Por: Rubén Guido Quispe Herrera - Gestor Cultural,
Licenciado en Derecho U.T.O., Director Ejecutivo del Centro de Documentación y
Biblioteca Cultural Itinerante “LUIS RAMIRO BELTRÁN SALMÓN” en la ciudad de
Oruro.
Prof. Marcos Beltrán Ávila, nació en la ciudad de Oruro, un
25 de abril de 1881. (Falleció en Cochabamba, 10 de septiembre de 1977), sus
estudios primarios y secundarios lo desarrolló en su tierra natal, los
superiores en la Escuela de Maestros de la ciudad de Sucre. Fue Historiador,
maestro, crítico y escritor. Profesor y director de la Escuela Nocturna de
Artesanos (1907) y del Colegio Nacional Bolívar (1910-1924). Diputado y
munícipe. Fundó el Liceo de Señoritas Pantaleón Dalence (1922). Fue su Director
de esta U.E., en la cual hizo posible la construcción del edificio actual.
Varas Reyes, biógrafo de este insigne orureño, dice: “Pobre fue la niñez de
Marcos Beltrán Ávila en el gris y frío paisaje de Oruro. Cuando empezó a
estudiar, y en ese afán se trasladó a la ciudad de Sucre por algún tiempo,
tropezó a diario con dificultades económicas y de otro orden. Pero venció a las
circunstancias adversas a fuerza de tenacidad y disciplina”. Por su parte,
Carlos Castañón Barrientos, en Escritos y Escritores ve en la obra de Beltrán
Ávila “Un intensó amor a la naturaleza no solo en el altiplano donde está
incrustado la ciudad de Oruro, sino también del valle cochabambino, la tierra
en la que Beltrán halló el mejor clima para su quebrantable salud”.
Fue Director de la Biblioteca Municipal de Oruro, que
actualmente lleva su nombre. Viajó en dos oportunidades España a realizar
investigaciones en los archivos de Madrid (1912) y Sevilla (1930); a la
Argentina (1912) y Chile (1924), a fin de buscar documentos sobre el proceso de
emancipación, entre ellos los referentes a la sublevación de Juan Vélez de
Córdova (1739), y de los sucesos de 1781; descubrió los papeles referidos a
Alejo Calatayud de Cochabamba, así como los papeles del Conde de Tarata, y
encontró en Sevilla el primer impreso boliviano que fue publicado en La Paz, en
1810, de cuyo hallazgo publicó El Centenario de la primera impresión boliviana
(1943), con el que da fin a la polémica entablada con L.M. Loza*, quien
afirmaba que el primer impreso fue editado en Oruro en 1813. Encontró, en el
Archivo Nacional de Buenos Aires, 21 legajos y en el Archivo General de Indias,
10 legajos sobre la Audiencia de Charcas.
Obras Literarias: con documentos referidos a la historia
colonial e independentista de Oruro, con los que dio a luz su obra Capítulos de
la historia colonial de Oruro (1925). De todos los documentos que encontró hizo
sacar copias, las que luego depositó en la Biblioteca Municipal. Reunió
documentos históricos en su archivo particular y conoció el archivo del erudito
Jijón y Caamaño*, que custodia el archivo de I. Flores*, con información sobre
las rebeliones indígenas de 1780-1781, en Oruro. Con ellos escribió Historia
del Alto Perú en 1810 (1918), Capítulos de historia colonial de Oruro (1925),
Jacinto Rodríguez de Herrera y Sebastián Pagador (1944), La pequeña gran logia
que independizó a Bolivia, 1823-1825 (1948) y Acerca del Tabú bolivarista.
Bolívar y la autonomía del Alto Perú (1963). Tiene, también, una novela
histórica titulada El 10 de febrero (1906). J. Siles* afirma que es el
iniciador de las historias regionales. Prosa poética: “Tormenta en el jardín de
Epicuro” (1944).
Reconocimientos: Fue condecorado por el gobierno con la
Medalla al Mérito (1944), Cóndor de los Andes (1954) y la Gran Orden de la
Educación Boliviana (1964). Recibió muchas condecoraciones por su labor de
investigación. Su nombre está consignado en el diccionario Histórico de Joseph
Barnadas. Es considerado uno de los más importantes hombres de letras que ha
dado Oruro. La labor cimera de Beltrán estaba destinada a desarrollarse dentro
las lindes de la investigación histórica, que se norma siempre dentro el rigor
documental que debe caracterizar a la auténtica investigación científica. Como
resultado de su ya proverbial probidad, él ha sido autor de varios libros
polémicos, entre ellos su afamado estudio de critica histórica EL TABÚ
Bolivarista, que trata de uno de los aspectos más debatidos de la creación de
Bolivia y la duda sobre la paternidad, unas ve-ces atribuida y negadas otras,
al libertador Bolívar.
Beltrán Ávila, con valiosos elementos de juicio, llega a la
conclusión de que Bolívar fue un opositor a la independencia del Alto Perú,
porque a la creación de pequeñas naciones oponía las grandes, quizás con mayor
visión. Fue declarado “Ciudadano Notable de Oruro” (1977). En 1980, la
Biblioteca Municipal es denominada con su nombre. En 1970 por la Resolución Ministerial
de Educación se Nomina su nombre a la Unidad Educativa “Marcos Beltrán Ávila”,
en la zona Agua de Castilla de la ciudad de Oruro. El Profesor Marcos Beltrán
Ávila, no es solamente un novelista y un historiador, en él se dan también el
dramaturgo y el pensador, la primera actividad se halla realizada en los dramas
históricos Casta de Héroes y Vae Victis; la segunda ha producido la obra La
Tormenta en el jardín de Epicuro, ensayo filosófico de elevada espiritualidad.
Vasta y variada es la producción inédita de Marcos Beltrán, ella trasunta la
elevada mentalidad de su autor que nos dejó la siguiente enseñanza “…nada nos
dirá la Historia si no sentimos el dolor y el amor de los muertos gloriosos;
nada significa ella, cuando se desconoce la sangre por las venas y el espíritu
cívico que vibró en ellos” Una última nota de la personalidad de Marcos Beltrán
A. Confesada por este, surge de su propia pluma: “Jamás digas tus penas/ ni
muestres tus lagrimas/ a quienes no te comprenderán./ Ama tu dolor, embébete en
él/ llora solo. Con los demás./ muéstrate sereno y digno,/por mucho que la
amargura/ muerda tu fuerte corazón.
Bibliografía: Libro: “Orureños en la Cultura Boliviana”
Homenaje al IV Centenario de la Fundación de Oruro, por Elías Blanco Mamani
2006.
Libro: “Diccionario de Autores Orureños”. Por Lidia
Castellón de Condarco y Marlene Duran Zuleta 2007.
Libro: Guardianes de la Memoria “Diccionario Biográfico de
Archivistas de Bolivia” segunda edición 2016, pág. 146, Editor Lic. Luis Oporto
Ordoñez.
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