Por: Dehymar J. Antezana A. / Este articulo apareció publicado en el periódico La Patria de Oruro (Revista Dominical) el 14 de febrero de 2010
Existen muchas teorías acerca del origen
de la danza de la diablada, situación que se ha convertido en una pugna en los
últimos años, entre algunas regiones del país, donde afirman que Potosí o La
Paz serían los lugares donde nació esta danza, sin embargo, no cuentan con el
legado respectivo para defender y justificar sus teorías.
Si nos remontamos al tiempo antiguo, podemos afirmar que el diablo como tal es tan antiguo, que se remonta a la época de la Creación, cuando tentó a Adán y Eva con la fruta prohibida.
Con el paso del tiempo, cada cultura en el mundo, engendró una serie de deidades, caracterizadas por el bien y el mal, los dioses buenos y los malos, los más representados por el diablo, con distintas características y propias particularidades.
Ese mismo hecho, se dio en nuestro medio, tras la llegada de los españoles al nuevo mundo, ambiciosos de conseguir tesoros que los haría ricos para volver a Europa.
Esa mezcla de culturas, dieron origen a una serie de leyendas, mitos y tradiciones que desembocaron en una manifestación sin precedentes como es el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Llegamos a esta parte, porque hasta antes de 1789, cuando aparece la Virgen del Socavón en el cerro Pie de Gallo, no existe referencia alguna en otro lado del planeta, acerca de la simbiosis que se da entre el bien y el mal.
Y para ello, nuestro punto de partida son las leyendas cuyo origen vienen desde la época del pueblo Uru, con la invasión de enormes plagas enviadas por el semidios Huari.
PLAGAS
Cuenta la leyenda que la invasión de las gigantescas plagas enviadas por Huari, semidios que pretende someter al pueblo Uru bajo su dominio.
Sin embargo, el pueblo Uru era humilde, unido y con valores morales arraigados desde tiempos inmemoriales, ante los intentos de Huari, aparece una hermosa doncella, que recomienda al pueblo, a que continúen con sus creencias y no se dobleguen ante las amenazas del ser maligno.
Como los urus siguieron con el mandato de la hermosa dama, Huari envió desde los cuatro puntos cardinales a las plagas, la víbora por el Oeste, el lagarto por el Este, las hormigas por el Este y Sur, y, un enorme sapo por el Norte, con la finalidad de destruirlos.
En ese instante, los urus invocaron a la doncella que apareció en el cielo con su espada y cortó a la víbora en tres y la convirtió en piedra, lo mismo hizo con el sapo y luego con el lagarto, ahora son sitios pétreos que quedan como evidencia en la ciudad de Oruro.
Mientras que las hormigas fueron convertidas en arena. A partir de ese instante y en honor a la misteriosa dama, deciden disfrazarse de diablos en la época de lluvias para personificar a Huari, que fue vencido por la hermosa dama. Deciden rendirle pleitesía y bailar en su honor.
EL NINA NINA
Quizás una de las leyendas que se asemeja más al origen de la danza de la diablada y del Carnaval de Oruro, es lo que aconteció en 1789, con un personaje cuyo nombre era la de un insecto del tamaño y traza de un bicho parecido a la abeja, cuerpo rojo brillante y alas rojas transparentes, es de todos los insectos el más temido, no ataca generalmente al hombre, pero su veneno es mortal.
Ese era el apodo que tenía Anselmo Belarmino, un malhechor que robaba a los ricos para dárselos a los pobres y cuyo escondite se encontraba en la serranía del Pie de Gallo, paraje abandonado porque en esa época la minería estuvo en su peor momento y los mineros dejaron de explotar las ricas vetas de plata que existían en el lugar, durante el tiempo de la colonia.
Belarmino o el Nina Nina estaba enamorado de una hermosa muchacha, Lorenza Choquiamo, hija de Sebastián Choquiamo, importante comerciante de la época.
Según la versión de Emeterio Villarroel (1908), Belarmino conquistó a Lorenza y le pide que escapen juntos para consolidar su amor. Y en una de esas noches cuando planearon la fuga fueron sorprendidos por Sebastián quien con la misma daga del Nina Nina, hirió de muerte al desdichado amante.
Después de unos momentos, una joven hermosa y vestida de negro, llevó hasta el hospital a Belarmino y encargó que se llame a un sacerdote para que le tome la confesión, al condenado de muerte.
