores
bolivianos.
El niño de apenas 12 años, ingresó al combate, perdiéndose en el fragor de la
lucha y en medio del terrible fuego enemigo, Juancito Pinto murió en la
batalla. Se dice que en el informe a la convención de la Cruz Roja de Ginebra
del ejército boliviano, durante la Campaña del Pacífico, se menciona al pequeño
héroe en su Edición de 1881.
Juan Pinto nació en 1867 en el departamento La Paz y murió en la Batalla del
Alto de la Alianza en 1879.
ILDEFONSO MURGUÍA
Durante la Guerra del Pacífico,
Ildefonso Murguía comandó a los Colorados de Bolivia en la batalla del Alto de
la Alianza durante la Guerra del Pacífico con Chile, la cual se efectuó el 26
de mayo de 1879, se lo reconoce por su grito que decía "Temblad rotos que
aquí entran los Colorados de Bolivia".
Lamentablemente por la desigualdad de lucha que existía, puesto que los
chilenos tenían más armas y más hombres, el ejército boliviano fue derrotado,
los sobrevivientes fueron condenados a muerte por fusilamiento y su comandante
condenado al olvido, muriendo prisionero.
Murguía nació en Oruro el 23 de enero de 1838, cuando era joven se dedicó a la
minería.
Participó de la revolución del 8 de septiembre de 1857 por la que asumió la
presidencia José María Linares, quien ascendió a Murguía al grado de Capitán.
Junto al general José María de Achá resultaron vencedores en la batalla de San
Juan, en la que fue derrotado el general Gregorio Pérez, asumiendo el gobierno
el general Achá, quien nombra a Ildefonso Murguía como Comandante General de
Potosí y más adelante Comandante de la 2ª División de Ejército.
Fue ascendido al grado de Coronel por el general Mariano Melgarejo, participó
en el derrocamiento de Tomás Frías, durante el gobierno de Hilarión Daza es
nombrado comandante del Batallón 1° de Línea (Colorados) el 17 de enero de
1876.
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