Pujllay en el Carnaval de 1983
Este articulo apareció publicado en el periódico La Patria el 14 de Febrero de 2015
Según la
historia fue el año 1816, cuando el ejército verde español fue dominado por los
Yamparas, quienes desde las alturas aplastaron con enormes piedras a los
invasores, victoria que está representada en la danza de los Phujllay. La cuna
de ésta cultura se encuentra en el departamento de Chuquisaca, en las
provincias Oropeza y Yamparáez.
Los relatos históricos hablan de cerca de 2.000
indios, encabezados por los caciques, quienes fueron los que vencieron a los
españoles, quedando sólo con vida un niño que tocaba el tambor de órdenes,
luego los Yamparas al son del ritmo bailaron la victoria disfrazados con ropa
de los españoles, es ahí donde nace esta danza.
Esa victoria, marca una festividad que se celebra
al ritmo de la danza guerrera del Phujllay, palabra quechua que significa
juego, y se cumple cada año en diferentes regiones de Chuquisaca.
La celebración comienza con una misa de almas en
Jumbate, cuando más de 70 comunidades irrumpen en Tarabuco para rendir homenaje
a los muertos en el combate y agradecer a la Pachamama (madre tierra) por la
buena cosecha.
Danza, música y fiesta, es una triología que
expresa la esencia de la cultura de los Yamparas, que tienen una coreografía
única que atrae a miles de danzarines, quienes pese al transcurrir del tiempo
mantienen la esencia de esa cultura, en su vestimenta, sus tradiciones, además
de sus rituales que practican los folkloristas que participan año tras año en
el Carnaval de Oruro.
El ritmo, la música y la danza del Phujllay no
solo gusta a los orureños, sino también a gente del interior del país e incluso
del exterior que forman parte de este conjunto. Cabe hacer notar que la música
propia de esta danza es con instrumentos nativos y autóctonos, sin embargo, en
el Carnaval de Oruro, se incluyeron los instrumentos de metal para dar mayor
fuerza a las melodías típicas de Chuquisaca.
Hasta la gestión 2014, la Asociación de Conjuntos
del Folklore de Oruro (ACFO) reconocía al Conjunto Folklórico y Cultural
Phujllay, que fue fundado a iniciativa de los trabajadores de la fábrica textil
Rockett, por su profunda fe hacia la Virgen del Socavón, el 26 de septiembre de
1982, pero en el último congreso de esta entidad, la Fraternidad Folklórica
Artística y Cultural Phujllay, también se suma a la máxima expresión devocional
de los Andes bolivianos.
Ambas instituciones enriquecen el Carnaval de
Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, con una
danza que refleja la vivencia de una cultura importante dentro de nuestro país.
La Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el 25 de noviembre de 2014,
inscribió en la lista representativa de Patrimonio Cultural de la Humanidad al
Phujllay y Ayarichi: música y danzas de la cultura Yampara de Chuquisaca,
siendo ahora un orgullo no solo para el Carnaval de Oruro, también para Bolivia
entera.
El Phujllay y Ayarichi son formas musicales y
coreográficas de la cultura Yampara que se complementan formando un todo. El
Phujllay se practica en la época de lluvias y el Ayarichi en la temporada seca.
El Phujllay lo ejecutan principalmente hombres en el transcurso de un ritual
del mismo nombre que celebra la renovación de la vida y la abundancia traída
por la época de las lluvias.
El Ayarichi se baila en fiestas dedicadas a los
diferentes santos católicos que rigen el orden social y cósmico e influyen en
la conservación de la vida. El grupo de ejecutantes de este ritual comprende
cuatro músicos que tocan simultáneamente flautas de pan y tambores, acompañados
por dos a cuatro bailarinas.
Decada de los 1980
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