El párroco de Oruro en ese entonces, Carlos Borromeo Mantilla tomó la confesión al agonizante y recogió de sus palabras, que él era el famoso ladrón Nina Nina, además que tenía en su solar abandonado la imagen de la Virgen de la Candelaria, a quien le tenía mucha devoción y que fue ella la que lo recogió para llevarlo al hospital.
De esa leyenda nace el culto a la Virgen del Socavón y los mineros que abandonaron la mina en el Pie de Gallo, deciden disfrazarse de diablos para bailar en honor a su Patrona.
CHIRU CHIRU
Por otro lado, existe otra versión de José Víctor Zaconeta que manifiesta que en las proximidades del cerro Pie de Gallo, hizo su lecho un ladrón, el mismo que por llevar cabello desarreglado le apodaron quienes lo conocían como el Chiru Chiru, por la analogía que encontraron al nido que hace un pájaro de este nombre.
En una de sus andadas y por tratar de robar a un peón caminero, el ladrón recibió una herida de muerte. Después de varios días los vecinos que lo conocían, notaron la ausencia del Chiru Chiru, cuyas malas andanzas ignoraban.
Acudieron a su morada, donde encontraron su cadáver, en cuya cabecera vieron maravillados una hermosa imagen de la Virgen de la Candelaria, casi de tamaño natural.
La noticia cundió y los vecinos y mineros le dieron cristiana sepultura, luego se supo que el ladrón fue conducido hasta su paraje por la Virgen del Socavón.
De acuerdo a la interpretación de Carlos Condarco Santillán, esa época coincide con el abandono de los Agustinos a las parroquias de Paria, que tuvieron a su cargo desde tiempos de Aldana y el lecho del Chiru Chiru pudo haber sido una capilla, donde se encontraba la imagen de la Virgen de la Candelaria.
Volviendo al relato de Zaconeta, la mina de plata Pie de Gallo fue denominada en lo sucesivo como Socavón de la Virgen. Coincidentemente el suceso pasó el sábado de Carnaval, fecha en que los mineros tenían tres días de libertad para celebrar dicha fiesta
"De donde se origina que dicha festividad es movible y que tiene precisamente que caer en carnaval, pese a los calendarios, bulas y ritos de la Iglesia Católica. Que para honrar a su excelsa Patrona, todos los mineros se disfrazarían de diablos, tanto para dar realce a la fiesta cuanto para conservar ciertas tradiciones de la minería, sin que falten Satanás ni el Arcángel Miguel, para representar melodramáticamente, la caída de Luzbel", explica Zaconeta.
Ascanio Nava Rodríguez refleja en su libro "Misterio del mal, el diablo y Uschni la diablada", que tuvieron que pasar muchos años para que el cristianismo ibérico mestice la leyenda de las plagas e ingenie otras como las del Chiru Chiru o la del Nina Nina, para que en 1789 los mineros a la imprecación y descubrimiento de la imagen y la influencia de los curas doctrineros, resuelvan reverenciarla durante tres días al año.
Desde el Sábado de peregrinación, Domingo de carnaval y Lunes declarado del diablo y del moreno y despedida de la Virgen, con sendas fiestas. En este festejo debía usarse disfraces a semejanza de los diablos y al ritmo de su propia música, que por cierto es otro elemento indescifrado en su composición, al igual que el anonimato del autor de tan hermoso y singular fresco de la Candelaria. Hay que apuntar que la práctica gremial de la DIABLADA en Oruro, parte de los mineros en la colonia y es heredada por los "mañasos" o (personas dedicadas a desollar y beneficiar reses. Diccionario bolivianismos Dr. Vázquez –Machicado).
LLUVIA
Otra teoría del origen de la diablada, es manejada por Guillermo Lara Barrientos que sostiene, que la danza de la diablada, tiene relación con los ritos para control de las lluvias. Las entidades sagradas que forman su estructura lo demuestran: Muertos=diablos y achachilas (montañas)=Virgen.
Otro de los principios que relaciona Lara son los disfraces de los diablos, que se observa representaciones de sapos y víboras, animales que aparecen en la época de lluvias.
