ORURO CUNA DE LA LIBERTAD
Por: Dehymar J. Antezana A. – Periodista / La Patria,
3 de octubre de 2010
Cada ciudad del país se atribuye que fue la cuna de la
libertad y fue que en su terruño se iniciaron los primeros movimientos
independentistas del yugo español. Aquí no se trata de establecer quien fue el
primero, lo que sí que hay que determinar es que dónde se sembraron las
semillas de la emancipación, cuyo resultado final fue la formación de una
Patria, de una República, hoy cambiada y echada a su suerte.
Las ideas de liberación se iniciaron en Oruro a partir de 1739, cuando se
descubrieron, de acuerdo a la "Historia de Bolivia" de José de Mesa,
Teresa Gisbert y Carlos D. Mesa Gisbert, una conjuración ocasionada por la mala
administración del corregidor Martín de Ezpeleta. La rebelión estuvo fraguada
por Don Juan Vela de Córdova, Pachamira y Castro, quienes fueron descubiertos
antes de que estallara, se les condenó de muerte.
Mientras que Ángel Torres Sejas manifiesta en su libro "Oruro en su historia"
que la primera rebelión contra el dominio español debía darse el jueves 8 de
julio de 1739.
Previamente se redactó un documento que luego fue aprobado, ahí se exponía el
por qué y el para qué de la temeraria acción, era la filosofía que en ese tiempo
imperaba y que posteriormente ese documento sería la base de una insurrección
en América que se consolidaría con la libertad e independencia. Repercutió por
todo el continente, pese a la muerte de Juan Belez de Córdova, como lo menciona
Torres.
MANIFIESTO
El documento valioso de entonces fue denominado como el "Manifiesto de
Agravios" y que a continuación lo reflejamos en su integridad":
"Manifiesto en que se hacen patentes las razones que asisten a los
criollos ilustres de estos nuestros reinos del Perú, así españoles como pobres
indios y naturales que siendo legítimos señores de la tierra, unos y otros, nos
vemos oprimidos de la tiranía, viviendo con sobresalto y tratados y poco menos
que (como esclavos), por lo cual, y por ver si se puede salir de tamaño
cautiverio, se propone las razones siguientes para forzar los ánimos y que
sacudan el yugo de sus serviles, siendo los puntos siguientes:
1.- Sabido es como el Pontífice Alejandro VI, dio permiso a los Reyes de
Castilla para que sembrasen la semilla del Santo Evangelio en estos reinos,
convirtiendo al (ilegible) de la Santa Madre Iglesia, la infidelidad. Y pasados
los españoles a él, se convirtieron por su codicia a la tiranía, degollando a
los reyes y naturales de ellos, usurpándoles no solo las vidas, sino todos sus
haberes y tierra con cuanto estas fructifican.
2.- No contentos dichos españoles con lo arriba dicho, tienen tan oprimidos a
los pobres naturales que, fuera de pagar tan crecidos tributos, anualmente los
precisan a que personalmente ocurra a mitar en los minerales de Potosí y
Guancavélica, todos los años, como sobre 10 mil indios a cada uno de estos
minerales que resulta que estos miserables no gozan de la vida, de sus mujeres,
de sus haciendas, ni ganado, porque violentados se ven precisados a dejarlo
todo, y muriendo los más en tan rígidos destemples, quedan los pobres hijos
huérfanos, las miserables mujeres viudas, sus ganados perdidos, las casas
desamparadas y los pueblos destruidos.
3.- A que se agrega que pasando a estas nuestras tierras los guampos sin más
que sus cuerpos, nos usurpan de tal modo que nos chupan la sangre, dejándonos
tan desustanciados que solo nos queda la boca para quejarnos, siendo entre
ellos más honrado el que más roba y más tiranías ejecuta y como el recurso se
ve tan lejos y las Audiencias superiores, que debían amparar al desvalido, no
solo no lo hacen, sino que antes favorecen la sin razón por sus intereses, gime
y llora el pobre sin recurso ni remedio humano.
