Diablo antiguo, con el buzo blanco
Este artículo apareció publicado en el periódico La
Patria (Revista Dominical) el 28 de marzo de 2010
Al cumplir 50
años de existencia, los componentes de la Diablada Artística Urus, continúan
siendo el orgullo más preciado de Bolivia, por ser la mejor de todo el mundo,
defendiendo el origen de la danza que pretende ser imitada pero nunca igualada,
porque nadie podrá igualar el compás de los diablos, chinas, satanaces,
luciferes, diablesas, osos y del cóndor, que son los que componen la
institución que se caracterizan por su fe y devoción a la Virgen del Socavón,
la amistad, solidaridad y el cariño a la institución.
Los aspectos anteriormente citados, resumen lo que
significa la Diablada Artística Urus, uno de los conjuntos más prestigiosos de
la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, que cumple 50
años de esforzada labor en defensa del folklore y cultura de nuestro
departamento, además de ser el único conjunto en la especialidad de esta danza,
con pasos muy característicos, como la "patadita", el
"cojito", paso "ñaupa", el "vicho" y demás figuras
que gustan a muchos y criticada por otros.
La frase "URUS… SIEMPRE URUS" retumba en
cualquier lugar, como un grito de guerra que pretende ser el portavoz de todo
lo que se predica al interior de la institución, formadora de personas que aman
y adoran la danza de la diablada por sobre todas las cosas.
Imagen de los socios de la Urus de 1960: Esperanza Azuga, socia benefactora, Nieves Humérez León, Ricardo Mendoza Aranda, primer presidente y Benigno Arce.
FUNDACIÓN
La rebeldía de algunos jóvenes abrió la brecha
para la fundación de la Diablada Artística Urus, puesto que al estar sometidos
a las decisiones de una sola persona, no fue de su agrado, lo que motivó el
reto de fundar otro conjunto donde no se imponga criterios y al contrario se
reciba la sugerencia de sus componentes.
Ente los jóvenes aguerridos se recuerda a don René
Avendaño (†), Carlos Escalante, Max Coca, Luis Morales y Benigno Arce,
protegidos y asesorados por don Antonio Avendaño, (primer presidente de la
Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro).
Estos inquietos ciudadanos lograron con un
esfuerzo personal, organizar lo que sería en un futuro inmediato la Diablada
Artística Urus, a pesar de amenazas de carácter legal, por haber dejado la
Diablada de Artes y Letras, y haber emprendido la organización de una nueva, en
la que participaron también otros danzarines como Damián San Martín, Abel
Escalante y Julio Céspedes que apoyaron la iniciativa.
Posteriormente, ingresaron otras personas que
hasta el momento continúan su trayectoria en la Diablada Urus de manera
constante, como Casto Navía Morales, que desde su inclusión al conjunto
continúa en ella 48 años, sin haber dejado la institución ni un solo año de
danza por devoción a la Virgen del Socavón; también se encuentra Hugo Camargo
que aunque dejó algunos años la danza, actualmente es parte de la misma,
Rosendo Nina Copa, que desde muy joven ingresó a ser danzarín de la tropa de
los diablos y continúa como pilar importante de la institución.
Según don Max Coca, uno de los fundadores que aún
es parte de la institución, el nombre fue propuesto por don Augusto Beltrán
Heredia, quien habría manifestado lo siguiente: "por qué no llevan el
nombre originario de Oruro "Urus", y viéndonos entre nosotros
continuamos pronunciando Urus y nadie estuvo disconforme y así se completó la
designación".
Las reuniones e inscripción de nuevos socios
continuó con el transcurso de los siguientes días en el que incluyeron
fervientes devotos de la Virgen del Socavón, como la esposa de don Antonio
Avendaño, Victoria Pol de Avendaño; Juan Herbas, Felicidad de Herbas, Ruperto
Ramírez, Alfredo Siles, María de Siles, Nieves Humérez que donó a la
institución la imagen de la Virgen del Socavón totalmente ataviada y enjoyada;
Luis Morales Benítez, Julia Morales, María Morales, Yola Morales, Fausto
Morales, Raymundo Morales, Juvenal y Esperanza Azuga, Max Clavijo, Yolanda de
Clavijo, Eladio Coca Mollinedo, Delma Guzmán, Remberto Zelaya, Elvira de
Torrico. Remedios de Avila y otros que apoyaron en los primeros pasos para
hacer grande a la institución.
Muchos socios pasaron por las filas del buzo
celeste, aunque en su fundación llevaban el buzo blanco con tiras negras a los
costados, quienes posteriormente adoptaron el color celeste y blanco, en
representación de los colores de Oruro, como se lo conocía hasta ese entonces a
nivel nacional e internacional, como la tierra de los Urus.
Al pasar el tiempo, hubo muchos cambios e
innovaciones muy características de un conjunto que acoge a gente joven, con
ideas frescas y que les permitió ganar de alguna forma adherentes ante el
surgimiento de otras danzas como los caporales, conjunto que es del gusto de la
gente joven.
En la Diablada Artística Urus, no existe discriminación,
simplemente mucha fe y devoción a la Virgen del Socavón, representada en sus
tres imágenes, la primera denominada Virgen fundadora donada por la señora
Nieves Humérez y que aún acompaña a los danzarines en la veladas que se
realizan en su honor.