"Rasgo significativo que nos remite a la idea lluvias en la danza de los diablos, es el sonido que emiten las monedas que cuelgan en los cinturones, "chill", "chall" o "chull", "chull", a la manera de una representación onomatopéyica de los sonidos de la caída de las lluvias o de los charcos de agua que se forman después", explicó.
RELATO
Se dice también que para someter a los indígenas a la Religión Católica, en la época de la colonia, se utilizaban los "autos sacramentales" que eran demostraciones a través de parábolas para transformar de dogma a los nativos, y una de esas pruebas es el relato de la diablada, que consiste en el sometimiento de los siete pecados capitales, Lucifer y la China Supay ante el Arcángel Miguel, que será protegido por la Virgen que al final redimirá de sus pecados a las huestes infernales. En síntesis, es la lucha del bien contra el mal.
EVOLUCIÓN
Para Carlos Condarco Santillán, la danza de los diablos de Oruro es la recuperación de los tiempos sagrados andinos y occidentales (cristianos).
El estudio realizado por Mauricio Cazorla nos muestra que la diablada tiene un origen precolombino, con los Urus. En su trabajo toma en cuenta la evolución de la diablada en cinco periodos que serían la base del Carnaval de Oruro, justificado en las investigaciones de Elías Delgado Morales.
El primer periodo se caracteriza por la necesidad de una espontánea manifestación. Este periodo es largo por el tiempo inmemorial de sus orígenes y se extiende hasta la aparición oficial de la imagen de la Virgen de la Candelaria en 1789 en un paraje del cerro Pie de Gallo.
La segunda etapa comprende desde ese hecho histórico (leyendas Nina Nina, Chiru Chiru) hasta los inicios de 1900, cuando los mineros deciden disfrazarse de diablos para rendir culto a la Virgen del Socavón.
El tercer periodo se registra a partir de 1904 cuando se dan los primeros atisbos de lograr una organización institucional, de lo que más tarde se conocerá como la entrada del Sábado de Peregrinación en honor a la Virgen del Socavón. Hecho que se consolida con la fundación de la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, a la que le seguirían otros conjuntos folklóricos.
El cuarto momento fue denominado el de la expansión y que se da desde 1940 a 1980, con la creación de otras entidades folklóricas, donde participan ciudadanos de todas las esferas sociales. En este periodo se funda la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro, denominado en un principio como el Comité de Defensa de los Conjuntos Folklóricos.
Otro hecho que caracteriza a esta etapa, es la participación masiva de la mujer.
El quinto periodo corresponde desde 1980 hacia delante y fue catalogada como un momento de esplendor, porque el Carnaval de Oruro, obtiene el título de la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, por su riqueza cultural ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En los tres primeros periodos mencionados es cuando se fundan las cinco diabladas que participan del Carnaval, Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro (1904), Conjunto Tradicional Folklórico Diablada Oruro (1944), Fraternidad Artística y Cultural La Diablada (1944), Diablada Ferroviaria (1956) y Diablada Artística Urus (1960).
DISFRAZ
Volviendo al libro de Ascanio Nava, hace referencia que el escritor orureño Augusto Beltrán Heredia, explica que según el libro "Los trajes de Tomás Gage", los danzarines disfrazados con pieles de animales en México o nueva España, tenían sobre la cabeza gorros hechos con la cabeza de las mismas bestias.
Las costumbres de toda América eran similares; podemos deducir consiguientemente, que también en el Tahuantinsuyo se disfrazaban con las pieles de los animales propios de la región utilizando como máscaras la cabeza de los mismos y éste sería en nuestro concepto, el origen de las que en Oruro adoptaron el nombre de figuras "de las comparsas de nuestro carnaval".
Sobre el particular el sociólogo historiador orureño Josermo Murillo V., sugiere que la máscara asume dentro el panorama de las culturas del mundo un profundo sentido litúrgico y de creación artística, por tanto, el disfraz de la diablada tendría su antecedente remoto en el animal sagrado para los Urus: "Esas antiquísimas máscaras también poseen largas orejas, apéndices frontales semejantes a los del Satanás de la reminiscencia católica por que el "Supay" y el ídolo cornudo del fondo de las minas conocido como el "TIO", han tenido ancestrales antecesores en la mitología regnícola de nuestra región. Por eso es que la figura actual del Diablo como parte de un conjunto de bailarines, tampoco se debe a una transculturación de la colonia, sino que proviene de la difusión autóctona de seres fabulosos con caracteres análogos".