4.- Y para verificar todo lo dicho, véase cuantos arbitrios se dan cada día,
nuevamente para sacar dineros, ya queriendo empadronar a los criollos y
mestizos para que paguen tributo, como se vio en Cochabamba, pues, porque los
criollos se opusieron a tan injusta pretensión, hubo horcas, muertes y destrucción
del pobre, con mofa y escarnio que hicieron y cada día hacen los de España de
los criollos, tratándolos con vilipendio y desprecio, como se vio , en el
Donativo que se acaba de exigir, el que se quedara entablado, perpetuamente por
tributo, si los señores criollos no lo reparan con tiempo, siendo el que se
ofrece, el más a propósito que se puede discurrir; siendo sus razones las que
se siguen, que el autor pide se lean con algún cuidado por los señores criollos
y por nuestros caciques y hermanos, para que se esfuercen a procurar por los
medios posibles la amada libertad que así lo esperamos: siendo la primera:
1.- Hallándose en la presente y entre nosotros uno de la Real sangre de
nuestros Incas del Gran Cuzco en quinto grado de parentesco y con deseo de
restaurar lo propio y volver a establecer esta monarquía. Se suplica a los
criollos y a los caciques y a todos los naturales le den la mano para esta tan
heroica acción de restaurar lo propio y libertad la patria, purgándola de la
tiranía de los guampos que nos consumen y cada día va a más nuestra ruina.
2.- Promete a los criollos españoles emplearlos en las conveniencias del reino,
según se mostrasen fieles, y a los caciques, honrarlos como es de razón por los
señores de la tierra, adelantándolos en conveniencias, librando a los naturales
de Tributos y Mitas para que gocen en quietud lo que Dios les dio y se alcen
con lo que tienen recibido de repartimientos de los corregidores, cuyo nombre
tirano se procurará de nuestra república.
3.- Se ofrece en la presente para intentar esta empresa, el motivo de hallarse
el Rey de España en guerra con el Portugal e Inglaterra por lo que mira a
Europa, y en este reino los navíos embarazados en los empleos y la armada de
Porto Velo, y por eso sin gente ni armas en Lima, siendo esta ocasión la más a
propósito que imaginarse pueda y así, señores criollos y hermanos y queridos
Caciques y mis amados naturales, manos a la obra, que de parte tenemos la
justicia y el favor de Dios, Nuestro Señor que nos ha de amparar en tan justa
demanda, protestando a todos y cada uno de por sí, que nunca es ni será mi
intención oponerme a la santísima ley de Nuestro Señor Jesucristo, ni apartarme
ni permitir sea parte ninguno del gremio de la Santa Iglesia, antes sí procurar
cuanto fuera de mi parte el aumento de ella, no permitiendo se profanen los
templos de Dios, ni las casas sagradas, antes sí venerarlas como ellas merecen
y los cristianos tenemos de obligación, siendo mi única intención restablecer
el gran imperio y monarquía de nuestros Reyes antiguos, reservando para la
vista de cada uno de los nuestros, otras muchas razones que no se pueden fiar
de la pluma, previniendo a nuestros hermanos que serán todos bien tratados y
pagados anticipadamente, que yo quedaré con la gloria de haberlos librado a
todos de tanta tiranía; no se firma este papel por excusar riesgos, podrán
nuestros criollos darles ascenso y creer a quien lo lleva, que es de los
nuestros, Dios los guarde y les dé el esfuerzo que deseo con todos
aciertos".
GRITO LIBERTARIO
Tras ese documento y el intento fallido de la primera rebelión, se dan una
serie de hechos aislados a lo largo de esta parte del continente. Sin embargo,
no tuvieron mucha trascendencia hasta que 42 años después del Manifiesto de
Agravios, se dé podemos decirlo así, el primero grito libertario de América,
cuya fecha fue registrada el 10 de Febrero de 1781.
Existe una variedad de versiones sobre lo que ocurrió esa fecha; sin embargo,
el historiador Adolfo Mier niega la versión de que la revolución se dio como
consecuencia por la resistencia de los indios ante la explotación minera, por
parte de los realistas. En el caso de los gritos libertarios de 1809 con
Chuquisaca y La Paz, en ningún momento se tenía una idea de independencia, por
el contrario la idea era defender los recursos que generaban y estaban en las
arcas reales.
Mientras que lo de Oruro fue completamente distinto y nos apoyamos en el
análisis del historiador Adolfo Mier, que en su libro "Noticia y proceso
de la Villa de San Felipe de Austria la Real de Oruro".
Sostiene que los pobladores se sublevaron ante la opresión española, cuya
huella queda plasmada en la proclama de San Sebastián Pagador: "Amigos
paisanos y compañeros: en ninguna ocasión podemos dar mejores pruebas de
nuestro amor a la patria, sino en ésta, no estimemos en nada nuestras vidas,
sacrifiquémosla gustosos en defensa de la libertad".
La revolución del 10 de febrero, fue un hecho especial, porque los criollos y
mestizos siempre se unieron a cualquier levantamiento indígena. En esa época el
estado económico de la urbe minera, cuya franca decadencia creó un clima de
descontento y hostilidades.
Las minas semi-abandonadas no podían sostener a sus propietarios criollos, los
únicos habilitados eran los europeos y éstos no querían prestar a mestizos ni a
criollos cantidad alguna, hecho que provocó un mayor odio de clases.
