Ernesto Espíndola junto a Humberto Morales clasificando
árboles frutales
Por: Rómulo Bracamonte
Mercado / Este artículo fue publicado orginalmente en el periódico La Patria de
Oruro el 7 de febrero de 2013.
Con una salva de fusilería
y el sonar del clarín que interpretaba "silencio", acompañado de la
Banda de Músicos del Regimiento "Camacho" 1 de Artillería, su
acongojada familia, amigos y personas piadosas, el viernes 8 del presente mes y
año en curso, fue sepultado en el Cementerio General, Don Ernesto Espíndola
Vilacha, maestro de profesión, último presidente de la Federación Departamental
de Ex Combatientes de la Guerra del Chaco (Fedexchaco) y firme impulsor del
proyecto de convertir a Oruro en un paraíso o vergel de árboles frutales.
De 96 años de edad, don Ernesto Espíndola, falleció el jueves 7 del presente
mes, víctima de un paro cardiaco, dejando sumida en el llanto a su familia
integrada por siete hijos y sus nueras, además de nietos y nietas, primos,
sobrinos y otros familiares.
Fue elegido varias veces miembro del directorio de Fedexchaco, entidad de la
que fue elegido su presidente, constituyéndose en el firme defensor de los
pocos beneméritos de la contienda fratricida sostenida por Bolivia con el
Paraguay, además de las viudas que aún viven en Oruro.
HOMENAJE
Durante las exequias fúnebres, recibió el homenaje del joven escritor e
historiador orureño, Miguel Salas; de la también autora del libro "La
Guerra del Chaco", Elvira Cárdenas de Paravicini y Alfredo Vargas Oroza,
éste último representando a las autoridades de la Carrera de Agronomía de la
Universidad Técnica de Oruro, quienes coincidieron al referirse sobre la
titánica labor que desarrolló don Ernesto con sus propios peculios y sin
recibir cooperación alguna de las autoridades locales, a excepción de la
Facultad de Agronomía, para su proyecto de convertir a Oruro en un paraíso o
vergel de árboles frutales, levantando una estadística sobre la cantidad de
viviendas o casas que cuentan con árboles frutales y sus diferentes variedades.
Miguel Salas, significó la vida de don Ernesto, que consagró su juventud a su
Patria, vistiendo el uniforme militar para marchar a defender a Bolivia, al
igual que miles de bolivianos, miles de los cuales no tuvieron la dicha de
volver a sus casas, como don Ernesto, quien debe merecer homenaje por su honor
y gloria. También ponderó su consagración a la vida docente, habiendo impartido
educación a muchas generaciones de niños y jóvenes orureños. Se refirió
finalmente, a la ingratitud de las autoridades por no reconocer la loable tarea
cumplida por el Benemérito de la Patria, profesor y amante de Oruro, tierra
agreste a la que tuvo la idea de convertirla con mucho éxito en paraíso o
vergel de árboles frutales de diferentes especies y el impulsor de la
plantación de árboles ornamentales con hoja perenne, en plazas, parques,
avenidas, jardines y calles de la ciudad.
ADIÓS ORURO
La escritora Elvira Cárdenas de Paravicini, expresó que con don Ernesto, pasó
varios días revisando la historia de las batallas de la Guerra del Chaco, que
permitió plasmar en un libro, que fue publicado recientemente, como homenaje de
reconocimiento y gratitud a los valientes soldados bolivianos, que supieron
frenar el avance de los paraguayos a nuestro territorio ofrendando sus vidas en
las candentes arenas del Chaco boreal.
Con lágrimas en los ojos, doña Elvira le dedicó el tema que, dijo, le gustaba
cantar en vida a don Ernesto, "Adiós Oruro del Alma", entonación que
arrancó lágrimas de los presentes.
LA UTO CUMPLIÓ
"La Facultad de Agronomía de la Universidad Técnica de Oruro, ha cumplido
con el proyecto del profesor y Benemérito de la Guerra del Chaco, don Ernesto
Espíndola Vilacha, al haber plantado cientos de especies de árboles frutales de
diferentes variedades en los predios que tiene la UTO, tanto en la Ciudad
Universitaria, como en varias facultades y el Fundo Condoriri; también tienen
en mente seguir con el legado que ha dejado don Ernesto, de plantar varias
especies en otras poblaciones, como Challapata, Huanuni y otras", señaló
Alfredo Vargas Oroza, al hacer uso de la palabra en nombre de la UTO.
Añadió que junto al proyectista de convertir a Oruro en un vergel, se han
realizado plantaciones de más de un centenar de árboles: manzanos, guindos,
duraznos, ciruelas, peras y otros, compartiendo un hermoso día de regocijo con
estudiantes y docentes en la Ciudad Universitaria, cuyos resultados ahora son
halagadores.