Por otro lado, en el seminario de diablada que se efectuó en el 2006 y que está registrado en el libro de Nava, la peluca, la máscara, la pechera hecho de hilos y espejos, el pollerín, la ropa interior, la faja de monedas, el pañuelo que se lleva en la parte posterior (estampado), no eran tres como se lleva actualmente, era uno solo, ese pañuelo aparece en el año 1910-11.
Fueron los tíos los que trajeron los pañuelos estampados de Europa, algunos se ponían para completar el disfraz, propiamente es parte de la indumentaria local. Ahora son tres, las piedras de colores empezaron a parecer en los años 20.
El tridente, el elemento que va tomar su lugar, es la víbora que tiene en su mayoría la cabeza de madera, el cuerpo hecho de alambre. Las botas rojas empezaron a parecer el año 43, la clase media remplaza las chocolateras para dar lugar a unas botas propias de la danza diablesca; los mañasos utilizan las espuelas en ambos pies.
Se tiene como personajes principales: El ángel, lucifer, el diablo; antiguamente había una diferencia entre Satanás y lucifer; Satanás llevaba un pollerín de tres hojas, una pechera y una capa; lucifer llevaba simplemente el faldín.
Si nos remontamos al tiempo antiguo, podemos afirmar que el diablo como tal es tan antiguo, que se remonta a la época de la Creación, cuando tentó a Adán y Eva con la fruta prohibida.
Con el paso del tiempo, cada cultura en el mundo, engendró una serie de deidades, caracterizadas por el bien y el mal, los dioses buenos y los malos, los más representados por el diablo, con distintas características y propias particularidades.
Ese mismo hecho, se dio en nuestro medio, tras la llegada de los españoles al nuevo mundo, ambiciosos de conseguir tesoros que los haría ricos para volver a Europa.
Esa mezcla de culturas, dieron origen a una serie de leyendas, mitos y tradiciones que desembocaron en una manifestación sin precedentes como es el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Llegamos a esta parte, porque hasta antes de 1789, cuando aparece la Virgen del Socavón en el cerro Pie de Gallo, no existe referencia alguna en otro lado del planeta, acerca de la simbiosis que se da entre el bien y el mal.
Y para ello, nuestro punto de partida son las leyendas cuyo origen vienen desde la época del pueblo Uru, con la invasión de enormes plagas enviadas por el semidios Huari.
PLAGAS
Cuenta la leyenda que la invasión de las gigantescas plagas enviadas por Huari, semidios que pretende someter al pueblo Uru bajo su dominio.
Sin embargo, el pueblo Uru era humilde, unido y con valores morales arraigados desde tiempos inmemoriales, ante los intentos de Huari, aparece una hermosa doncella, que recomienda al pueblo, a que continúen con sus creencias y no se dobleguen ante las amenazas del ser maligno.
Como los urus siguieron con el mandato de la hermosa dama, Huari envió desde los cuatro puntos cardinales a las plagas, la víbora por el Oeste, el lagarto por el Este, las hormigas por el Este y Sur, y, un enorme sapo por el Norte, con la finalidad de destruirlos.
En ese instante, los urus invocaron a la doncella que apareció en el cielo con su espada y cortó a la víbora en tres y la convirtió en piedra, lo mismo hizo con el sapo y luego con el lagarto, ahora son sitios pétreos que quedan como evidencia en la ciudad de Oruro.
Mientras que las hormigas fueron convertidas en arena. A partir de ese instante y en honor a la misteriosa dama, deciden disfrazarse de diablos en la época de lluvias para personificar a Huari, que fue vencido por la hermosa dama. Deciden rendirle pleitesía y bailar en su honor.
EL NINA NINA
Quizás una de las leyendas que se asemeja más al origen de la danza de la diablada y del Carnaval de Oruro, es lo que aconteció en 1789, con un personaje cuyo nombre era la de un insecto del tamaño y traza de un bicho parecido a la abeja, cuerpo rojo brillante y alas rojas transparentes, es de todos los insectos el más temido, no ataca generalmente al hombre, pero su veneno es mortal.
Ese era el apodo que tenía Anselmo Belarmino, un malhechor que robaba a los ricos para dárselos a los pobres y cuyo escondite se encontraba en la serranía del Pie de Gallo, paraje abandonado porque en esa época la minería estuvo en su peor momento y los mineros dejaron de explotar las ricas vetas de plata que existían en el lugar, durante el tiempo de la colonia.
