Por: Prof. Roly A.
Revollo Álvarez - Dr. Antonio Revollo F. / La Patria 1 de Noviembre de 2012.
"Vosotros que posáis
la planta altivos
entrad aquí por él, dolor cubiertos,
que nunca la algazara de los vivos
ha de turbar la calma de los muertos"
Félix Reyes Ortiz
I. INTRODUCCIÓN
El ilustre historiador Dr. Alfonso Gamarra Durana sobre la tanatología
expresaba con absoluta certeza que, "Siendo el hombre la medida de las
cosas, puede la capacidad en vida; pero también la muerte tiene la capacidad de
cambiar lo externo. En la existencia se puede camuflar la personalidad para
bien y para mal, y logrando un porte si este muere, queda ya inmóvil, sin
posibilidad de modificación y quizá se llega a verlo de una manera extraña a al
que se suponía en vida. Es una aseveración necrofilia, la que permite jugar con
las posiciones de los muertos, para que los vivos piensen que lo entienden,
cuando, en realidad, son los muertos que han colegido como son los humanos
vivos que después del fallecimiento pasan a tener el mismo aspecto que todos
los demás. Es que los muertos, porque antes han observado cómo se comporta la
humanidad antes de su óbito, se rebelan contra la inmovilidad, y pueden dejar
sentada la trayectoria de los vivos que aún se mantienen lejos del camino de
las defunciones".
Esta relación entre vivos y muertos se ha mantenido latente y viva en nuestras
culturas con mayor énfasis en la nuestra que viene de vertientes de data
antiquísima como los urus, aymaras y quechuas, que mantiene inalterable sus
raíces enriquecida con insumos culturales del cristianismo desde su presencia
en el Collasuyo.
ll. LA MUERTE EN EL CONTEXTO ANDINO
Los pueblos andinos antes de la llegada de los españoles efectuaban prácticas
litúrgicas en el mes de noviembre, hecho que es mencionado por Guamán Poma de
Ayala en su obra "Nueva Crónica y Buen Gobierno", que indica
"Noviembre Aya Marcay Quilla: este mes fue el mes de los defuntos"
(sic). Curiosamente, "el mes de llevar difuntos", en el mundo andino
coincidía con la festividad de Todos Santos, traído por los españoles, pero a
diferencia de estos últimos, la muerte en el contexto andino tiene una serie de
ceremonias y rituales, que no pudieron ser extirpadas por la Cruz cristiana,
pese a medidas draconianas por considerarlas incivilizadas ya que " la
muerte que no es muerte sino el traspaso de la vida materia a la vida
espiritual", que tiene insuflo y vitalidad, poderosamente influyentes
dentro las relaciones culturales de las comunidades andinas cuya práctica
antiguamente a los aymaras, llamados Collasuyos, de acuerdo al cronista Polo de
Ondegardo, se les enterraba con la mejor ropa nueva, vajillas de oro y plata,
así como comida y bebida, porque "Creen que las almas de los difuntos
andan vagas y solitarias por este mundo padeciendo hambre, sed, frío, calor y
cansancio que las cabecas de sus difuntos o sus fantasmas andan visitando los
parientes, ó otras personas en señal que han de venir algún mal. Por este
respecto de creer que las ánimas tiene hambre ó sed, ó otros trabajos, ofrecen
en las sepulturas chicha y cosas de comer y guisados, plata, ropa, lana y otras
cosas para aprovechar a los difuntos; por esto tienen tal especial cuidado de
hacer sus aniversarios". (sic)
"En la visión andina morir es salir de viaje, emigrar a otro lugar a un
mundo diferente que al mismo tiempo, queda tan cercano y es a veces atrayente,
que logra perturbar la vida de los vivos" o también, "morir en los
Andes es mudarse a otro piso ecológico, sin por eso perder toda relación con la
comunidad de origen y que según los yatiris aymaras el hombre o mujer tiene
cinco almas: "El ajayu", "el anima", "el jañayu",
el "qamasa" y el coraje. El más importante de ellos es el
"ajayu", alter ego del hombre, es decir su sombra o alma, sustancia
espiritual e inmortal que de acuerdo a la tradición popular en el momento de la
muerte las tres almas se presentan ante Dios y regresan a la tierra a compartir
con los suyos en el día de los difuntos.
En ese orden, la convicción andina de que el Ajayu o Anima, requería oblaciones
de sus seres queridos y como retribución otorgar los dones de la savia
naturaleza en el periodo del Jallupacha es decir periodo de lluvias. Dentro el
calendario agrícola, el periodo de lluvias o JALLUPACHA, es considerada tiempo
sagrado, cuyo inicio, se celebra con la llegada de los muertos, y luego, vendrá
inmediatamente la ANATA o ritual a la primera floración de las cementeras
agrícolas, definiendo una estrecha relación entre festividad de Todos Santos y
el inicio del "Miskha carnaval", carnaval temprano, donde el Ajayu,
como espíritu animado, retornará del Mankhapacha, (mundo del subsuelo),
convertido en "Sajra" o alma maligna-benigna. Es decir la existencia
de espíritus ambivalentes, como supaya, diablo y auka, invocado como autor de
grandes calamidades, traerá desgracias, así como la regeneración de la tierra,
tal como lo conciben, hasta ahora los LAIMES, QAQACHAKAS, JUKUMANIS y otros, identificando
con los muertos responsables del ciclo agrícola".
lll. LA FUNDACIÓN DE ORURO EN EL DÍA DE TODOS SANTOS.
