Una revisión esquemática de las respuestas a estas preguntas permite
observar una alternancia entre los factores internos y externos. En las explicaciones
predominantes hasta 1825, los factores internos son considerados la causa del
subdesarrollo. Una hipótesis distinta, previamente ilustrada, se refiere a la
escasez de mano de obra calificada, y en particular a la escasez o inexistencia
de empresarios propiamente tales.
Entre 1825 y 1952, los factores externos (inversión extranjera y empresas
multinacionales, inestabilidad de los mercados mundiales, intercambio desigual
y dependencia de los países desarrollados) pasan a ser considerados la causa central
del subdesarrollo. En este caso la solución sugerida es la industrialización
orientada hacia el mercado interno, minimizando el papel de las exportaciones
de recursos naturales. Paralelamente surge el planteamiento de la necesidad de
realizar reformas estructurales para romper la inercia del sector productivo
local y corregir la distribución inequitativa del ingreso.
De 1952 a 1985, nuevamente los factores internos constituyen la
explicación básica del subdesarrollo; en este caso se refieren a políticas
económicas erróneas generadoras de distorsiones y a un papel excesivo e
inadecuado del Estado en la actividad económica. La solución radica en realizar
reformas estructurales, pero de signo opuesto a las sugeridas anteriormente:
mercados libres, economía abierta y predominancia del sector privado permitirán
replicar la trayectoria exitosa observada en regiones de países exportadores.
Entre 1985 a 2005, los factores externos nuevamente establecen la
explicación del subdesarrollo, debido a que en nuestro país se implementó un
nuevo modelo económico que se basó en un programa de estabilización económica,
de carácter ortodoxo, y en la ejecución paulatina de reformas estructurales,
enmarcadas en los lineamientos del "Consenso de Washington" (aplicación
de los derechos de propiedad, mantenimiento de la estabilidad macroeconómica,
integración en la economía mundial y creación de un clima adecuado para el
comercio). Existe la percepción de que el crecimiento económico orureño ha sido
mediocre, (en promedio fue el 3,4% durante el periodo 1989-2004).
Desde el 2005, Oruro debería acelerar su desarrollo gracias al precio
internacional de los minerales, analizando datos estadísticos del INE vemos que
entre el 2005-2009 el crecimiento promedio de Oruro fue 7,4% mayor al
crecimiento nacional que fue 4,6%, en este periodo, específicamente el año 2008
Oruro alcanzó el mayor crecimiento del PIB en su historia económica 18,5%, dos
o tres veces más al crecimiento que alcanzaron los departamentos más
desarrollados de Bolivia. El PIB per cápita de Oruro el año 2009 fue 2.159
dólares, mayor al PIB per cápita nacional que fue 1.683 dólares, Los niveles de
pobreza y extrema pobreza de Oruro son altos (el 72,8 % de la población se
encuentra bajo la línea de pobreza).
EI alto crecimiento que tuvo la economía de Oruro, en estos últimos 5
años, no tuvo efecto en la reducción de la pobreza y en el desarrollo del
Departamento. Oruro está generando riqueza, pero no se ven los beneficios en
nuestro Departamento, las rentas generadas en Oruro están desarrollándolas
otros departamentos de Bolivia, no se siente en los bolsillos de los orureños
los beneficios que se generan en este periodo de bonanza internacional. Los
recursos que percibirá el Gobierno Autónomo Departamental de Oruro en la gestión
2011, por concepto de regalías, IDH, IHD y Fondo de Compensación son los más
bajos: Doscientos treinta y ocho millones de bolivianos (Bs. 238.530.002), este
presupuesto sólo es mayor a los recursos que percibirá Pando, y los restantes
siete departamentos recibirán más que Oruro (Tarija percibirá mil ochocientos
millones de bolivianos Bs. 1.861.026.772).
En este sentido, el debate sobre la descentralización fiscal sin duda
tiene vital importancia para Oruro, las autonomías deben poseer capacidad de decisión
sobre los medios económicos a través de una verdadera autonomía financiera, que
no debe estar limitada a la descentralización de los gastos, sino también en la
descentralización de los ingresos (que se apropian departamentos que no generan
mucha riqueza), el hecho de aplicar una verdadera autonomía, implica también
una autonomía fiscal que está vinculado a la capacidad de gestión del Gobierno
Autónomo Departamental de Oruro.
Una constante del desarrollo económico orureño durante estos 200 años es el
gravitante papel desempeñado por los recursos naturales; al iniciar la década
del 2000, más del 90% de la canasta exportadora está basada en ellos. Las
ventajas comparativas de Oruro están claramente en su dotación de recursos
naturales; es más, algunos de estos recursos poseen un elevado nivel de
productividad relativa, permitiéndole a Oruro gozar de importantes rentas
ricardianas. En una economía abierta, la existencia de recursos naturales con
una elevada productividad relativa internacional afecta la producción interna
de bienes transables y condiciona de esta forma el patrón de desarrollo
económico.
Los minerales, transformaron a Oruro en una economía mono exportadora
durante buena parte del siglo XX. ¿Por qué ello no convirtió a Oruro en un
departamento desarrollado?, ¿cuáles son los problemas de ser una economía mono
exportadora, o exportadora de recursos naturales? Un conjunto de hipótesis
pareciera sugerir que la posesión de minerales sería una especie de
"castigo divino", por lo que sería conveniente prescindir de ellos,
o, en términos menos extremos, no basar el desarrollo económico en la
exportación de recursos naturales. A nuestro juicio, es una ventaja para Oruro
poseer abundantes recursos naturales; el departamento estaría mucho peor si no
hubiera tenido minerales. La cuestión central radica en la definición de las
políticas adecuadas para administrar y aprovechar las rentas generadas por la
posesión de estos recursos naturales, y que estos recursos no beneficien a
otros departamentos que no generan exportaciones de minerales.
Como es usual, no hay una respuesta única a una interrogante aparentemente
tan simple. Son varios los factores, internos y externos, que intervienen y
explican la persistencia del subdesarrollo orureño: Un Estado centralizado en
los ingresos, escasez de empresarios, crecimiento demográfico, departamento
joven que parte tarde, comportamiento rentista inducido por la disponibilidad
de recursos naturales, incapacidad de las autoridades.
La prueba final será comprobar si la mayoría de los orureños llegan a
compartir los beneficios de un desarrollo de las exportaciones. Un desarrollo
estable a largo plazo y un horizonte también de largo plazo para los
inversionistas privados requiere, en un régimen democrático, de la erradicación
de la pobreza y de un patrón distributivo más equitativo.
Por: Ernesto Bernal Martínez / Magister en Políticas Públicas, Universidad
de Chile; Docente Universidad Técnica de Oruro; ebernal@ing.uchile.c1
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