La Virgen del Socavon de 1781, Oruro, Bolivia donde
la Virgen del Socavon fue
elegida como patrona de la ciudad y su culto se expandió en la región
Por: Alicia Cuiza Churqui / Este articulo apareció publicado
en el periódico La Patria de Oruro el 5 de marzo
de 2011
Unidad de Formación y
Comunicación - CEPA
Entrevista a Gilberto Pauwels, OMI
Alicia: Acabamos de festejar la Virgen de
Candelaria el 2 de febrero. ¿Por qué otra vez tendremos una Entrada en su honor
en ocasión del Carnaval?
Gilberto (CEPA): Eso es una decisión histórica de
los habitantes de Oruro, más concretamente de los mineros. Esta decisión
colectiva fue tomada después del entierro del Chiru Chiru, todavía en la época
colonial. Antes habían dos fiestas: por un lado la fiesta patronal del Barrio
Minero dedicada a la Virgen, y por otro lado la fiesta del Carnaval, en la cual
el Tío de la Mina tenía un lugar central. La junta vecinal del barrio se reunió
y una de las decisiones que tomaron fue de juntar las dos fiestas en una sola,
en la del Carnaval. Las razones que se mencionan en el relato de J. V. Zaconeta
son: En estos días ocurrió la muerte del Chiru Chiru y el redescubrimiento de
la imagen de la Virgen en su morada y, en segundo lugar, era el único tiempo en
el año en que los mineros podían gozar de tres días de feriado para una buena
fiesta. De hecho, con eso, estaban haciendo algo revolucionario: Estaban
unificando una celebración muy católica –una fiesta mariana– con otra,
considerada de su adversario, del diablo, del demonio, que había sido
identificado como el Supay. Según la visión de la Iglesia en aquel tiempo,
hacían algo imposible.
Alicia: Pero lo hicieron y lo tenemos hasta ahora.
Es lo propio de nuestro Carnaval de Oruro. ¿Cómo se explica eso?
Gilberto: Es que la vivencia religiosa del pueblo
no es siempre lo que quisiera y piensa la Iglesia institucional. Según la
visión de la Iglesia, la Virgen se enfrenta con "los espíritus del
mal", mientras que en la visión popular, la Virgen se encuentra con
"los nuestros", con nuestros antepasados, con nosotros mismos. Ésa es
la verdadera decisión de los vecinos del barrio minero: Basta ya de
enfrentarse, déjennos encontrarnos. Permítannos festejar juntos: la Virgen y su
Hijo, los Supay, los Incas y todos estos grupos que reflejan algo de nuestro
pasado y nuestro ser. Dos siglos después los obispos en el concilio Vaticano II
dicen lo mismo: Basta ya de enfrentarse con las religiones nativas, en ellas
está presente la semilla del Evangelio. Hay que respetarla y descubrirla. Eso
es, creo, un gran mensaje del Carnaval de Oruro. Ha demostrado que lo
aparentemente imposible, de hecho ya fue parte y es parte de la vivencia
religiosa de los habitantes de las comunidades y ciudades de los Andes.
Alicia: Así que el Tío, la Diablada o los Supay no
representan los "espíritus del mal", aunque llevan la vestimenta del
diablo de la tradición cristiana, traído desde Europa, igual como la Virgen. ¿A
quién o a quiénes representan entonces los diablos que durante el Carnaval
visitan a la Virgen del Socavón o que están presentes en los socavones y
reciben durante todo el año la atención de los mineros?
Gilberto: Lo que portan los Supay y el Tío son
disfraces. En eso tienes razón. Han sido impuestos y encubren una realidad
diferente, que no es importada. Existe un Memorial para el rey Felipe II, del
año 1588, que es muy claro al respecto. Su autor es el padre Bartolomé Álvarez,
que fue párroco de Sabaya y Aullagas (ahora Pampa Aullagas) en aquellos
tiempos. Escribe que es falso, que es un error grande decir que Supay es el
nombre del diablo. Afirma que el nombre Supay solamente se usa para los muertos
que están en las sepulturas. Los Supay son personas que antes han vivido entre
ellos, con quienes se comunican y a quienes entregan ofrendas. Podemos decir
que el culto a los antepasados que forma parte de la religión ancestral, es
comparable con la manera en que los cristianos mantienen viva la memoria de los
santos. Quiere decir que el Carnaval de Oruro es el gran encuentro de la Virgen
con el pasado, la tradición, la identidad y la vivencia religiosa andina. Fue
un gran error, durante el proceso de cristianización, identificar los ancestros
como espíritus malos. Los mineros de Oruro abrieron el camino al reencuentro.
Alicia: Los Supay son de aquí. ¿Y la Virgen?
Gilberto: También. Conocemos los relatos orureños
sobre la ñusta incaica que se convirtió en la Virgen del Socavón. Escuché, en
las comunidades, tradiciones orales que dicen que la Virgen está aquí desde
siempre. La imagen de la Virgen de Candelaria probablemente se presentó aquí
primero como Virgen de Copacabana, pero se encarnó de nuevo. La vela de cebo de
llama, ya dio luz en las minas de Oruro en la época de los Incas. Eso me hace
pensar en el primer mandamiento que nos repitieron una y otra vez en la
formación como misioneros: "Recuérdense siempre: Antes de que llegue el
primer misionero, Dios ya está presente". Evangelizar no es imponer: Es
descubrir.
Alicia: En este sentido, el Carnaval de Oruro
parece una oportunidad única de acercamiento y de diálogo. Pero, ¿somos
realmente tan originales; no pasó algo similar en otras partes?
Gilberto: De hecho la necesidad de un diálogo
interreligioso se presenta en todas partes, con mayor fuerza. Es un tema
emergente para todas las iglesias, agrupaciones y expresiones religiosas. Pero
en relación a la fiesta de la Virgen de Candelaria y el Carnaval, Oruro
representa una experiencia única. Es llamativo lo que se vive en Puno (Perú) el
2 de febrero. Merece un estudio comparativo, en algunos aspectos. Tengo
conocimiento que en Chile hay por lo menos 12 lugares que tienen a la Virgen de
Candelaria como patrona. Y sí, hay un centro minero (de carbón) donde también
la celebración de la Candelaria se une a la fiesta de Carnaval. Se llama Lota,
cerca de Concepción. Lo más llamativo es la "chaya" (ch’alla), con
juegos de agua de los cuales entre otros, los pasajeros del tren son víctimas.
Más grande y conocida es la fiesta de la Candelaria del santuario de San
Fernando, cerca de Copiapó, también zona minera. La fiesta se celebra el 2 de
febrero y tiene como baile típico, el de los chinos. La Virgen Minera del Carnaval
de Oruro es única.
Alicia: Lo que implica una responsabilidad muy
grande...
Gilberto: Una responsabilidad que sobrepasa el
mismo Carnaval como acontecimiento. Si aquí la Virgen provocó un reencuentro
con los Supay como "diablos" y como ancestros, nos toca dar
seguimiento a lo que alguna vez el pueblo de Oruro puso en marcha.
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