Con relación al periodo prehistórico el sitio de la fundación de Oruro estaba
abrigada y cubierta por la Serranía Sagrada de los Urus, donde existían las
"huacas sagradas", es decir enterratorio de los "chullpas"
cubiertos de paja y tejido mortuorio en los huecos de los cerros e inclusive en
el suelo rodeado de espinos y yareta. Resulta sugerente que precisamente el día
dedicado a los difuntos Todos Santos, el Oidor, Castro Castillo y Padilla haya
dispuesto la fundación de la Villa de San Felipe de Austria, pudiendo haberla
realizado antes o después, de esta fecha cúltica puesto que su presencia en la
Villa de San Miguel de Uru Uru, venía de varios meses atrás desde Charcas y
que, además, desde mediados de 1550, ya estaban en estos lares los primeros
españoles sobre los asentamientos primigenios de los Urus.
No es desdeñable entonces la hipótesis que, como se sigue observando, en
nuestros días, los Uru-chipayas ,aymaras y quechuas, tienen reverencial respeto
a sus difuntos, con quienes comparten y regocijan entorno a las tumbas, en
medio de la prodigalidad de comidas y bebidas, como gustaba en vida al
fallecido(a). Por tanto, es creíble sustentar que esta fecha de compartir entre
familiares, amigos y el homenajeado (a) llamó poderosamente la atención de los
españoles y engarzar la fundación de Oruro, el 1 de noviembre del año 1606.
Sobre el particular Ángel Tórrez Sejas indica: "Concluida las tareas de
inspección de minas, ingenios y poblado, verificación, compilación de datos
diríamos técnicos y urbanístico para fines del mes de octubre, en fecha 29, el
Auto de fundación señalándola para el día de Todos Santos, primero del mes de
noviembre de este año, siendo de imaginar el contento de los dueños de minas y
familiares, de comerciantes, estantes, y nativos".
En una parte del auto de fundación indica:
"Mando Hacer la dicha población e fundación en la parte i lugar en que las
personas vinieron a labrar las dichas minas han hecho más de ciento i cincuenta
casas de su vivienda por ser la más comoda de cielo, suelo i temple que hai en
el paraje á donde se descubrieron i están las dichas minas, i al nacimiento del
sol que todo el día le baña i calienta, arrimado a los cerros de ellas que le
cercan en formas de media luna i abrigan de los vientos que corren sin
resistencia en esta provincia" (sic)
IV. LAS IGLESIAS COMO CEMENTERIOS COLONIALES
La presencia española en América colonial dispone su profilaxis educativa de
cristianización jesuscristiana al extremo dogmático, que penetra los más
recónditos eslabones del psiquismo nativo en proceso aculturizador cuyo
objetivo supremo constituía estar en gracia de Dios, lidiando para romper sus
prácticas añejas de culto a los difuntos que constituían parte del panteón en
el santoral cristiano.
Sus fieles devotos españoles, criollos y mestizos, cristianos irredentos bajo
los estandartes particularmente de "Tata Santiago", Arcángel Miguel,
y la virgen María buscaban la gracia divina del mas allá por ello sus ansias de
gozar del paraíso a la diestra del Padre celestial, motivo por el cual al morir
con y sin testamento eran enterrados dentro la iglesia, los togados y quienes
se consideraban de prosapia y abolengo, los más eran enterrados en el atrio de
la iglesia (patio), que constituían en los primeros cementerios coloniales,
porque "…al establecer la iglesia la conmemoración de los santos difuntos
y rogar por las almas del purgatorio, ha contribuido para que el indio crea que
se trata del culto de sus venerados muertos y por ello, sin omitir ningún
sacrificio ,manifiesta en todas estas fiestas o ceremonias, fervor y fanatismo
para celebrarlas", y con mayor razón los peninsulares, criollos y mestizos
que con fe ciega esperan la resurrección de los difuntos en el juicio final.
La práctica de los enterramientos dentro los templos y conventos coloniales de
Oruro como en las iglesias Matriz, Santo Domingo, San Francisco, La Merced, San
Miguel y otros, a la postre obviamente, fuera del hacinamiento se constituían
en focos de contagio de epidemias que tuvieron que ser prohibidas dichos
entierros poco después de la fundación de la república y la aparición de los
camposantos.