Belarmino o el Nina Nina estaba enamorado de una hermosa muchacha, Lorenza Choquiamo, hija de Sebastián Choquiamo, importante comerciante de la época.
Según la versión de Emeterio Villarroel (1908), Belarmino conquistó a Lorenza y le pide que escapen juntos para consolidar su amor. Y en una de esas noches cuando planearon la fuga fueron sorprendidos por Sebastián quien con la misma daga del Nina Nina, hirió de muerte al desdichado amante.
Después de unos momentos, una joven hermosa y vestida de negro, llevó hasta el hospital a Belarmino y encargó que se llame a un sacerdote para que le tome la confesión, al condenado de muerte.
El párroco de Oruro en ese entonces, Carlos Borromeo Mantilla tomó la confesión al agonizante y recogió de sus palabras, que él era el famoso ladrón Nina Nina, además que tenía en su solar abandonado la imagen de la Virgen de la Candelaria, a quien le tenía mucha devoción y que fue ella la que lo recogió para llevarlo al hospital.
De esa leyenda nace el culto a la Virgen del Socavón y los mineros que abandonaron la mina en el Pie de Gallo, deciden disfrazarse de diablos para bailar en honor a su Patrona.
CHIRU CHIRU
Por otro lado, existe otra versión de José Víctor Zaconeta que manifiesta que en las proximidades del cerro Pie de Gallo, hizo su lecho un ladrón, el mismo que por llevar cabello desarreglado le apodaron quienes lo conocían como el Chiru Chiru, por la analogía que encontraron al nido que hace un pájaro de este nombre.
En una de sus andadas y por tratar de robar a un peón caminero, el ladrón recibió una herida de muerte. Después de varios días los vecinos que lo conocían, notaron la ausencia del Chiru Chiru, cuyas malas andanzas ignoraban.
Acudieron a su morada, donde encontraron su cadáver, en cuya cabecera vieron maravillados una hermosa imagen de la Virgen de la Candelaria, casi de tamaño natural.
La noticia cundió y los vecinos y mineros le dieron cristiana sepultura, luego se supo que el ladrón fue conducido hasta su paraje por la Virgen del Socavón.
De acuerdo a la interpretación de Carlos Condarco Santillán, esa época coincide con el abandono de los Agustinos a las parroquias de Paria, que tuvieron a su cargo desde tiempos de Aldana y el lecho del Chiru Chiru pudo haber sido una capilla, donde se encontraba la imagen de la Virgen de la Candelaria.
Volviendo al relato de Zaconeta, la mina de plata Pie de Gallo fue denominada en lo sucesivo como Socavón de la Virgen. Coincidentemente el suceso pasó el sábado de Carnaval, fecha en que los mineros tenían tres días de libertad para celebrar dicha fiesta
"De donde se origina que dicha festividad es movible y que tiene precisamente que caer en carnaval, pese a los calendarios, bulas y ritos de la Iglesia Católica. Que para honrar a su excelsa Patrona, todos los mineros se disfrazarían de diablos, tanto para dar realce a la fiesta cuanto para conservar ciertas tradiciones de la minería, sin que falten Satanás ni el Arcángel Miguel, para representar melodramáticamente, la caída de Luzbel", explica Zaconeta.
Ascanio Nava Rodríguez refleja en su libro "Misterio del mal, el diablo y Uschni la diablada", que tuvieron que pasar muchos años para que el cristianismo ibérico mestice la leyenda de las plagas e ingenie otras como las del Chiru Chiru o la del Nina Nina, para que en 1789 los mineros a la imprecación y descubrimiento de la imagen y la influencia de los curas doctrineros, resuelvan reverenciarla durante tres días al año.
Desde el Sábado de peregrinación, Domingo de carnaval y Lunes declarado del diablo y del moreno y despedida de la Virgen, con sendas fiestas. En este festejo debía usarse disfraces a semejanza de los diablos y al ritmo de su propia música, que por cierto es otro elemento indescifrado en su composición, al igual que el anonimato del autor de tan hermoso y singular fresco de la Candelaria. Hay que apuntar que la práctica gremial de la DIABLADA en Oruro, parte de los mineros en la colonia y es heredada por los "mañasos" o (personas dedicadas a desollar y beneficiar reses. Diccionario bolivianismos Dr. Vázquez –Machicado).