En ocasión de la elección de los alcaldes en vista del alzamiento indígena, los
peninsulares excluyen a los americanos, situación que originó el alzamiento del
pueblo. El jefe de la revuelta fue Jacinto Rodríguez y la voz de alarma la dio
Sebastián Pagador, quien más tarde fue traicionado por los indígenas y murió en
sus manos, mientras estos quemaban y saqueaban la ciudad.
Después del 10 de Febrero de 1781, entran en acción Túpac Catari y Túpac Amaru,
con los cercos a la ciudad de La Paz, a partir de marzo de 1781, un mes y más
del grito libertario del 10 de Febrero de 1781. Revolución a medias por la
traición.
CHUQUISACA
La revolución de Chuquisaca fue el levantamiento popular contra el gobernador
intendente de esta ciudad, conocida como Sucre, ocurrido el 25 de mayo de 1809.
La Real Audiencia de Charcas, con el apoyo del claustro universitario y
sectores independentistas, destituyeron al gobernador y formaron una junta de
gobierno.
El movimiento, fiel en principio al rey Fernando VII de España, fue justificado
por las sospechas de que el gobierno planeaba entregar el país a la infanta
Carlota Joaquina de Borbón, pero desde los comienzos sirvió de marco para el
accionar de los sectores independentistas que propagaron la rebelión a La Paz,
donde se constituiría la Junta Tuitiva. Reprimido violentamente este último y
más radical levantamiento, el movimiento de Chuquisaca fue finalmente deshecho.
Fue desde esa época, que varios historiadores calificaron ese hecho como el
primer grito libertario, sin embargo, nunca consideraron lo que ocurrió el 10
de Febrero de 1781.
Los posteriores levantamientos que siguieron a partir de 1809, dieron como
resultado la independencia de Bolivia, el 6 de Agosto de 1825, cuando se firmó
el acta de fundación en la ciudad de Sucre, Oruro fue desplazada de ese honor
por el frío que les hacía a los leguleyos de Chuquisaca, ya que el sueño del
libertador Antonio José de Sucre, era fundar Bolivia en la ciudad de Oruro, que
aportó desde 1739, la lucha contra la liberación del yugo español.
LA PAZ
La rebelión de Túpac Katari que cercó la ciudad a partir de marzo de 1781, a
pesar de no obtener éxito y ser aplacada por españoles y criollos peleando
juntos en un solo frente, sacó a la luz las profundas contradicciones
políticas, sociales y económicas que en ese entonces vivía la sociedad
colonial. El líder indígena murió ese mismo año.
Una vez encendida esa mecha, en La Paz empezó a germinar el pensamiento
libertario de nuevo, pero esta vez partía de los criollos.
El 25 de mayo de 1809 fue el siguiente paso con la revolución de Chuquisaca.
Luego siguió la revuelta de La Paz que ocurrió la tarde del 16 de julio de
1809, aprovechando que toda la atención estaba depositada en la fiesta de la
Virgen del Carmen.
Mientras se realizaba la procesión de la patrona castrense, a eso de las 19:00
horas los revolucionarios tomaron el cuartel de Veteranos, donde pidieron
Cabildo Abierto y depusieron al gobernador Tadeo Dávila, al obispo Remigio de
la Santa y Ortega.
Los realistas no se enteraron de la revuelta hasta el día siguiente, pese a que
el intendente interino, Tadeo Dávila, ya sabía con antelación de los planes
revolucionarios, pero prefirió ignorar las denuncias hechas por vecinos sobre
las sospechosas juntas.
Cuando los insurrectos tomaron el control, organizaron la Junta Tuitiva.
El 22 de julio se le ordenó al mestizo Pedro Domingo Murillo que desempeñe el
cargo de Coronel Comandante de la ciudad. Las reuniones lograron crear un gran
tumulto que incluyó en sus filas no sólo a criollos, sino a mestizos e
indígenas que se unieron como fuerza de choque en la movilización.
LA REVOLUCIÓN DEL 6 DE OCTUBRE
Según la versión tradicional de la historia, la tarde del 6 de octubre de 1810
el cabildo estaba reunido en Oruro y consideraba a las órdenes de Nieto. Al
anochecer, de pronto la campana grande de la matriz tocó a rebato en
convocatoria a la población. La gente comenzó a reunirse frente al
Ayuntamiento, se escuchaban gritos: "Víva la Patria", en claro
pronunciamiento por la Libertad.
Aquella reunión fue organizada por el subdelegado de hacienda y guerra, Tomás
Barrón; el regidor mayor y alcalde provincial, Mariano del Castillo, y el
alcalde ordinario del primer voto, José Antonio Ramallo.