V. EL CEMENTERIO GENERAL DE ORURO
Oruro, producto del incesante proceso migratorio, campo-ciudad, amortigua
valores culturales de rancio atavismo, amalgama bajo el yunque católico que a
la postre significa una especie de renacimiento del Ayllu, en la ciudad, pero
enriquecida con nuevos patrones citadinos que le dan peculiaridad e identidad
particular, cuyas costumbres y tradiciones esenciales han remontado al tiempo y
espacio, siendo una de ellas rituales tanatalógicos, donde a principios del
Siglo XX, atraídos por el boon minero llegaron colonias de extranjeros que
coadyubaron en la modernización de la ciudad entre ellos los espacios
denominados: cementerios, panteones, o llamados también camposantos, que según
el arquitecto David Bravo Mendizábal "son espacios llenos de belleza, en
el manejo de los estilos arquitectónicos y constructivos, convirtiéndose estos
con el transcurso de los años, en verdaderos iconos del patrimonio urbano
arquitectónico, que en la actualidad, son museos al aire libre, un ejemplo de
aquello es el Cementerio General de la ciudad de Oruro. La calidad de una
ciudad se fundamenta en el equilibrio y ordenamiento de sus plazas, calles y
edificios que se elevan a la condición de obras de arte -prosigue- es necesario
entender el espacio de un modo simbólico en el hábitat, de modo tal que la
ciudad deviene arquitectura, los cementerios, son contenedores de nuestra
identidad cultural. Es así como la arquitectura funeraria, pasa de la categoría
de patrimonio material, a la de patrimonio espiritual de la sociedad, generando
un espacio de fuerte sabor simbólico; convirtiéndose en verdaderos monumentos,
que con todos sus componentes representan un espacio urbano simbólico. El
concepto de espacio e identidad cultural son ideas complementarias e
íntimamente ligadas a la vida social".
VI. EL CEMENTERIO ACTUAL DENTRO EL DESARROLLO URBANO DE ORURO
Indudablemente, el periodo de oro del desarrollo de la ciudad de Oruro, que la
década de 1900 a 1910, que merced a la explotación extraordinaria y subida de
precios de los minerales modificó el estatus urbano con la presencia de cientos
de extranjeros dedicados a varios rubros económico – financieros, sacudido del
letargo a los lugareños con innovaciones de real envergadura como la presencia
del alumbrado eléctrico de sus calles, la arborización de plazas, parques y
calles, la pavimentación de sus calles, la circulación de tranvías, el servicio
de teléfonos, la presencia de casas bancarias, de hoteles y muchas firmas
importadoras y exportadoras.
En ese marco el historiador Ángel Torres Sejas ratifica: "entre los otros
municipios en ejecución se tiene la pavimentación de las calles de las dos
plazas, la construcción de un hospital, mercado muy próximo a la Iglesia Santo
Domingo, matadero, cementerios, locales escolares….". Por lo transcrito se
colige que la remoción y creación de nuevas infraestructuras, como la
inauguración del Teatro Municipal de bella factura así como la modernización
del Cementerio General más fueron parte de los actos de homenaje por el
extraordinario cosmopolitismo de Oruro que exige modernizar y desarrollar sus
situaciones como la creación del hogar eterno de los mortales en el campo santo
orureño obligados además por el tricentenario de la ciudad".
En síntesis los actos conmemorativos del tricentenario de fundación de Oruro el
1.de noviembre de 1905 promovieron la modernización de nuestra ciudad entre
ellos nuestro Cementerio General que es un icono patrimonial junto a otros
mausoleos y particularmente del Mausoleo de los Notables único y de gran
riqueza de la historia de Oruro por sus ilustres hijos avecindados y propios
que dieron y dedicaron sus actos como legado postrero para nuestra tierra,
convertidos en "ajayus" o animas que nos visitan cada 1ro. de
noviembre. He ahí la Festividad de Todos Santos y la fundación de la Real Villa
de San Felipe de Austria e1 1ro. de noviembre de 1605,hoy con su nombre
genuino, Oruro.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. GAMARRA, Alfonso
2009 "En el caos del espíritu",(Narraciones),Oruro, Ed., Grafica
Andina.
2. BRAVO ,David
2004 "La Ultima Casa, Cultura y el dinero", conferencia en CATEDRA
UNESCO, organizada por la UTO.
3. OMISTE, Modesto
1981 "Crónicas Potosinas", T.1, Potosí, Ed. El Siglo Ltda.
4. LLANOS, Luis
1985 "Estampas antigua de La Paz", La Paz-Cochabamba, Ed., Los Amigos
del Libro.
5. PAREDES ,Rigoberto
1995 "Mitos, Supersticiones y Supervivencias Populares de Bolivia",
La Paz, Ed., ISLA.
6. REVOLLO, Antonio
2012 "La muerte que no es muerte en el mundo andino", en el libro
Genealogía y Folklore, Oruro, Ed., Latinas Editores.
7. TORREZ, Ángel
1994 "Oruro en su historia", La Paz, Ed., Juventud.
Mausoleo de los eslavos en Oruro.
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