LLUVIA
Otra teoría del origen de la diablada, es manejada por Guillermo Lara Barrientos que sostiene, que la danza de la diablada, tiene relación con los ritos para control de las lluvias. Las entidades sagradas que forman su estructura lo demuestran: Muertos=diablos y achachilas (montañas)=Virgen.
Otro de los principios que relaciona Lara son los disfraces de los diablos, que se observa representaciones de sapos y víboras, animales que aparecen en la época de lluvias.
"Rasgo significativo que nos remite a la idea lluvias en la danza de los diablos, es el sonido que emiten las monedas que cuelgan en los cinturones, "chill", "chall" o "chull", "chull", a la manera de una representación onomatopéyica de los sonidos de la caída de las lluvias o de los charcos de agua que se forman después", explicó.
RELATO
Se dice también que para someter a los indígenas a la Religión Católica, en la época de la colonia, se utilizaban los "autos sacramentales" que eran demostraciones a través de parábolas para transformar de dogma a los nativos, y una de esas pruebas es el relato de la diablada, que consiste en el sometimiento de los siete pecados capitales, Lucifer y la China Supay ante el Arcángel Miguel, que será protegido por la Virgen que al final redimirá de sus pecados a las huestes infernales. En síntesis, es la lucha del bien contra el mal.
EVOLUCIÓN
Para Carlos Condarco Santillán, la danza de los diablos de Oruro es la recuperación de los tiempos sagrados andinos y occidentales (cristianos).
El estudio realizado por Mauricio Cazorla nos muestra que la diablada tiene un origen precolombino, con los Urus. En su trabajo toma en cuenta la evolución de la diablada en cinco periodos que serían la base del Carnaval de Oruro, justificado en las investigaciones de Elías Delgado Morales.
El primer periodo se caracteriza por la necesidad de una espontánea manifestación. Este periodo es largo por el tiempo inmemorial de sus orígenes y se extiende hasta la aparición oficial de la imagen de la Virgen de la Candelaria en 1789 en un paraje del cerro Pie de Gallo.
La segunda etapa comprende desde ese hecho histórico (leyendas Nina Nina, Chiru Chiru) hasta los inicios de 1900, cuando los mineros deciden disfrazarse de diablos para rendir culto a la Virgen del Socavón.
El tercer periodo se registra a partir de 1904 cuando se dan los primeros atisbos de lograr una organización institucional, de lo que más tarde se conocerá como la entrada del Sábado de Peregrinación en honor a la Virgen del Socavón. Hecho que se consolida con la fundación de la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, a la que le seguirían otros conjuntos folklóricos.
El cuarto momento fue denominado el de la expansión y que se da desde 1940 a 1980, con la creación de otras entidades folklóricas, donde participan ciudadanos de todas las esferas sociales. En este periodo se funda la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro, denominado en un principio como el Comité de Defensa de los Conjuntos Folklóricos.
Otro hecho que caracteriza a esta etapa, es la participación masiva de la mujer.
El quinto periodo corresponde desde 1980 hacia delante y fue catalogada como un momento de esplendor, porque el Carnaval de Oruro, obtiene el título de la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, por su riqueza cultural ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En los tres primeros periodos mencionados es cuando se fundan las cinco diabladas que participan del Carnaval, Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro (1904), Conjunto Tradicional Folklórico Diablada Oruro (1944), Fraternidad Artística y Cultural La Diablada (1944), Diablada Ferroviaria (1956) y Diablada Artística Urus (1960).
DISFRAZ
Volviendo al libro de Ascanio Nava, hace referencia que el escritor orureño Augusto Beltrán Heredia, explica que según el libro "Los trajes de Tomás Gage", los danzarines disfrazados con pieles de animales en México o nueva España, tenían sobre la cabeza gorros hechos con la cabeza de las mismas bestias.
Las costumbres de toda América eran similares; podemos deducir consiguientemente, que también en el Tahuantinsuyo se disfrazaban con las pieles de los animales propios de la región utilizando como máscaras la cabeza de los mismos y éste sería en nuestro concepto, el origen de las que en Oruro adoptaron el nombre de figuras "de las comparsas de nuestro carnaval".
