SAN AGUSTÍN DE TOLEDO, HISTORIA DE UN
PUEBLO ENVUELTA EN RELIGIOSIDAD
Por: Maurice
Cazorla Murillo / Este artículo fue publicado originalmente en el periódico La
Patria de Oruro el 28 de agosto de 2010
Uno de los Rincones con mucha
historia es la población de San Agustín de Toledo, debiendo elevar la
aclaración en el equívoco que un reconocido historiador local asignó el nombre
de "San Miguel de Toledo", situación -a nuestro entender- que obedece
a un error involuntario.
Debemos citar lo estudiado por Fabrizio Cazorla el
año 2002 que desarrolló un interesante trabajo sobre esta población. El origen
es remoto, nos remite al siglo XVI contemporáneamente a la fundación de San
Pedro de Challacollo por los padres agustinos en la antigua encomienda de Lorenzo
de Aldana que reunía a los indios "Kasaya", conforme a su historia
oral.
La nominación tiene relación con la época, más aún
al ser encomendada la misión a Diego de Almagro de definir el límite de un
nuevo territorio español denominado "Nueva Toledo" que estuvo vigente
poco tiempo antes de la guerra civil con el otro conquistador Francisco Pizarro
para someterse administrativamente al Virreinato del Perú.
La designación de las primeras poblaciones con
nombres de Santos corresponde a aquellos tiempos, como el caso de San Ildefonso
de Paria, San Pedro de Challacollo, San Lorenzo de Cari Cari, San Casiano de
Chuquiña y en este caso San Agustín de Toledo.
La Iglesia misma fue erigida por la orden de los
Agustinos, de ahí que no sorprenda la nominación de "San Agustín";
sin embargo, debe aclararse que el pueblo originalmente se encontraba orientado
hacia el oeste, el antiguo fue destruido y el nuevo fue erigido en el espacio
que actualmente ocupa. Historias increíbles se cuentan al respecto.
Su fiesta, celebrada cada 27 de agosto es muy
particular, en aquella ocasión recibe la visita luego de un recorrido de más de
veinticinco kilómetros de dos Santos: San Casiano proveniente de Chuquiña y San
Lorenzo de Cari Cari. La llegada de Ellos evoca una entrega de toda una
comunidad religiosa que es matizada con danza y música muy propia del lugar,
destacando los famosos "Kusillos", muy característicos de esta fiesta
"toledana".
La trascendencia histórica de esta población en
los inicios del periodo de la Guerra de Independencia remonta al levantamiento
de los indígenas en el año de 1781, bajo el liderazgo de Santos Mamani o bien
de Manuel Victoriano Titichoca que promovió un levantamiento en su comunidad lo
que provocó que las tropas de Francisco del Rivero sean convocadas en agosto de
1810 en Oruro para evitar un nuevo cerco en horrible recuerdo para los
habitantes desde 1781.
La población misma aún conserva muros coloniales y
una Iglesia que pese a ser ultrajada por saqueadores ávidos de patrimonio
colonial, aún puede apreciarse lo monumental del trabajo de sus hijos, un
cementerio cuyas torres luchan contra la gravedad para evitar desmoronarse.
Esta gran población que otrora pudo ser un gran
centro urbano, conserva una rica historia imbuida de gran religiosidad
transmitida tradicionalmente, enriqueciendo nuestros Rincones de Mi Tierra.
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