Estas tres imágenes son las que unen al conjunto,
porque la fundadora es parte de la historia de la institución; la visitadora,
la que llega a los domicilios de los socios y la tercera, porque se convirtió
en una representación de la institución y que es esperada por los fanáticos de
la diablada en la entrada de peregrinación.
Socios de la diablada
PRESENTACIÓN
La primera presentación de la Diablada Artística
Urus, fue incomparable según relata don Max Coca, lo que le permitió ser el
preámbulo para invitaciones posteriores al interior y exterior del país, por la
algarabía de sus componentes acompañados de la banda de aproximadamente 20
componentes, además por la belleza de los trajes de los luciferes y satanaces,
que fueron diseñados con talento y finura, complementados con impresionantes
arañas o arácnidos negros en los hombros de las capas, que brincaban al compás
de la música, innovación que impusieron los diablos del buzo celeste.
Según manifiesta Max Rojas, los recursos
económicos se generaban del aporte de los socios, para la compra de víveres
para la preparación del ají de fideo que era repartido a danzarines y
componentes de la banda, además para la compra de limón, ganchos, hilos,
refrescos y alguna vez para la preparación de la ñufla, término que utilizan
los diablos, a la mezcla de mate de coca y singani o el llamado chuflay para
encender la fuerza del danzarín.
A este hermoso trabajo de confraternidad se
unieron el sacerdote Agustín Cobbo, como asesor espiritual y Josermo Murillo
Vacareza admirador de la Diablada Urus e investigador incansable de las
tradiciones orureñas.
El 2 de julio de 1960 se fundó la Congregación
Virgen del Socavón, habiendo sido elegida como primera presidenta Esperanza
Azuga, vicepresidenta, Julia Morales y secretaria de piedad, Remedios de Dávila,
la personería jurídica fue tramitada por Fausto Morales Benítez, a sugerencia y
solicitud de Antonio Avendaño.
Los componentes de la diablada realizaban sus
ensayos en el colegio Avaroa, convertido en sede, ubicado en las calles Potosí
entre Aroma y Rodríguez, y lo hacían desde las 15:00 hasta las 19:00 horas, con
canciones que fueron compuestas por socios pasivos y activos como Luis Morales
Benítez, Jorge Rocha Diez de Medina, Ricardo Cortés y Cortez, Lucy Prado, Saúl
Soria Huanca y otros que en la actualidad continúan siendo escuchados, bailados
y cantados, como el huayño cuyo estribillo reza: "Somos de la Diablada
Urus, orgullo de nuestra tierra, todos cantan así y brincando se van, porque la
Urus es lo mejor, para cantar siempre estarán, alegres entonando su canción y
conquistar el corazón de esta linda y noble orureñita".
Estas líneas resumen de alguna forma la fundación
de nuestra querida institución, que ahora alberga a más de 600 danzarines
activos, entre niños, jóvenes y adultos que aún son parte de esta maravillosa
familia, además de cientos de pasivos y miles y miles de admiradores que están
disgregados a lo largo y ancho del planeta Tierra.
De un tiempo a esta parte, por la cantidad de
socios, la Diablada Urus es administrada por representantes de cada uno de los
bloques que constituyen la institución, quienes coordinan el trabajo o
decisiones con el directorio.
Actualmente, el conjunto folklórico consta de los
siguientes bloques: Infantil, Luciferes de Oro, Luciferes 4 plagas, Virtudes,
Osos, Diablesas, China Supay, Chinas doble Cara, Ñaupa Chinas o Taicas, Ñaupas
y Diablos.
Al celebrar los 50 años de la fundación de la
Diablada Artística Urus, persiste el entusiasmo de los danzarines, a pesar de
la pérdida de muchos socios que pasaron a mejor vida entre ellos, Eduardo
Avendaño muy conocido como el mejor ángel de las diabladas.
Freddy Céspedes, que fue la pérdida más reciente y
una de las más sentidas porque en todo momento demostró ese cariño y amor por
la diablada, con su tradicional carcajada de diablo que hacía estremecer hasta
el corazón más gélido. En ambos casos, serán recordados con mucho respeto y
admiración, al igual que a los otros socios y danzarines que dejaron su cariño
por la institución.
Otro recordado amigo y compañero, Víctor Hugo
Silva a quien se le rindió homenaje, denominando un paso que realizan los
diablos, con el nombre de "vicho".
Son muchos aspectos que quedan por contar,
sinsabores, alegrías, tristezas, logros, pérdidas que son difíciles de
expresarlas en tan pocas líneas, pero que resumen lo que es actualmente la
Diablada Artística Urus, siempre guiados por el gran amor y cariño que tenemos
a la Mamita del Socavón.
Los socios pasivos y activos al ser parte de las
Bodas de Oro, realizamos el compromiso de seguir apoyando a nuestra institución
para que cumpla otros cincuenta años más de vida, tal como nos enseñaron
nuestros padres, llevando en alto el nombre de la Diablada Artística Urus.
¡¡¡URUS... SIEMPRE URUS!!!
La Diablada Urus festeja 50 años
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