Destacó también que junto al abogado Humberto Morales Rocha, don Ernesto
Espíndola realizó la Primera Feria de la Fruta en Oruro, que se llevó a cabo el
16 de septiembre de 2007, donde al mismo tiempo, hizo entrega oficial del
Padrón de Árboles Frutales a la Facultad de Agronomía, con el registro de 1.514
especies frutales.
AGRADECIMIENTO
Carlos Espíndola Aréa, médico y abogado, en representación de los hijos,
testimonió el agradecimiento de la familia a los presentes, por el homenaje y
las condolencias recibidas, significando las virtudes de ser un padre ejemplar
que ha sabido inculcar buena educación, moral y honradez a sus hijos, nietos y
sobrinos.
Don Ernesto Espíndola Vilacha, nació el 22 de noviembre de 1916 en Mohoza,
provincia Inquisivi de La Paz, siendo sus padres: Liborio Espíndola y Deidamia
Vilacha; contrajo matrimonio con doña Sofía Teresa Aréa Morales, con quien tuvo
diez hijos, habiendo fallecido tres y viven seis varones y una mujer.
BENEMÉRITO
Se alistó a los 18 años, como buen boliviano, para la Guerra del Chaco, el 14
de mayo de 1934 y participó en diferentes batallas, hasta el armisticio en
junio de 1935, sin embargo, tuvo que estar junto a su compañía un año más al
cuidado de las pertenencias del Ejército de Bolivia, en el límite internacional
fijado.
En el Regimiento "Florida" al que pertenecía, cubrió la retirada del
cerco de Campo Vía, que el Ejército Paraguayo le hizo a los defensores del
Chaco; también estuvo en la retirada del cerco de Picuiba, saliendo por la
picada al Fortín "27 de Noviembre", Fue puntal la actuación de su
unidad en la retoma de Charagua, donde los paraguayos tomaron esa población por
una semana, siendo decisiva la participación de la Batería 105 comandada por el
Cnl. Seleme, que bombardeó a los paraguayos durante 24 horas sin descanso
alguno de día y de noche, obligando a los enemigos a huir a su territorio,
causando además muchas bajas que quedaron desparramadas en el terreno hostil,
retomando los bolivianos Charagua. Relató que tras la reconquista de Charagua,
continuaron hasta Santa Fe y llegar al Kilometro 40, donde lamentó que para
Bolivia terminó la contienda bélica. Con la firma del armisticio o el cese de
hostilidades el 14 de junio de 1935.
A su retorno don Ernesto Espíndola Vilacha, trabajó en la Región Militar Nº 2
en Oruro, por espacio de dos años.
Desde el año 2010 hasta el momento de su deceso, ocupó la Presidencia de la
Federación de Ex Combatientes de la Guerra del Chaco de Oruro.
EDUCADOR
Estudió en la Normal Rural de "Santiago de Huata", egresando con el
título de Profesor de Primaria en 1944, también se de-
sempeñó como docente en la Normal de Warizata "Elizardo Pérez" La
Paz, como profesor, educó a generaciones de niños en escuelas de los centros
mineros de: Caracoles, Colquiri, Santa Fe y San José. Igualmente ocupó el cargo
de Supervisor de Educación en las escuelas de: Santa Fe, Japo y Morocala.
AGRICULTOR
Habiendo desarrollado su niñez y parte de su juventud en Mohoza (cabecera de
valle) su tierra natal, junto a su padre se dedicó a trabajos de la
agricultura, plantando hortalizas y otras especies, profundizando sus
conocimientos con la agropecuaria. Ya establecido en Oruro desde la época de
los años 50, dedicó parte de su vida acompañado de su esposa e hijos a
practicar la agropecuaria, haciendo plantaciones de árboles ornamentales y
frutales en la zona Noreste de la ciudad, con la idea de transformar el páramo
en un vergel, demostrando que el clima de Oruro no era tan agreste y que sí
podía cambiar, cuyo resultado fue la exposición en la Plaza "10 de
Febrero" con frutos obtenidos en árboles plantados en varias zonas de la
ciudad.
Entre sus otras pasiones, don Ernesto Espíndola Vilacha, también fue escritor,
plasmando la obra "Un Libro al Desnudo", en el que narra aspectos de
la vida cotidiana que le tocó pasar. También escribió varios artículos y
comentarios que fueron publicados por medios escritos del país, principalmente
relacionados con la contienda bélica del Chaco.
Fue apasionado hincha del club de sus amores "San José", a cuyos
partidos asistía asiduamente, además de haberse dedicado a otras actividades
culturales en beneficio de la niñez y la juventud orureñas.
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