Sobre el particular el sociólogo historiador orureño Josermo Murillo V., sugiere que la máscara asume dentro el panorama de las culturas del mundo un profundo sentido litúrgico y de creación artística, por tanto, el disfraz de la diablada tendría su antecedente remoto en el animal sagrado para los Urus: "Esas antiquísimas máscaras también poseen largas orejas, apéndices frontales semejantes a los del Satanás de la reminiscencia católica por que el "Supay" y el ídolo cornudo del fondo de las minas conocido como el "TIO", han tenido ancestrales antecesores en la mitología regnícola de nuestra región. Por eso es que la figura actual del Diablo como parte de un conjunto de bailarines, tampoco se debe a una transculturación de la colonia, sino que proviene de la difusión autóctona de seres fabulosos con caracteres análogos".
Por otro lado, en el seminario de diablada que se efectuó en el 2006 y que está registrado en el libro de Nava, la peluca, la máscara, la pechera hecho de hilos y espejos, el pollerín, la ropa interior, la faja de monedas, el pañuelo que se lleva en la parte posterior (estampado), no eran tres como se lleva actualmente, era uno solo, ese pañuelo aparece en el año 1910-11.
Fueron los tíos los que trajeron los pañuelos estampados de Europa, algunos se ponían para completar el disfraz, propiamente es parte de la indumentaria local. Ahora son tres, las piedras de colores empezaron a parecer en los años 20.
El tridente, el elemento que va tomar su lugar, es la víbora que tiene en su mayoría la cabeza de madera, el cuerpo hecho de alambre. Las botas rojas empezaron a parecer el año 43, la clase media remplaza las chocolateras para dar lugar a unas botas propias de la danza diablesca; los mañasos utilizan las espuelas en ambos pies.
Se tiene como personajes principales: El ángel, lucifer, el diablo; antiguamente había una diferencia entre Satanás y lucifer; Satanás llevaba un pollerín de tres hojas, una pechera y una capa; lucifer llevaba simplemente el faldín.
Diablas del afamado Carnaval de Oruro en Bolivia
DANZA
Para Vladimir Véliz López la danza de la diablada con sus características actuales es de origen minero de la época colonial.
"Se desconoce si la diablada nace con el relato de los diablos o si es posterior o anterior a la danza", afirmó.
Pero para muchos otros autores, la diablada nacida en Oruro es en definitiva la representación de la lucha del bien contra el mal.
PERSONAJES
En la danza de la diablada participan los siguientes personajes: El Ángel.- Es uno de los principales personajes de la danza, dirige a la corte infernal con diversos movimientos y órdenes, durante el Sábado de Peregrinación del Carnaval de Oruro
El Lucifer.- Es el ángel del mal porque éste se reveló ante Dios y fue expulsado del paraíso para que viva en el averno, es el jefe de las huestes infernales.
Satanás.- Es el segundo en la corte infernal y coadyuva con el Lucifer.
Los diablos.- Representan los incautos corazones de los hombres que están subordinados a Lucifer y Satanás, personifican además a los siete pecados capitales, la ira, la lujuria, la envidia, la pereza, la gula, la soberbia y la avaricia.
La China Supay.- Personifica a la tentación de la carne, compañera de Lucifer y Satanás.
Los Osos.- Son los encargados de abrir el espacio necesario en la demostración de la diablada, pero también representan a los seres que atemorizan a los habitantes del lugar, arrebatándoles sus rebaños. En la danza esa situación se escenifica cuando sacan a bailar a las muchachas.
El Cóndor.- Es un ser mitológico que participa, según algunos investigadores, en la invasión de los urus, personaje enviado por Huari.
Al margen de esos personajes que son los más importantes en la danza, también existen otros que fueron innovados con el transcurrir de los años por los distintos conjuntos de diabladas.
Las diablesas.- Doncellas que llevan consigo los siete pecados capitales.
La China Diabla.- Representa a la obscenidad, ofendiendo al Arcángel Miguel, con movimientos sensuales y lujuriosos.
Los Ñaupas.- Son los diablos viejos.
Las Virtudes.- Son el lado contrario de los siete pecados capitales.
Los siete pecados capitales.- Es la representación de la gula, la avaricia, la lujuria, la envidia, la soberbia, la ira y la pereza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario