EL
ORUREÑO FEDERICO ESCÓBAR ZAPATA UN CAUDILLO DEL SINDICALISMO
BOLIVIANO
Federico Escóbar Zapata
Por: Javier Claure C. / Este articulo apareció
publicado en el periódico La Patria (Revista Dominical) el 25 de abril de 2010
Federico Escóbar Zapata
es un nombre vinculado en la historia del sindicalismo boliviano de los años
60. Nace en Oruro el 26 de noviembre de 1923. Hijo de Francisco Eleuterio
Escóbar, obrero del ferrocarril Machacamarca – Uncía, y Nieves Zapata de Escóbar.
Federico quedó huérfano de padre a temprana edad y pasó su niñez en
Machacamarca. Estudió sus primeros años en la escuela Leónidas Lazarte y
posteriormente en el colegio Simón Bolívar. A los 17 años comenzó a trabajar en
la Empresa Minera Catavi. No sin motivo solía comentar las palabras de su
madre: "cuando ingresé a la mina, mi madre lloró mucho y hablaba de las
desgracias que les sucedían a los mineros, de los accidentes en la mina y de
las enfermedades que se contraían en los socavones. Ponía mucho acento en las
injusticias que se cometían con los pobres".
Desde muy joven se educó para liderar el
movimiento obrero más combativo de Bolivia de aquella época. Participaba en
asambleas sindicales, se nutría de lecturas revolucionarias, escuchaba hablar
del Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR) y de muchas otras cosas
referentes a la clase minera. En ese entonces no se había fundado el Partido
Comunista Boliviano, pero la oligarquía comentaba sobre la existencia de
"agitadores profesionales pertenecientes a un extremismo comunista".
Federico Escóbar ocupó el cargo de Control Obrero
de Siglo XX (elegido democráticamente por las bases). Lamentablemente el
presidente de la época, Víctor Paz Estenssoro, anuló el Decreto Ley que
establecía el cargo de Control Obrero en las minas nacionalizadas. De esta
manera, fue retirado del trabajo con una indemnización de 9500 pesos bolivianos.
El "macho moreno", como lo llamaban
cariñosamente los amigos, era un hombre sensible, honesto y luchador por la
justicia. Como dirigente sindical de los mineros bolivianos estaba sujeto a la
permanente lucha para lograr las conquistas sociales de su clase. Tenía un
firme criterio cuando hablaba y decía las cosas tal cuales son. Nunca pudieron
sobornarlo con dinero para que dejara atrás las causas de la clase obrera. Su
compromiso social, lo llevó a luchar hasta sus últimos días.
Repasar la vida sindical y política de Federico
Escóbar, es un punto de referencia para las nuevas generaciones. Fue militante
del Partido Comunista de Bolivia (PCB), miembro de las comisiones sindicales y
marginalmente miembro del Comité Central del Partido Comunista Boliviano.
Veamos entonces cual fue la causa para este hecho que deja con muchas
incógnitas:
Víctor Reinaga, conoció personalmente a Federico
Escóbar y lo recuerda de la siguiente manera:
- Me impresionó fundamentalmente su concepción
marxista de la vida. Sentía desde lejos el dolor humano. Es por eso su entrega
a la colectividad y a los trabajadores. Su generosidad era tal, que inclusive
llegaba a sacrificar el pan de su familia. A veces la compañera Alicia (su
mujer), notaba que la papeleta de la pulpería estaba en cero. Y, claro,
comentaba un poco enfadada: ¿Por qué me hace eso? Lo que pasa que Federico
había ordenado a una delegación de campesinos o trabajadores se les diera pan,
carne o arroz a su cuenta personal. Y esto ocurría también con la ropa, la
comida y las herramientas.
Cuando tomaba la palabra en asambleas, todos lo
escuchaban con atención, ya que hablaba con seguridad y mucho conocimiento. No
solamente se dedicaba a las tareas del sindicato, sino que también a otras
actividades; era dirigente del "Club Miners", trabajó en interior
mina como peón, mensajero, rastrillero y cargador. Junto a otros compañeros,
fundó la biblioteca de Siglo XX.
Entre el Federico Escóbar sindicalista y el
Federico Escóbar político existe una relación muy íntima. A Federico Escóbar se
lo conoce más por su gran actividad en el campo del sindicalismo
revolucionario. Interpretó, de forma certera, las relaciones entre el Sindicato
y el Estado. Sin embargo, este aspecto de su vida queda un tanto relegado por
la interpretación que tratamos de hacer de su pensamiento político. Federico
Escóbar fue un estudioso de la teoría revolucionaria marxista. Estaba ligado a
las bases, a sus compañeros mineros y a los campesinos del norte de Potosí.
Entonces su marxismo tenía un sabor muy boliviano. Por esta razón, desde un
principio, como político y miembro del Partido Comunista (PC), expresó una
posición independiente y al mismo tiempo muy singular.
Para nadie es un secreto que jamás gozó de la
confianza de los dirigentes del PC. No obstante su grandeza, como político y
sindicalista, nunca se lo tomó en cuenta para que forme parte de la directiva
del PC.
Quiero referirme a Federico Escóbar, desde el
punto de vista estrictamente político. Por eso voy hablar de su pensamiento
sobre el llamado nacionalismo revolucionario y el sindicalismo revolucionario.
Siempre pensó que el sindicato, no era más que una
escuela de formación política. Jamás se le imaginó divorciar la actividad
sindical de la actividad política. Nunca cayó en la impostura de crear un
sindicalismo apolítico. Es por eso, que su personalidad inicia, en Bolivia, el
llamado sindicalismo revolucionario. Entonces, su actividad política se
desarrolla en el sindicato del campamento de Siglo XX y gracias a su prestigio
político, influyó en la juventud del Partido Comunista. Pensaba que un partido
político de izquierda debería estar ligado a las luchas populares del pueblo.
Federico Escóbar fue acusado de ser nacionalista
por los dirigentes del PC. Fue acusado de ser un "sindicatero" antes
de ser un cuadro político. No se llegó a comprender que estaba tocando el
centro crucial de una Revolución Proletaria. Es decir, la conjunción entre una
teoría revolucionaria y la práctica concreta de la lucha en Bolivia.
Sus divergencias con el Partido Comunista (PC)
surgen con relación al nacionalismo revolucionario. Y en este aspecto es
importante señalar que el PC, en Bolivia, nace de una exención del viejo
Partido de Izquierda Revolucionario (PIR). La juventud comunista de aquella
época comandada por Sergio Almaraz, Ricardo Bugunel, Yoselín Pereira, etc.
habían criticado duramente al PIR por su posición conciliadora y nacionalista.
No obstante, el PC adoptó una línea similar al nacionalismo revolucionario.
Recordemos que en la segunda elección, después de
la Revolución de abril de 1952, el PC apoyó las candidaturas de Víctor Paz
Estenssoro y Juan Lechín. Se olvidaron que el PC fue rechazado, precisamente
por los dirigentes del nacionalismo revolucionario. Desde entonces aparece la
crítica de Federico Escóbar a la dirección del PC. Acusa a sus dirigentes de
ser un apéndice de la posición nacionalista. Es aquí donde nace una factible
teoría de la lucha real y concreta en el corazón del proletariado boliviano de
Siglo XX.
Sabemos que a nivel teórico e internacional, se
desarrollaba una gran polémica entre las posiciones marxistas y las posiciones
revisionistas. En la ex Unión Soviética se estaba incubando una restauración
del capitalismo. Pero en esa época hablar de la restauración del capitalismo,
en suelo soviético, era una locura. Precisamente estos puntos de vista, los
expresaba Federico Escóbar a los dirigentes del PC. Y fue entonces aislado de
la dirección del PC, a pesar de que gozaba de la más grande simpatía entre los
obreros mineros de Siglo XX. Otra de sus críticas abordaba la relación entre el
PC y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
El aporte más grande de Federico Escóbar; es haber
puesto, en Siglo XX, los cimientos de una poderosa organización marxista
leninista en abril de 1965, cuando participó en un Congreso como el líder de
los mineros. Más de 500 delegados asistieron a esta reunión del proletariado.
Se estaba creando, entonces, un verdadero partido político auténtico de la
clase obrera. Ningún otro partido político había nacido en las entrañas mismas
de la clase obrera boliviana. Todos los partidos que se llamaron de izquierda
nacieron de cenáculos intelectuales.
Lamentablemente la obra de Federico Escóbar se
trunca a causa de su prematura muerte el 8 de noviembre de 1966. Una muerte que
ha quedado en un gran enigma. Federico Escóbar fue ingresado a una clínica que
pertenecía a la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) por fractura de un
brazo y, misteriosamente, salió sin vida.
Los que tuvimos la suerte de compartir muchos años
de lucha, junto a Federico Escóbar, nos sentimos orgullosos de haber escuchado
sus posiciones revolucionarias.
La memoria de Federico Escóbar constituye el
legado más grande de la clase obrera boliviana. Sus pensamientos y su acción
tienen que ser enarbolados por las nuevas generaciones. Hablar de su claridad
ideológica, en momentos en que pareciera que la utopía socialista ha desaparecido,
es una gran satisfacción. Recordar su sacrificio y su lucha nos reconforta.
* La historia mencionada arriba es un pequeño
fragmento de la vida de Federico Escóbar, relatada por su camarada Víctor
Reinaga. Su publicación fue posible gracias al material fidedigno que me
facilitó la hija de Federico Escóbar, María Cruzcaya Escóbar (residente en
Estocolmo).
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