Por: Ramiro Duchén Condarco - Periodista e
Investigador - ramiro.duchen@gmail.com
/ La Patria 3 de octubre de 2010.
El Dr. D. Ramiro Condarco Morales, sin temor a
equivocarnos, fue una de las figuras más esclarecidas de la cultura boliviana
durante la segunda mitad de la pasada centuria.
Su influencia abarca diversos campos del saber, con particular énfasis en la
historia, la biografía, la cartografía, la antropología, la sociología y la
arqueología, formación que en conjunto coloca a RCM en la categoría de un
humanista, tal vez de los últimos que ostentó Bolivia en la segunda mitad de la
pasada centuria; sin embargo, además de los mencionados ámbitos, fue un poeta
de excepcional sensibilidad e innata habilidad en el manejo del lenguaje y las
técnicas que exigen el cultivo de la poesía en su más pura y bella expresión,
pero por esos azares del destino, o, quizás más propiamente por la limitación
mental que ostentan algunos de nuestros intelectuales, su labor en este campo,
fue poco menos que ignorada.
La producción intelectual de RCM fue fruto de una sólida formación iniciada en
la casa paterna con la sabia orientación de su progenitor, ampliada
posteriormente en las aulas universitarias, específicamente en la rama del
derecho, y consolidada en la soledad de su gabinete de estudio, donde se formó
autodidácticamente en disciplinas como las mencionadas en párrafo anterior, haciendo
gala en toda su obra de una pulcra aplicación del método científico con todo su
rigor, apoyado en una exhaustiva documentación de cuanto asunto investigó.
Los pasos iniciales de RCM como escritor fueron dados en el campo de la poesía.
Sus primeros versos fueron escritos a sus trece años, de tal modo que a los
dieciséis años era un poeta de gran sensibilidad que escribía con inusitada
soltura y dominaba con propiedad la técnica del soneto y en general la de la
versificación española, habiéndose laureado cuando apenas contaba con 18 años,
pero con más de un lustro de estudio en este ámbito literario. Es ilustrativo,
sobre este particular, leer las siguientes palabras de uno de los mayores
críticos y escritores que tuvo Bolivia, don Augusto Guzmán:
"A los veinte años –dice– ingresó al escenario de las letras bolivianas
con poemas reissignianos (1) de la primera mocedad, afirmando con su acento,
preciso y cristalino, un naciente y firme prestigio de poeta. Cantar del
trópico y la pampa aparece dos años después de que el joven bardo conquistara
la Flor Natural, la banda del Gay Saber y la Kantuta de Oro en los juegos
florales de 1946, celebrados en Oruro. Era, pues, un poeta definido y
consagrado en los años verdes del bachillerato en humanidades./ No hay
composiciones desechables en este libro; en todas ellas encontramos un soplo
agraciador de un lirismo joven y despierto…" De Zedar de los espacios, el
propio crítico sostiene que "…por su despliegue sinfónico y su elevación
poética es fácilmente comparable con La Prometheida o las Oceánides de Tamayo,
sólo que la obra de Condarco nos lleva más lejos de Grecia, nos lleva a otros
mundos de aspiración y ensueño, donde la pluralidad de los sucesos es tan
asombrosa como deleitable…" En este campo de producción intelectual
también dio a estampa Mares de duna y ventisquero (1948) y Madre Alba y poemas
lineales más un bouquet de luz para Yulena (1989)…, y una significativa
cantidad de poemas dispersos en la prensa de su época, particularmente de Oruro
y La Paz, y también en publicaciones periódicas de Montevideo y Buenos Aires,
entre otras.
Sin dejar de cultivar la poesía, su obra más voluminosa se concentró en la
investigación en las áreas mencionadas precedentemente.
Cuando la ciudad de La Paz –en la cual RCM desarrolló la mayor parte de su
proficua labor y amplia producción científica – celebraba el bicentenario de la
gesta libertaria del 16 de julio de 1809, este hombre de letras exhalaba su
postrer suspiro y cerraba los ojos para descansar eternamente junto al Creador,
dejando tras de sí una imborrable impronta en las letras nacionales.
Fue la suya una existencia casi exclusivamente consagrada al cultivo de las
letras y desarrollo de la investigación, fruto de lo cual estructuró una maciza
obra cuya relación intenta mostrar el presente recuento bibliográfico.