La sesión del cabildo fue suspendida por unos minutos debido a que en la Plaza
se indagaba el porqué del tumulto.
El corregidor Del Castillo informó a los cabildantes que el pueblo se había
amotinado, con la consigna de que Oruro pertenecía al Virreinato de Buenos
Aires, revelándose así a las disposiciones emitidas por el virrey Abascal del
Perú.
La reunión fue levantada mientras los sublevados se empeñaban en el relevo de
las autoridades. La única débil reacción vino del ministro contador Sánchez
Chávez, quien trató de restablecer el orden a través de los pocos guardias que
le obedecían, terminando por encerrarse en el edificio de las Cajas Reales.
Tomás Barrón asumió públicamente la dirección de la revolución, el pueblo se
apoderó de la Villa San Felipe de Austria, pero sin derrocar al gobierno
español.
Un día después, la situación continuaba con el pueblo más enardecido, esa misma
noche el contador Sánchez huyó de la Villa, mientras que los regidores Soriano,
Unanue y Contreras Loayza, optaron por ir eludiendo responsabilidades.
El 8 de octubre la Villa no tenía completo su gobierno. El alcalde ordinario en
primer voto, José Antonio Ramallo y el regidor alcalde mayor provincial José
Mariano del Castillo, convocaron a un cabildo abierto para designar a nuevos
corregidores.
Tomás Barrón era gobernador de hecho y el cabildo revolucionario fue
constituido por Ramallo, Del Castillo, José Manuel Santander, Francisco Guerra,
Toledo Tovar y José Arzabe ante la aprobación del vecindario.
El destino de Oruro estaba sellado bajo los siguientes parámetros: Reconocer
obediencia a la Junta Gubernativa de Buenos Aires; reconocer y apoyar a la
Revolución de Cochabamba y su gobierno; Preservar el dinero de las Cajas Reales
para la causa, y, organizar milicias con voluntarios.
Esos lineamientos consolidaban el levantamiento de Oruro del 6 de Octubre de
1810. Todo ese relato fue extractado del libro "Oruro en su historia"
de Ángel Tórrez Sejas.
Consideramos que ese episodio llegó a reafirmar el espíritu libertario que ya
se planteó en Oruro, desde 1739 con el Manifiesto de Agravios de Manuel Vélez
de Córdova, que impulsó más tarde a otra rebelión similar en Cochabamba.
Medio siglo después a la gesta libertaria del 10 de Febrero de 1781, cuando
fueron protagonistas los hermanos Rodríguez, Sebastián Pagador y las huestes
campesinas que sembraron la semilla de la libertad y que meses después el
campesino Túpac Catari sería protagonista de otra rebelión con el cerco a La
Paz y que posteriormente le originó la muerte.
El 6 de Octubre de 1810, fue la Revolución de Oruro y un aporte más a la
denominada Guerra de los 15 años, que culminó el 6 de Agosto de 1825, con la
firma del Acta de la Independencia de la República de Bolívar.
Pero volviendo al 6 de Octubre de 1810, qué dice el historiador e investigador,
Zenobio Calizaya, quien a través de datos recogidos del Archivo Judicial de
Oruro establece: "Invocando la ley de Dios es que también se logró la
libertad de éstas tierras, hubieron sacerdotes que en las misas, en lugar de
celebrar misa lo que estaban haciendo era sublevar a la gente y no propiamente
a nombre de la Corona Española. Bajo el nombre de Dios liberarse de quienes los
estaba subyugando".
Calizaya sostuvo que dentro de sus investigaciones encontró la firma de un
diputado del Alto Perú, Dionisio Yupanqui en la constitución española de 1812,
aceptando que los habitantes de esta región estaban sujetos a los designios
españoles.
El mencionado historiador concuerda con lo que expresamos en párrafos anteriores,
que las tres fechas importantes en el calendario histórico de Oruro; la
insurrección develada, promovida y dirigida por Juan Vélez de Córdova, y su
Manifiesto de Agravios de 1739.
La segunda, el levantamiento del 10 de Febrero de 1781; también la revolución
del 6 de Octubre de 1810, añadió que estos tres hechos históricos permiten
incorporarnos de lleno en todo lo que significó la Guerra de los 15 años, por
la independencia de Alto Perú.
Además que la revolución del 6 de Octubre fue la preparación de lo que vendría
a hacer la Batalla de Aroma, encabezada entre Tomás Barrón y Esteban Arce, en
la que derrotaron al ejército realista.
Como dijimos anteriormente, la importancia de la Revolución del 6 de Octubre,
fue para dar un paso importante en la consolidación de la libertad americana,
lo que dio como resultado la formación de una nueva República.
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