Bermudez en el mundial de Uruguay 1930.
Por: Ovidio Edwin Cayoja Calizaya – Periodista / La Patria
de Oruro, 1 de Noviembre de 2017.
l nombrar a Jesús Bermúdez Torres, inmediatamente se nos
viene a la cabeza aquel gigante de la zona Norte, el estadio que es templo de
las pasiones orureñas, centradas en el equipo que se lleva en el alma del
quirquincho desde que nace, el plantel de San José, pero muchos no recordamos
por qué ese estadio lleva ese nombre, ¿quién fue Jesús Bermúdez?
La fiebre del fútbol, deporte nuevo para la época, llegó a Bolivia y
específicamente a Oruro en 1886 como parte de las costumbres europeas traídas
por los obrero que tendían vías férreas que en una tarde soleada decidieron dar
de patadas a un balón en la estación de trenes atrayendo la atención de propios
y extraños, una década después el deporte ya había sido apropiado por los
lugareños que con mucha convicción fundaron en 1896 el primer equipo boliviano
"Oruro Royal Foot - Ball Club" que sigue vigente hasta hoy.
En ese mar de pasiones futboleras, allá por 1902 nacía Jesús Bermúdez Torres,
en una casa ubicada entre el centro de la ciudad y la plaza de La Ranchería,
desde chiquillo su paradero era la cancha de la avenida Colombia, hoy
denominada 6 de Octubre, ahí donde actualmente se yergue el Parque de la Unión
Nacional, muchos dicen que practicó el fútbol desde sus 12 años.
Con buen dominio de balón se constituía como una muralla en la defensa, sí, en
la defensa, ya que en un principio no era arquero, sus dotes como zaguero le
dieron la oportunidad de ingresar en el Calaveras Futbol Club, una escuadra que
representaba a la zona Norte de la ciudad, todos lo admiraban porque era un
apasionado del deporte y muy diligente en los entrenamientos.
Una mañana, los jugadores se encontraban molestos porque el portero titular no
llegaba y retrasaba los entrenamientos, Jesús Bermúdez sin vacilar ni un
momento pidió ocupar ese puesto, al verlo un poco flaco y con 1,69 de estatura
muchos dudaron, pero al final aceptaron la propuesta.
Al culminar el entrenamiento muchos no podían creer lo que habían visto, pues
los dotes del portero orureño eran fascinantes, la agilidad de un gato, muy
concentrado y bien ubicado en su pórtico y sin miedo para poner el cuerpo con
tal de impedir el gol, un dotado sin duda.
Con el transcurrir de los encuentros Jesús ya fue inamovible de su puesto,
llegó a la selección departamental, ahí fue donde su fama trascendió a nivel
nacional, cada partido le brindaba mayor experiencia, pero también el amor
tocaba su puerta, había conocido a un simpática moza que vivía por el sector de
La Ranchería, lugar por el que siempre frecuentaba después de los partidos,
Alicia Tovar era la muchacha que desvelaba al joven talento, una joven con buen
porte y muy codiciada por los jovenzuelos, aunque muy triste en su vivir.
Cuentan los vecinos que Alicia, siendo joven, quedó huérfana, pero que al tener
amistad con la familia de Jesús, los padres de él decidieron llevársela a su
hogar, lugar donde floreció un amor que fue para toda la vida.
Las alegrías continuaron para Jesús Bermúdez, en 1926 Bolivia era aceptada como
asociada a la Confederación Sudamericana de Fútbol y participaría en el primer
torneo internacional realizado en Chile con la presencia de las selecciones de
Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Chile. Más allá de los resultados la
alegría de Jesús se centraba en que era el primer portero boliviano de la
selección nacional, hito que marcaría su vida por siempre.
En 1927 se repitió el torneo sudamericano y Bermúdez volvió a ser figura, a tal
punto que incluso recibía invitaciones de otros clubes para que forme parte de
sus elencos para algunas giras nacionales e internacionales, entre esos equipos
el club Bolívar de La Paz que llevó al portero orureño a tierras chilenas.
La mayor satisfacción del portero orureño llegó en 1930 cuando fue convocado
para participar con la Selección Nacional en el primer mundial de fútbol
celebrado en Uruguay, la participación boliviana no fue de las mejores, uno de
los motivos era la falta de un jugador, a pesar de ello, la tenacidad de
Bermúdez fue plasmada en el campo de juego.
También logró su sueño de casarse con su doncella, entre 1930 y 1933, contraía
nupcias con la bella dama Alicia Tovar, muchos dijeron que fue una boda
sencilla, como se acostumbraba en esa época porque se iniciaba la Guerra del
Chaco y uno de los requisitos para enlistarse era justamente estar casado.
Jesús Bermúdez se fue a la contienda a defender los colores de su país, pero de
una manera muy diferente, las refriegas con los paraguayos habían concluido en
1935, Bermúdez retornó a su hogar, pero dentro de sí llevaba las secuelas de la
guerra que serían causantes a futuro de su destino fatal.
Siguió jugando al fútbol en su querido "Calaveras", formó su familia
teniendo cuatro hijos de los cuales tres fallecieron por causas no conocidas.
En 1945 el corazón de Jesús Bermúdez se detuvo como consecuencia de las
malignas enfermedades que se arrastran después de la guerra, no sin antes
prometerle amor más allá de la vida a su querida Alicia, quien nuevamente veía
que el destino le quitaba su familia.
De la descendencia de Jesús Bermúdez solo quedó un cuarto hijo que, por los
avatares de la vida, se fue a Argentina, Alicia se quedó nuevamente sola
viviendo del recuerdo de su ser querido, recordando que incluso tenía que
fingir ser la sirvienta porque iban por su casa un sinfín de chiquillas con
regalos para el afamado arquero, pero que lo hacía con ironía porque sabía que
Jesús solo tenía ojos para ella.
Los años se apoderaron de la anciana y por causas desconocidas tuvo que emigrar
a La Paz donde vivió los últimos días de su vida en un hogar de la tercera
edad, su única aspiración era la de encontrarse con su hijo, lo cual nunca
logró, pues él había muerto en el año 2009, su único consuelo fue contactarse
telefónicamente con sus nietos quienes le brindaron algunas palabras de
aliento, Alicia falleció en ese hogar el 2015 a la edad de 111 años, se fue al
reencuentro de su portero adorado.
El estadio de la zona Norte fue edificado entre la época de 1940 a 1950, para
la década del 70 los orureños decidieron otorgarle al gigante de cemento con el
nombre del portero boliviano que comenzó como zaguero, pero luego se convirtió
en uno de los arqueros más connotados de Suramérica, Jesús Bermúdez Torres, el
templo de las alegrías y tristezas orureñas, donde se palpita fútbol con la
misma intensidad que aquel personaje orureño lo hacía.
FUENTES:
-Periódico La Razón, nota titulada "Alicia Tovar: el recuerdo de Jesús
Bermúdez"
www.elsajama.com "Doña Alicia Tovar se fue al encuentro de Jesús
Bermúdez"
http://futbolistasbol.blogspot.com
"Jesús Bermúdez, el inolvidable
guardameta del fútbol boliviano"
http://www.oruro.in "Los nietos de Jesús Bermúdez quieren visitar
Bolivia"
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