RCM nació en Oruro el 27 de octubre de 1927 en el seno de una familia
tradicionalmente dedicada al ejercicio de las ciencias, las letras y las artes
en sus más diversas manifestaciones. Hijo de Lisandro Condarco Sierra y Martha
Guadalupe Morales Porres, fue el menor de seis hermanos.
Su extensa creación espiritual se halla, por un lado, sólidamente estructurada
en 24 volúmenes publicados y en más de una centena y media de títulos dispersos
en la prensa nacional, y por otro –en un corpus menor–, su producción inédita,
aunque, parte de ella, fue conocida en algunas conferencias dictadas en el
exterior del país y en publicaciones parciales de la prensa boliviana.
Si bien es cierto que su obra más conocida y exitosa es Zárate, el
"temible" Willka, Protohistoria andina es, a su vez, un formidable
trabajo que muestra el dominio de la metodología de investigación adquirido por
RCM en su formación autodidacta. "Es –como ha dicho Valentín Abecia Baldivieso–
un libro de análisis del conocimiento, de las condiciones objetivas y
subjetivas, el método, las escuelas, y el estudio del conocimiento histórico,
las fuentes y la crítica. En suma, una propedéutica del conocimiento
histórico". (2) "Este libro –dice por lo mismo el mexicano Alfonso
Villa Rojas– sinceramente lo recomiendo con vehemencia; es una auténtica
enciclopedia…" (3)
El escenario andino y el hombre, por su parte, trasluce la capacidad
investigativa y habilidad creadora del autor para recrear las relaciones
eco-simbióticas interzonales de las culturas andinas, y plantear una teoría que
simultáneamente –aunque de manera independiente– fue también trabajada por John
V. Murra en EE.UU.; ambas teorías –muy similares– son fundamentales para
entender la realidad geofísica de la vasta región andina y su influencia sobre
los distintos pisos ecológicos y la economía de la región.
Grandeza y Soledad de Moreno y Aniceto Arce, artífice de la extensión de la
revolución industrial en Bolivia, monumentales biografías de dos eminentes
personajes bolivianos, son también muestras de la erudición y el rigor
científico que distinguen los trabajos de RCM; obras a las que acompaña el
opúsculo Rigoberto Paredes, historiador y etnógrafo, que es una muy bien
lograda síntesis biográfica de ese preclaro personaje paceño.
Los Atlas históricos de América y Bolivia, representan otra faceta de RCM: La
de cartógrafo, que reconstruyó en estas obras el pasado de América y de Bolivia
en sendos mapas trabajados meticulosamente en su gabinete. Desde el origen del
hombre en América, la localización de las diferentes culturas nativas, las
rutas de los viajes de Cristóbal Colón a América, el territorio de la Audiencia
de Charcas, hasta el desplazamiento de las fuerzas bolivianas en las distintas guerras
con sus vecinos, son meticulosamente ubicadas en los mapas como resultado de
las investigaciones del estudioso. No obstante, la crítica fue particularmente
negativa a estos originales aportes bibliográficos de RCM, habiéndose
cuestionado la validez de ciertos mapas, pero sin presentar argumentos serios…
Sólo criticar por criticar, tratar de destruir por destruir y esconder
complejos de inferioridad tras una endeble máscara de una aparente superioridad
intelectual. Sin embargo de ello, un representante de un Servicio Cartográfico
de Estados Unidos, avaló la autenticidad y prolijidad de los mapas, y en
general, el trabajo y conocimiento cartográficos de RCM, calificándolo de
"un alto grado de organización y pensamiento".
Orígenes de la nación boliviana plantea la tesis de que nuestra nación no es
otra cosa que la suma de las diversas nacionalidades existentes en el
territorio actualmente ocupado por Bolivia, bajo el deseo de querer ser de sí
mismos.
La revolución del pan en Bolivia, en cambio, es un estudio sobre el problema
del hambre y cómo encararlo en nuestro país.
Franz Tamayo, el pensador, recopila los artículos de RCM divulgados a través de
la prensa paceña sobre este prócer boliviano; Temas de antropología y
arqueología obra dedicada a los alumnos de la primera promoción de la carrera
de antropología de "la Universidad de San Agustín, cuyas filas adoptaron
el patronato espiritual del autor de este libro", es un texto que da
pautas importantes de las disciplinas anotadas en el epígrafe para el estudio
universitario; los diccionarios de insultos y filosófico del buen humor,
muestran otra faceta del polígrafo orureño: la del cultor de un fino sentido
del humor.
La historia del ilustre colegio de abogados de La Paz, última obra publicada
por Condarco Morales reproduce, como su título lo indica, los fastos de esta
ilustre corporación paceña, destacando la figura de sus prohombres.
RCM fue un impetuoso hombre de letras, de un fuerte temperamento, y espíritu
polemista, muestra de lo cual son varias confrontaciones escritas que sostuvo
con otros baluartes como Juan Siles Guevara, Alfredo Medrano, Fernando Cajías,
Edgar Oblitas Fernández, Carlos Ponce Sanginés, y otros. Defendía sus ideas y
escritos con vigor y profundos conocimientos sobre los temas tratados, lo que
dificultaba polemizar con RCM y salir airoso.
Sus polémicas fueron –por lo mismo– numerosas y en ellas concibió piezas que
pueden ser consideradas como modelos en su género, tanto por sus profundos
conocimientos de los temas abordados, cuanto por la presentación y estilo de
aquéllas. (4) Algunas de ellas nos hacen recordar inequívocamente a Franz
Tamayo controversista, a cuya pluma debemos magistrales y demoledoras piezas
como "Para siempre" y "Crónica de los tiempos de Maricastaña",
verbigracia.
Si bien es cierto que en el ocaso de la proficua existencia de RCM, el intenso
trabajo intelectual desarrollado en su vida recibió reconocimientos,
otorgándosele las más importantes condecoraciones del Estado, en cambio, otros
aportes, al calor de las bajas pasiones, rencores y desmesurados y malsanos
afanes de figuración, ajenos a su persona, pero tan propios del género humano,
confinaron a los ófricos y atestados anaqueles del olvido, importantes
contribuciones suyas que todavía esperan salir a luz pública.
Para elaborar nuestro trabajo, recopilamos las publicaciones dispersas en las
páginas de la prensa y las que extrajimos del archivo particular de RCM –que
parcialmente obra en nuestro poder– y del que personalmente compilamos a lo
largo de los años transcurridos, en el marco de un seguimiento cotidiano a la
producción intelectual del emitente investigador, esencialmente en los medios
locales y nacionales.
No se trata, empero, de una bibliografía definitiva ni exhaustiva de la obra de
RCM –ni pretende serlo– sino que es una primera aproximación, que, creemos, sin
embargo, tiene la virtud de mostrar, en su real dimensión, la sólida obra que
nos legó este ilustre pensador e incansable investigador orureño.
Hemos dividido el resultado de nuestra investigación bibliográfica en dos
partes: la primera muestra, en riguroso orden cronológico, la producción
intelectual de RCM a la que tuvimos acceso; y la segunda, manteniendo el mismo
ordenamiento, recoge buena cantidad de las publicaciones referidas a RCM. A lo
anterior hemos añadido una breve colección de fotografías que forman parte de
nuestro archivo familiar que completan el trabajo.
Al esbozar esta bibliografía, pretendemos presentar al público lector y a los
estudiosos de las áreas sociales, en general, una fuente de consulta para
conocer con mayor profundidad la obra y pensamiento de este ilustrado hombre de
ciencia, como también rendir un homenaje a su memoria y dejar escrito el
testimonio de nuestra gratitud personal por las imborrables enseñanzas recibidas
durante los 35 años que compartimos las venturas y sinsabores de la
cotidianidad.
Por ahora, la mejor manera que consideramos de hacerlo, ha sido la de bosquejar
un recuento preliminar de su contribución a las letras bolivianas. Más adelante
intentaremos la reproducción completa de sus obras, o al menos una selección de
las más representativas…
Santa Cruz de la Sierra, primavera de 2010
(1) Se refiere al poeta modernista uruguayo Julio Herrera y Reissig
(1875-1910), una de las grandes figuras del modernismo hispanoamericano.
(2) Valentín Abecia Baldivieso. Historiografía boliviana. La Paz, Librería
Editorial Juventud, 1973, p. 529.
(3) Alfonso Villa Rojas. "Antropología y vida moderna". Cultura
Boliviana No 32, (Or.Nov.1968): 20-21.
(4) Cf., v.g. "Sobre cierto enjuiciamiento crítico". Presencia
literaria (LP.10.Sep.1972): 1.
Entrega del Premio Nacional de Cultura, por Carlos Mesa,
noviembre de 2004
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